En el día Internacional de la Enfermería el gobierno entregó un hipócrita saludo a las y los enfermeros del país. Mientras los saluda por televisión, los hospitales se acercan al borde del colapso y los funcionarios de la salud arriesgan su vida para enfrentar el virus.
Martes 12 de mayo de 2020
El nuevo informe epidemiológico del gobierno mantuvo las preocupaciones abiertas hace 10 días en el país desde que se dispararon los nuevos contagios por coronavirus. En las últimas 24 horas hay 1658 nuevos casos, llegando a un total de 31.721, con 12 fallecimientos y 335 personas fallecidas a lo largo de la pandemia.
El informe del día de hoy se inició con un saludo de Jaime Mañalich a las y los enfermeros en el día Internacional de la Enfermería. Un saludo que no podría ser más hipócrita, considerando que las cifras oficiales del gobierno hablan de 885 funcionarios de la salud contagiados.
Y este nivel de contagios depende directamente de la falta de insumos, un problema crítico que desde el día 1 del inicio de la pandemia en Chile los trabajadores de la salud se han encargado de señalar.
Por otro lado, lo que preocupa cada vez más es la capacidad hospitalaria del país, ya que el requerimiento hospitalario en la Región Metropolitana aumenta en un 5% cada día, y existe un 77% de ocupación hospitalaria a nivel nacional, con casos críticos como la capital con un 87% o la ciudad minera de Antofagasta con un 91%.
Y allí, el gobierno sólo habla en términos generales, sin dar información clara. Ante la pregunta sobre qué hospitales se han reforzado para enfrentar la crisis, el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, señaló que “A todos”.
¿Cómo puede ser todos, si cada semana, incluso cada día, se ven protestas de funcionarios de la salud? ¿Qué pasa entonces en el Hospital San José, que sus propios funcionarios denuncian que están al borde del colapso?
El gobierno actúa con hipocresía frente a las cámaras, mientras condena al contagio a los trabajadores, especialmente de la salud, porque no le interesa la salud del pueblo.
Frente a esto necesitamos un programa de emergencia que parta por la realización de testeos masivos, que en base a un impuesto extraordinario a las grandes fortunas del país inyecte recursos al presupuesto de salud, y que avance a unificar el sistema de salud público con el privado bajo control de sus trabajadores, para poner toda la infraestructura y capacidad médica al servicio del combate de la pandemia.