Durante la tarde de este martes, el vocero de gobierno, Jaime Bellolio confirmó que esta semana solicitarán al Congreso la aprobación de la renovación del estado de excepción, donde el toque de queda no ha sido postergado por más de un año y se busca que siga en vigencia. ¿Esta medida ha ayudado a combatir los efectos de la pandemia?
Miércoles 23 de junio de 2021
Foto: Agencia Uno
El estado de excepción decretado el 20 de marzo de 2020 tiene vigencia hasta el día 30 de junio, pero este martes el gobierno a través de Jaime Bellolio, confirmaron que buscarán la renovación de la medida, donde el vocero de Piñera defendió la decisión señalando “imaginémonos que este proyecto es como una caja de herramientas, en donde hay varias cosas que se pueden hacer, pero no necesariamente uno tiene que utilizarlas. Entre ellas está, por ejemplo, el toque de queda”.
Las palabras del Ministro Bellolio están llenas de demagogia para buscar bajarle el perfil a que en Chile se mantiene una medida restrictiva como esta hace aproximadamente 15 meses y sus efectos como aporte efectivo al control de pandemia son poco claros, esto reflejados en los brutales datos, donde hasta el día de hoy han fallecido 31.690 personas producto al virus y si bien la tasa de contagio diario a disminuido, seguimos teniendo más de 3 mil casos de nuevos infectados.
El toque de queda ha sido ampliamente cuestionado debido a que mientras se imponen medidas como el toque de queda con la justificación de poder controlar efectos de propagación del coronavirus, las consecuencias de la crisis las siguen pagando las familias trabajadoras. Dónde se priva del libre desplazamiento en las noches pero las imágenes del transporte público atochado abundan por las redes sociales y no es que sea casualidad, sino son las y los trabajadores quienes tienen que exponerse cotidianamente al posible contagio para poder llevar el sustento a sus hogares.
Otra mirada ante la prolongación del estado de excepción es la impunidad de Piñera y los responsables políticos y materiales de las violaciones hacia los derechos humanos. La aplicación de esta medida ha generado mayor poder a Piñera y su gobierno, el cual estuvo contra las cuerdas después de la rebelión de octubre y el histórico paro nacional del 12 de noviembre del 2020.
Tomando este ejemplo, está demostrado que la clase trabajadora en unidad con la juventud, las mujeres y los sectores populares tienen la fuerza para darlo vuelta todo, hay que retomar el camino de la movilización y coordinación para que esta crisis no la siga pagando el pueblo trabajador y la paguen los grandes empresarios, para sacar a Piñera y su gobierno impune por las violaciones a los derechos humanos.