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Debate. ¿Dónde funciona el capitalismo? Radiografía de un sistema inviable

En este artículo de ideas y universidad debatimos con algunos sentidos comunes de las “bondades” del “único” sistema al que podemos aspirar, el capitalismo, repasando los diferentes hitos del año que desnudan sus contradicciones, retomando algunas ideas del marxismo frente a un sistema que tiene inscripto en su ADN la desigualdad.

Julio Pérez @Juliomp25

Sábado 16 de octubre de 2021 13:21

Javier Milei se posiciona sobre tres aspectos en una charla TED para explicar lo que él supone "la estruendosa superioridad del capitalismo". Tomando algunos sentidos comunes, primero mencionaba que el sistema “es una máquina de sacar gente de la pobreza, que es la máquina de la prosperidad, que es la máquina del bienestar”. Su segundo argumento es sostener que el capitalismo “no solo es justo, sino que además es el único sistema que es justo”. Y el tercero que “claramente uno logra percibir la superioridad estética del capitalismo.”

Si bien al mediático economista lo podemos ubicar como uno de los extremos que aboga por un capitalismo salvaje, es todo un aparato el que se monta, desde medios de comunicación hasta intelectuales, para defender éste status quo. Sin embargo la realidad se cuela para mostrar las contradicciones de un sistema que lleva a crisis recurrentes, cada vez más profundas. La pandemia de covid-19 ha expuesto aún más sus debilidades, de una una economía que entró en crisis en 2008 y aún no encuentra salida.

Economistas burgueses, para defender al capitalismo como el único sistema viable, ponen por delante la duda de donde funciona el socialismo, pero hagámonos esta pregunta: ¿Dónde funciona el capitalismo?

A continuación presentamos algunos de los principales acontecimientos del año que muestran las barbaridades, algunas insólitas, del capitalismo:

1 - GameStop, Facebook y Wall Street: a un click del caos

A principios de este año fue furor en las redes el caso de GameStop, un minorista de videojuegos con sede en Estados Unidos. Un grupo de comerciantes aficionados o “inversores minoristas”, organizados en la red social Reddit, jugó en el mercado de Wall Street contra los principales fondos de coberturas (fondos de inversión especulativa) que habían apostado en contra de las acciones de GameStop (vendido en corto), es decir, esperando que caiga su precio.

En la “venta en corto” (short selling), un fondo de cobertura toma prestadas acciones de una empresa de otros inversores (por un determinado precio) y vende las acciones en el mercado, por ejemplo, a U$S 10 cada una. Luego, espera hasta que caen a U$S 5 y luego los vuelve a comprar para devolverlas al propietario original obteniendo así el fondo de cobertura una ganancia. Este “juego de casino” de los grandes de Wall Street puede llevar a empresas a la quiebra, con la pérdida de empleos e ingresos para miles.

GameStop había sufrido durante el Covid y se esperaba que estallara. Ante la gran cantidad de especuladores “buitres” que apostaron en corto, los usuarios de Reddit (conectados al subforo “Wall Street Bets”) salieron a comprar masivamente generando lo contrario, hicieron subir el precio de las acciones hasta un 700%. Esto obligó a los fondos de cobertura, respaldados por los grandes bancos e instituciones, a recomprar las acciones a precios más altos a medida que se agotaba el tiempo para sus apuestas “cortas” (son contratos de tiempo fijo). Como resultado, varios fondos de cobertura “cortos” sufrieron una gran pérdida (U$S 13 mil millones) y un fondo tuvo que ser rescatado por sus inversores por una suma de U$S 2.750 millones.

Esta “maravillosa jugada” por parte de lxs usuarixs de Reddit, no solamente trajo millones de memes en las redes. Sino que los lobos de Wall Street que habían apostado al hundimiento de la empresa de GameStop para salir beneficiados, salieron con el grito al cielo a partir del movimiento que se generó en Reddit para atacar a fondos como Melvin Capital usando sus propias “reglas” de juego. Ante las enormes pérdidas por su especulación financiera, el poder de lobby no se hizo esperar y salieron a pedir intervención del Estado para restringir el mercado de acciones de GameStop. Su defensa del “libre mercado” se convirtió así en un relato sólo para la ganancia de estos grandes especuladores que son en realidad quienes imponen las reglas, porque cuando hay pérdidas piden que el Estado aparezca para socializarlas.

Si bien los trabajadores tienen casi nula participación en el mercado de valores, las pensiones de los trabajadores y las cuentas de jubilación (si los trabajadores las tienen) son invertidas por las administradoras de fondos de pensiones privadas en activos financieros, por lo tanto sus ahorros son vulnerables a los juegos de estos estafadores. Como diría el economista británico M. Roberts, el ejemplo de GameStop demostró que los trabajadores deben en realidad detener el juego por completo.

Otro caso reciente fue la caída por casi 7 horas de las redes sociales Instagram, WhatsApp y Facebook que generaron una pérdida de 7 mil millones de dólares. Para Mark Zuckerberg esta caída sólo puede significar bajar en el ranking de los más ricos del mundo, pero pensemos, suena irracional que en un mundo donde millones se hunden en la pobreza, en Wall Street hablan de cantidades inimaginables de dinero “como si fuera un vuelto”.

El mismo día que el de esta caída, salieron a la luz documentos en los que se detalla cómo estas redes sociales generan ansiedad, angustia e incitan al odio para millones de usuarios jóvenes que las utilizan, fomentando inseguridades sobre los cuerpos de las adolescentes. En el informe revelado se denuncia a Instagram como una red social “tóxica”.

Para estas empresas da igual los problemas y daños que pueda generar en sus usuarios siempre y cuando sus ganancias sigan aumentando y utilizarán todas las herramientas que tengan disposición para ocultar y garantizar que esto se mantenga. Esta clase de dependencia genera mayor ansiedad y consumo, necesarias para el capitalismo sin importar los daños que generen en la población.

2 - El Canal de Suez: lo que rompe un burgués, un trabajador lo arregla

Sin buscar que esto sea una sección de “la izquierda memes”, vamos con el tercer caso que además de demostrar lo ridículo e irracional que es el capitalismo, que a pesar del supuesto desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial, la clase trabajadora es en verdad la única con capacidad para mover el mundo.

El anclaje del barco portuario “Ever Given” en el canal de Suez, Egipto, generó una pérdida de 9.600 millones de dólares. Frente a esta situación, la respuesta de los capitalistas "estruendosamente superiores" fue poner una excavadora a desencallar el un barco de aproximadamente cuarenta mil toneladas, la foto fue meme en todas las redes sociales.

Pero la solución a este problema, que generó pérdidas de millones de dólares, fue de la mano de los trabajadores que pudieron reflotar el barco y posterior a esa hazaña la patronal no les pagaron las horas extra, insólito.

El pequeño incidente de un barco cruzado desnudó las debilidades de las cadenas globales de suministros del comercio mundial capitalista y su forma de producción “just in time”. Las demoras provocadas por el atasco dejaron sin insumos a varias industrias que ya habían sufrido con la paralización por la pandemia o por la crisis de containers.

Por otro lado, contra la idea de que el capitalismo desarrolla tecnología que marca el fin de la clase obrera, la crisis del canal de Suez mostró el peso decisivo de los trabajadores en el mercado mundial dejando nuevamente en claro que la única clase que tiene la capacidad de mover o parar el mundo es la clase obrera.

3 - La guerra de las vacunas en medio de una pandemia mundial

Desde el comienzo de la pandemia y la búsqueda de una vacuna contra el covid-19, se dieron todo tipo de lobbys de los laboratorios para hacer negociados multimillonarios, especulando con la salud de millones. Lejos de todo tipo de colaboración, estas disputas escalaron a una guerra de vacunas entre Estados, incluso entre los Estados imperialistas.

A mediados de abril salieron a la luz unos documentos, por parte de un observatorio de las corporaciones europeas, que muestran datos del lobby de las multinacionales farmacéuticas que evidencian la irracionalidad en la producción y distribución de vacunas a nivel internacional. Maniobras que llevaron adelante para presionar contra la liberación de las patentes que pedían numerosas organizaciones y países como India y Sudáfrica (apoyados por países de América Latina y África) ante la gran cantidad de muertes que estaba dejando la pandemia, siendo que en África por ejemplo solo 15 países han podido vacunar al 10% de la población. Los documentos muestran que la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas llegó a gastar 5,5 millones de euros en 2020 con la participación de 25 lobistas. Una “inversión” podría decirse para evitar "cualquier flexibilización de los derechos de propiedad intelectual".

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a calificar como un "fracaso moral catastrófico" la distribución de las vacunas en el mundo.

Mientras la Unión Europea bloqueaba la salida de vacunas del territorio y se enfrentaba con Gran Bretaña, países ricos como Canadá, se abastecen de dosis como para vacunar por lo menos 5 veces su población. China y Rusia, a su vez, buscaban aprovechar esta crisis para ganar mercados para sus propias vacunas, cerrando contratos con países de América Latina, Asia y África, mediante los cuales buscaban imponer condiciones que beneficien la penetración de sus propias empresas.

Cada multinacional, con el apoyo y financiamiento público de los respectivos estados, ha investigado por su cuenta, en el más absoluto secreto para garantizar su patente, impidiendo el intercambio científico entre las distintas pruebas y ensayos, cerrando contratos a futuro sin tener siquiera probadas las vacunas. Cada compañía sigue compitiendo con las otras por acaparar mercados a través de contratos leoninos, sin importarles en lo más mínimo las necesidades del conjunto de la población más pobre del planeta, sin acceso a las vacunas aún.

Según un reciente comunicado de Amnistía Internacional, “de los 5.760 millones de dosis administradas en todo el mundo, un insignificante 0,3% ha ido a los países de bajos ingresos, y más del 79% va a los países de ingresos altos y medianos altos.” El comunicado prosigue declarando que “menos del 1% de la población de los países de ingresos bajos está totalmente vacunada, frente al 55% de la de los países ricos.”

Mientras los laboratorios como BioNTech, Moderna y Pfizer, que se han negado a todo tipo de cooperación global para suministrar vacunas, han previsto ganar 130.000 millones de dólares para finales de 2022.

En el capitalismo, las ganancias priman por sobre nuestras vidas.

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4 - Burbuja inmobiliaria y la crisis de Evergrande en China, un punto de inflexión en la segunda economía mundial

En los grandes medios de comunicación hegemónicos en estas últimas semanas hemos visto la enorme preocupación que genera la crisis abierta por el monstruo inmobiliario de Evergrande y como afecta al esquema internacional, profundizando la crisis capitalista que trajo la pandemia. El estado chino tuvo que desplegar un inmenso arsenal de dinero para mantener estable la bolsa de Hong Kong y tratar de evitar un nuevo “Lehman Brothers”.

La crisis de Evergrande es el eco explosivo de una burbuja inmobiliaria que se viene desarrollando desde hace 7 u 8 años en China. La empresa es la más endeudada del mundo con una deuda que equivale al 2% del PBI chino, más de 300.000 millones de dólares. Emplea a 200.000 trabajadores directamente y más de 3,8 millones de empleos indirectos.

Sin embargo, esta última semana se le ha sumado un nuevo desarrollador inmobiliario, Fantasia Holdings, que reconoció no haber efectuado el pago de un bono de 206 millones de dólares ante el vencimiento. La empresa tiene menos peso que Evergrande pero confirma las preocupaciones en el sector inmobiliario que fue la actividad que ha impulsado las tasas de crecimiento del país a través del crédito. La agencia Reuters afirma que la capacidad de los promotores inmobiliarios chinos para pagar la deuda alcanza el mínimo de una década. En palabras del economista M. Roberts, “el sector de la propiedad privada de China ahora está compuesto por empresas ’zombies’”.

China en los últimos años ha sido el motor de la economía mundial, siendo el país con mayor dinamismo en el crecimiento, un promedio de 9,5% de crecimiento en los últimos 40 años (cuando el promedio mundial fue del 3%). Una economía orientada a la exportación, a inundar el mercado mundial de mercancías baratas a costa de salarios bajos, encontró su límite en la caída del comercio mundial con la crisis de 2008, tendencia que se agravó con las disputas comerciales en los últimos años.

Si bien China mantiene el liderazgo exportador, las ventas al exterior no traccionan la economía como antes. A partir de esto surgieron planteos de un “rebalanceo” de la economía para depender menos del comercio exterior y poder basarse más en el mercado interno, no sólo para la inversión sino también para el consumo. Esto implicaba aumentar los salarios redistribuyendo la renta, cuestión que los capitalistas de las multinacionales exportadoras y la burocracia china no estuvieron dispuestos a llevar hasta el final, ya que iba en contra de su ventaja competitiva que representa la mano de obra barata.

Entonces, la dinámica que opto el gobierno chino apuntó a estimular la demanda interna en gran parte “acelerando las inversiones, creando obras de infraestructura faraónicas y un desarrollo inmobiliario en gran escala”. Un “crecimiento ficticio” que provocó que la deuda china, sobre todo post 2008, creciera más rápido que su PBI.

El sector inmobiliario es conocido por su adicción al endeudamiento, esta nueva dinámica hizo que se convierta en uno de los motores de crecimiento de la economía china, llegando a representar el 25% de su PBI. Una de las beneficiadas fue Evergrande, la empresa de Xu Jiayin, quién pasó de ser el empresario más rico de China al “Rey de las deudas”.

La inmobiliaria utilizó la construcción como plataforma de negocios financieros, captando fondos de distintos clientes, como las especuladoras Black Rock o el HSBC, hasta sus propios empleados a los que les ofrecían tasas altas de interés que pagan bonos respaldados por hipotecas.

El economista Michael Roberts definió a la práctica de Evergrande como un “esquema Ponzi” en relación a una estafa piramidal que consiste en tomar dinero de inversores y pagar con el mismo los intereses de aquellos inversores que ingresaron antes al esquema. En este caso, Evergrande recolecta efectivo a través de la preventa de propiedades, además de los inversores individuales, y usa ese dinero para financiar más ventas acelerando la construcción de las propiedades y el pago a los inversionistas financieros. Todo anda bien mientras ingresen más inversores y compradores de viviendas, o sea, no se detenga el flujo de dinero. Pero los ingresos mermaron, “este año solo alrededor del 60% de los apartamentos que salieron a la venta se han vendido, a pesar de un descuento del 15% en el precio (datos de la oficina municipal de vivienda de Qidong)". Esta supuesta falta de efectivo puso en apuros a la compañía al momento de pagar los vencimientos de los bonos.

La burbuja inmobiliaria ha dado lugar a una gran cantidad de casas y departamentos vacíos, entre una quinta y una cuarta parte del parque total de viviendas, especialmente en las ciudades más requeridas. Como pasa en gran parte del mundo, casas sin gente y gente sin casa.

Si bien China viene de una restauración capitalista, por un lado como marca Esteban Mercatante “difícilmente se puede pensar que un “milagro chino” podría haber tenido lugar sin la revolución de 1949 que logró la unidad nacional, llevó a una ruptura con el imperialismo (hasta el restablecimiento de relaciones iniciado por Mao a comienzos de la década de 1970), liquidó la gran propiedad agraria y apuntó al fortalecimiento de una industria nacionalizada”.

Por otro lado, aún cuenta con gran peso del sector estatal manejado por la burocracia que mantiene la demanda agregada y explica la mayor parte del PBI. Volviendo a M. Roberts afirma que “La inversión del sector estatal siempre ha sido más estable que la inversión privada en China. China sobrevivió, incluso prosperó, durante la Gran Recesión (...) debido a la inversión estatal directa.”

El crecimiento especulativo inmobiliario en China está viendo su fin, un modelo que también se basa en “viviendas descartables”. A medida que los desarrolladores se alejan de las principales ciudades, donde se reserva el lugar para los mejores constructores, los controles se relajan y la calidad de construcción cae. La “demolición ciega” suele alcanzar a edificios relativamente nuevos, de 10 años o menos. China aplicó el estímulo económico de la cultura del consumidor a la urbanización. Un combo explosivo.

El desarrollo del gigante asiático tendrá que resolver la gran contradicción de las condiciones de vida que tiene su población. Mientras China ya superó a Estados Unidos en la cantidad de multimillonarios en el mundo, cerca de un 40% de la población vive en zonas rurales, en condiciones de extrema pobreza y precarias con un restringido acceso al agua potable y servicios básicos. La clase obrera que vive en las grandes ciudades, no está en una mejor situación, las condiciones laborales son de hiper explotación con un promedio de 13 horas diarias de trabajo, 6 días a la semana, en condiciones de seguridad muy precarias. [1]

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5 - No hay planeta B: la crisis climática es capitalista.

En entrevistas y debates electorales Javier Milei declaró que el "el cambio climático es un invento del socialismo", esta afirmación es una de las tantas más "Estruendosamente superadoras" que tiene para defender al capitalismo. En realidad necesita negar la realidad, para negar la acción nociva en el ambiente de un sistema basado en el afán de lucro. Para ello se montó en un gráfico, una “falacia” como diría el libertario, que varios científicos del CONICET salieron a refutar, mostrando lo flojo de papeles que estaba.

En muy poco tiempo este año se han desencadenado dramáticos sucesos que dan cuenta de la crisis ambiental y el cambio climático. Incendios devastadores como los ocurridos en Grecia y California y poco antes en Canadá y Australia son el resultado de las temperaturas extremas de más de 40° C.

También las inundaciones incontenibles a causa de lluvias torrenciales como en Europa y China, o las ocurridas en Nueva York, dejando un saldo de 22 muertos en la principal ciudad del mundo capitalista. Como contraparte sequías que se extienden por varios países del mundo, produciendo bajantes de ríos (como el Paraná) y dejando a millones de personas a punto de quedar sin acceso al agua como en Medio Oriente.

El planeta Tierra está sufriendo importantes modificaciones a causa de este cambio climático. Para tener en consideración, durante el Holoceno (los últimos 100.000 años) la temperatura mundial osciló tan solo un grado. Si se prosigue sin tomar medidas, en tan solo 100 años la temperatura habrá aumentado 4 grados. Actualmente, parte de los océanos ha comenzado a acidificarse, destruyendo los corales y muchos ecosistemas marinos. A su vez, el derretimiento de los casquetes polares está causando serios trastornos a las especies que viven sobre todo en el Ártico, como los osos polares, ya que acorta el tiempo de caza para sobrevivir.

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En su sed de ganancia, el Capitalismo todo lo mercantiliza, incluso la naturaleza. Desatando no sólo “efectos secundarios” en el ambiente tras su paso como los antes mencionados, sino generando desastres ecológicos y humanitarios intencionales como los incendios en el Amazonas o en la propia Argentina para expandir la frontera agrícola - ganadera o para proyectos inmobiliarios.

Como señala Esteban Mercatante “El capital no solo amenaza la destrucción de ecosistemas enteros y produce trastornos a escala planetaria. Esto sería ver solo una cara de la moneda. También transforma la solución de los problemas que genera en otra fuente de prometedores negocios”. Es decir, un sistema que genera la enfermedad mientras lucra con la “cura”.

Este negacionismo climático es un gran favor a las empresas petroleras que durante años buscaron desacreditar todos los estudios que muestran la aceleración del cambio climático por el uso de energía hidrocarburífera.

Ante esta crisis cada vez más catastrófica, millones de jóvenes en todo el mundo salen a las calles contra los planes de las empresas y los gobiernos cómplices sin caer en los discursos negacionistas del cambio climático o de los que dicen que el capitalismo puede ser ecológico y más "verde".

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Si el capitalismo destruye nuestro futuro, destruyamos al capitalismo

Claramente la definición de Milei de que el capitalismo es "estruendosamente superior" es una completa locura cuando contemplamos los ejemplos que mencionamos previamente o si viéramos que más de 700 millones de personas están en la extrema pobreza en el mundo. Los mismos organismos de la burguesía como la ONU declaran que más de 1600 millones de personas viven en casas inhabitables y 900 millones en asentamientos precarios.

En un mundo de hambre, según la BBC se desperdicia 931 millones de alimentos en el planeta, del cuál el 39% son por responsabilidad de las patronales que lejos de buscar solucionar problemas tan importantes como la desnutrición infantil, que llega a la estrepitosa cifra de 10 mil niñxs por mes que mueren de hambre, tienen como objetivo aumentar sus ganancias.

Desde la caída en la bolsa de 2008, el capitalismo no ha podido conseguir desarrollar una restauración económica, la falta de desarrollo productivo y nuevos espacios a explotar han profundizado la desigualdad y el retroceso de las y los trabajadores en todo el mundo, así como consecuencia han surgido nuevas oleadas de la lucha de clases. Hoy Estados Unidos, se encuentra atravesado por grandes huelgas, que muchos se preguntan sobre la posibilidad de que se desarrolle una huelga general en el corazón del imperio. La pandemia por el covid-19 ha impuesto una nueva agenda para los capitalistas, donde la vida de millones está pendiente de un hilo por las condiciones laborales a las que son sometidos.

Frente a esta enorme crisis en curso y todas las tendencias ideológicas que ofrece la burguesía, desde la más reformista hasta la más reaccionaria, el marxismo trata de mostrar una alternativa para la clase trabajadora y los sectores más golpeados a la resignación de que el capitalismo es inquebrantable y que en todo caso solo puede ser "un poco más humano".

Marx no pudo ver y teorizar la crisis a la que el capitalismo nos lleva, profundizada con la pandemia, pero si trasladamos algunas definiciones que hizo en su época a esta podemos ver una gran actualidad. Para este el capitalismo "lleva en su seno el germen de su propia destrucción" fruto de las contradicciones que genera buscar aumentar sus ganancias y capital a costa del deterioro de la vida de las masas y su relación con la naturaleza, que frente a las recurrentes crisis que el mismo capitalismo produce estas contradicciones son aún más explícitas. También ve a la burguesía como una clase incapaz de cumplir un rol revolucionario en la sociedad porque es la clase que domina y necesita mantener el status quo ya existente y que los avances sean en pos de su beneficio.

La lucha de las y los trabajadores es frente a esta irracionalidad que los capitalistas y sus agentes nos quieren hacer acostumbrar mientras destruyen nuestros derechos y nuestro planeta. La pelea de la humanidad es la pelea contra el capitalismo.