"Titín" es protagonista de la historia de La Izquierda Diario y de todo el desarrollo periodístico del Partido de Trabajadores Socialistas, desde su fundación. Un setentista que hace contenido para Youtube y redes.
Juana Galarraga @Juana_Galarraga
Lunes 16 de septiembre
Carlos "Titín" Moreira, miembro fundador y dirigente del Partido de Trabajadores Socialistas, periodista de La Izquierda Diario | Ricardo Palmadessa, Enfoque Rojo
Titín entra a la redacción rezongando y desliza al gato anaranjado con el pie, por el piso de madera, hacia el otro lado de la puerta.
Se sienta de espaldas a una compu. Cruza los brazos sobre el chaleco de polar, estira las piernas hacia el centro de la sala y se reclina. Le cuelga el cordón de los anteojos al costado de la barba blanca.
Carlos “Titín” Moreira: “Nacido en Rosario en 1953. Militante en el PST desde los 70, militó en España y Brasil. Fundador del MAS en La Plata y dirigente del PTS. Trabajó en Astilleros Astarsa y Río Santiago. Coordinador de los documentales Revolución y Guerra Civil en España (2006) y Zanon, el hilo rojo (2018)”. Así lo presenta su reseña en La Izquierda Diario (LID).
Su primer trabajo en la prensa revolucionaria fue cuando se fundó el PTS, en el periódico Avanzada Socialista (AS, 1988 - 1991). Cubría la sección gremial y de luchas obreras. Siguió escribiendo en el segundo periódico, Rebelión de los Trabajadores (1991 - 1996) y en las sucesivas etapas de la prensa impresa del partido, hasta el lanzamiento del diario digital. Hoy forma parte del equipo “publicista” de LID, antiguo equipo audiovisual de la sección Historia.
Quiere saber el objetivo de la entrevista.
Hace falta repasar. La primera nota que publicó en el sitio web es del 16 de diciembre de 2014, a tres meses del lanzamiento de LID. Es una cobertura con testimonios de trabajadores de LEAR que luchaban contra los despidos de la patronal.
A partir de 2015 hay entre dos y tres notas suyas por mes. La mayoría replica editoriales de La Verdad Obrera (LVO, 1996 - 2015), el tercer periódico impreso del PTS, quincenal.
El 3 de septiembre de 2015 publica: “Nueva etapa, nuevas tareas. Sale a la calle la edición impresa de LID, como continuidad de LVO (...) Cada 15 días, llegará a los lugares de trabajo, estudio y se distribuirá en muchos lugares de circulación masiva”. El 17 de septiembre de ese año escribe: “LID cumple un año desde su lanzamiento. Ha sido un acierto y un éxito hacer el esfuerzo para que la izquierda en Argentina tuviera un diario online. En él se expresan decenas y decenas de compañeros y compañeras con sus testimonios, opiniones y denuncias. Ahora con una versión impresa que será un vocero privilegiado de la campaña electoral del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT)”.
Titín siguió combinando los aportes al diario online con la publicación de las editoriales de la edición impresa de LID, cuarto periódico del PTS (2015 - 2019).
“Una combinación de factores hacen al periodista revolucionario”
Titín se frota las manos y se dispone a definir una serie de conceptos.
El mic del celular graba.
Busca transformar la conciencia de quien lee o escucha, darle más elementos y que esa persona que ya está actuando, porque por algo se acerca, tenga muchos más fundamentos, más convicciones y más moral. Cuando uno escribe también puede transmitir emociones, no solamente ideas. Determinados textos tienen que tener más emocionalidad que otra cosa. Es una combinación de factores que hacen al periodista revolucionario.
Es tratar de difundir las ideas revolucionarias en compromiso con la clase obrera y los pueblos oprimidos en su lucha de emancipación. Es ponerse del lado del oprimido contra el opresor. Por ejemplo, estar del lado del pueblo palestino contra el genocidio de Israel. O ponerse del lado de la nación atacada frente a la nación imperialista en la guerra de Malvinas. Más allá del gobierno que tuviera el país, en este caso el de Galtieri.
Periodismo de izquierda es más amplio, abarca a un espectro donde también entra el progresismo, sectores que confían en acuerdos con patrones, burgueses, de tipo frente populares. Periodismo revolucionario es muy específico, tiene que ser de un grupo o un partido revolucionario o de aspectos revolucionarios.
Lenin planteó hace más de un siglo, que el periodismo, tener una prensa, era fundamental para un partido revolucionario. En esa época eran materiales escritos, no existía ni la radio. Era la única vía para llegar masivamente a lugares recónditos, inclusive, en la Rusia zarista, en forma clandestina. En el periódico salían artículos un poco más profundos y los panfletos eran para llegar con consignas más de agitación.
Agitación es divulgar una idea que impacte, que sea movilizadora de la conciencia o que llame a una acción concreta de forma masiva. Por ejemplo “en defensa del derecho al aborto”, “huelga general”, “aumento de salarios”. Una consigna. Una idea fundamental con la que se llega a millones. Es hablarle a muchas personas de una pequeña cosa. No detenerse en una explicación profunda, sino levantar por ejemplo, la famosa consigna del partido bolchevique en la revolución rusa: “Pan, Paz y Tierra y todo el poder a los Soviets” (consejos).
Trotsky lo explica muy bien. Dice ‘Pan’, porque había una hambruna terrible en la Rusia zarista y se necesitaban mejores salarios, mejores condiciones para la clase obrera. ‘Paz’ era terminar con la primera guerra mundial genocida, una masacre que hacía tres años sangraba a todos los pueblos de Europa. Los rusos morían en mayor proporción porque tenían menor tecnología e iban al frente con nada. ‘Tierra’ era para los cien millones de campesinos pobres. Las tierras estaban a nombre de grandes terratenientes en esa sociedad con rasgos feudales. Esas eran las tres consignas movilizadoras, de agitación. ‘Todo el poder a los soviets’, era porque solamente se podía lograr eso con trabajadores, campesinos y soldados que se reunían en esos consejos, tomando el poder e imponiendo un gobierno de obreros y campesinos.
En el medio ¿qué nos queda? Lenin escribió sobre el publicismo. Es para un amplio sector de vanguardia dentro del movimiento de masas, interesado en profundizar en por qué los revolucionarios levantan tal consigna en tal momento. No es desarrollar la teoría como la propaganda. Es hacer populares los avances teóricos y programáticos que se logran por medio de la propaganda, el estudio, la investigación, para construir el partido. Hoy por ejemplo, la consigna “No al FMI”, es porque nada se puede resolver si seguimos pagando la deuda externa. En el movimiento de jubilados y jubiladas tenemos una discusión porque las cajas jubilatorias están fundidas, entonces ¿de dónde vamos a sacar la plata? Algunos plantean en los grupos de whatsapp o en las asambleas y … se puede sacar de acá… de allá… entonces son siempre pequeñas medidas. Nosotros decimos claramente: si no se le tocan los intereses a los grandes capitalistas y sobre todo a los grupos financieros internacionales, que han esquilmado a nuestro país, no hay una solución. O es una solución miserable, que las jubilaciones alcancen capaz para no morir de hambre, pero no para comprar medicamentos. Publicismo no es agitar la consigna, sino explicar en forma sencilla por qué hay que agitar eso en este momento. Eso es lo que trato de hacer con los videos” .
El mic corta la grabación.
Contenidos para redes sociales y Youtube: entender una época
Claudia Ferri es historiadora y forma parte del equipo publicista. Milita con Titín desde los tiempos del LVO. Conformaron la sección Historia de LID que luego desarrolló la sección audiovisual “Historia sin filtro” en Youtube. Allí Titín se dedicó al período de los años 70 con el formato explainer, en un ciclo que se llamó “Setentenials”.
En 2020, plena pandemia, el PTS relanzó su sistema de medios como LID Multimedia, integrando la producción multiplataforma que desarrolló a la par del crecimiento del FIT: contenido escrito, audiovisual, radial, de redes y una nueva programación diaria en vivo por Youtube, con coberturas y móviles en calle.
Titín se embarcó en un programa semanal, “Basta de Verso”, conducido por dos referentes de la lucha contra los despidos en Pepsico, bajo el macrismo en 2017, Katy Balaguer y Camilo Mones. Aportó editoriales y columnas de Historia sin filtro.
A 10 años de LID, el PTS prepara un relanzamiento de su sistema de medios, a tono con las nuevas tareas que impone la situación nacional e internacional. Claudia cuenta sus planes:
Batalla cultural: LID al servicio de la pelea ideológica por una salida revolucionaria
"El kirchnerismo empezó a decir ‘batalla cultural’ y tomó causas justas para estatizarlas: derechos humanos, feminismo, movimientos sociales, culturales. Mucho relato y poca política efectiva, como el Ministerio de la mujer que no construía refugios para víctimas de la violencia. Eso está estallando con lo de Alberto, que es la punta de una descomposición.
Los últimos tres candidatos de Cristina son los tipos más de derecha del peronismo. Scioli es ministro de Milei. Massa y Alberto fueron militantes de la UCD, el partido liberal de Alsogaray que se integró al peronismo en los 90, cuando Ménem entregaba el país. Massa hoy es gerente de un fondo buitre y el otro está hasta las muelas, por la violencia de género y por denuncias de corrupción.
Grabois quiere aparecer como una alternativa pero dijo que los votaría de vuelta. Es un tipo de la iglesia antiderechos que está con Moreno y Berni, dos reaccionarios que acaban de defender a Villarruel.
Milei aprovecha el evento de Alberto para denostar al movimiento feminista. La ultraderecha mundial dice que la lucha del feminismo lleva al comunismo y en un sentido tienen razón, no en forma directa, pero la lucha por terminar con el patriarcado, abre la posibilidad de que se empiece a pensar que puede haber un mundo distinto. La derecha es enemiga mortal de eso. Lo mismo con los derechos humanos, como muestra la visita a la cárcel a los genocidas de esos seis diputados que desató una crisis en el gobierno. La batalla cultural de la derecha es terminar con todo lo que sea popular, colectivo, solidario, cooperativo, en pos de un egoísmo extremo.
Pero la juventud norteamericana da un ejemplo contrario. Wendy Goldman, que estuvo en las movilizaciones contra la guerra de Vietnam en los 70, dice que las movilizaciones de las universidades yanquis en defensa de Palestina, contra el genocidio del Estado de Israel, son un fenómeno más profundo. Porque en aquel momento la lucha era en defensa propia, para que miles de jóvenes no fueran a morir a un lejano país. Ahora es solidaridad con otro pueblo, anticolonialismo.
En las charlas a las que voy es notorio cómo la juventud sub 25 no tiene nada que agradecerle al peronismo. Milei agarró mucho de ese sector con ideas simples pero fantasiosas: vas a cobrar en dólares, vas a tener libertad, se terminó la casta... Esa juventud es a la que apuesto muchísimo, la que el capitalismo argentino decadente, bajo el nombre del peronismo, ha sido incapaz de darle una perspectiva. Saben que están en una situación difícil y buscaron una salida fácil, un tipo que aparecía como un outsider, pero ya se empezaron a dar cuenta de que no es un salvador.
La conciencia está cambiando y esa es la preocupación que tiene la iglesia, porque no hay un peronismo del otro lado acechando. En el 2001 no gobernaba el peronismo y la alternativa fue Duhalde, con todo el apoyo de la burocracia sindical, del FMI, el Banco Mundial. Eso no está hoy, así como tampoco está el boom de los commodities que permitió el repunte de la economía en toda Latinoamérica desde fines del 2002. Jóvenes de más de 30 que vivieron esa época de cierta expansión, que eran adolescentes en el 2001, son kirchneristas de alma. Son nostálgicos de la ‘década ganada’, pero ya no están dadas las condiciones internacionales que permitieron esa política de los gobiernos progresistas y la misma Cristina es cómplice del ajuste hoy.
Por eso la iglesia y Bergoglio se preocupan. ¿Qué alternativa hay si a Milei le va mal? Si hay un estallido, ¿qué salida se impondría cuando está totalmente desprestigiada la que surgió en el 2001? Si Milei cae por contradicciones internas la alternativa puede ser de derecha, con alguien como Berni o Moreno. Si la caída de Milei es convulsiva, con elementos revolucionarios como fue el 2001, prepararán un frente popular. Eso es lo que la izquierda revolucionaria tiene que combatir desde hoy porque ya está en marcha con Grabois. Hay que superar al peronismo porque la clase obrera tiene que dejar de ser la columna vertebral de un movimiento dirigido por un capitalista, un militar o un abogado, para pasar a ser la cabeza de un movimiento junto a los sectores oprimidos de la sociedad.
En el 2001 al PTS no lo conocía nadie. La izquierda era débil. Pero el apoyo que hoy muestran las encuestas nos da una perspectiva. Si cerramos la brecha entre el conocimiento de las figuras como Nico del Caño y Myriam Bregman y el alcance de nuestros medios, con la construcción del partido en fábricas, colegios, barrios y en los movimientos de lucha, podemos ser una organización que marque una diferencia en otra situación convulsiva.
Hoy el PTS tiene que estar orgulloso no solo de sus medios de difusión y sus figuras, sino del trabajo internacional que desarrolla en Brasil, Chile, México, Perú, Venezuela, Alemania, Francia, el Estado Español, Estados Unidos y otros países. Todavía es algo pequeño pero es mucho y demuestra un espíritu revolucionario. LID tiene que estar al servicio de esta construcción internacional, por abajo. Es lo que estamos haciendo” .
"Las páginas de LID son de lo más consultado por el periodismo gremial de la Argentina"
Titín recuerda que la primera vez que el PTS imprimió un periódico a color otras organizaciones de izquierda lo criticaron. Lo mismo pasó cuando dejó de sacar un periódico impreso y avanzó con un diario online.
Uno de los fuertes de la agenda de LID, es el detrás de escena de los lugares de trabajo y de los conflictos gracias a una red de fuentes propias.
Parece que estaba esperando el momento. La cámara del celular lo apunta y se endereza. Se acomoda el chaleco y pide tiempo. Se toma 27 segundos en silencio. Hasta que mira fijo el lente, hace un movimiento con la cabeza y suelta un tono bien regulado: