El accidente se originó al romperse el malacate que transportaba a los trabajadores. Tras el reporte de estos lamentables hechos, se dio aviso a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social Federal.
Jueves 10 de agosto de 2023
La minería en Coahuila se ha cobrado la vida de miles de trabajadores a lo largo de los años. La voracidad con la que se extrae materia prima, como en este caso el carbón, exige una sobreexplotación de recursos y mano de obra.
Es en esta búsqueda interminable de ganancias, una vez más son los obreros son los que exponen sus vidas con limitados recursos en insumos y equipos de seguridad para proteger y desempeñar el trabajo.
Una tragedia más
De manera irónica e indignante, estaba por cumplirse 1 año del derrumbe en "El Pinabete", cuando una nueva tragedia minera puso de luto a Coahuila, luego de confirmarse la muerte de dos trabajadores de una mina de carbón, en el municipio de Sabinas.
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Según la información preliminar, los mineros cayeron al fondo del pozo luego de que se rompiera el malacate que utilizan para realizar su trabajo. De acuerdo a la organización Familia Pasta de Conchos, los mineros fallecidos son José Guadalupe Esparza Pérez, de 48 años, y Juan Jesús Zapata Alfaro, de 29. Sin embargo, aún queda un minero con vida que continúa atrapado.
Ante la situación, la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado en la Región Carbonífera, ha tomado conocimiento de los hechos y personal de diferentes instituciones colaborar en el rescate. Sin embargo, este percance ¿es un accidente o se trata de una negligencia empresarial más?
Irregularidad en las concesiones mineras
En primera instancia nos encontramos con una de tantas concesiones ilegales, el pozo de El Mezquite no operaba bajo ninguna regulación ni legalidad, inclusive la Familia Pasta de Conchos, integrada no solo por familiares de víctimas, sino también por expertos en la materia, expresan que la empresa que explotaba la mina, Minera Fuga, tenía un contrato por más de 113 millones de pesos de la venta de 81.000 toneladas de carbón.
Las declaraciones fueron las siguientes: “Dicho título minero no está inscrito ante la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) en las microrregiones que tienen autorizado el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA). Por lo que, si es cierto que este centro minero estaba operando de forma ilegal y, por tanto, no se trata de un accidente sino de un nuevo siniestro”.
Ante el crimen patronal, el responsable es el titular de la concesión, Alfonso González Garza, quien dicho sea de paso, es un empresario carbonífero que tiene una historia siniestra, repleta de accidentes y derrumbes en sus explotaciones, un ejemplo de cómo opera con total impunidad es el caso del pozo Santa María I, en el que fallecieron 14 mineros en una explosión, de acuerdo a las investigaciones.
Por otro lado, la concesión de El Mezquite fue aprobada en 2020 por el Servicio Geológico México, a quienes se señala de no ser una autoridad competente en materia laboral, sin embargo, fue quien hizo la revisión de las minas para la asignación de contratos de la CFE. Cabe señalar que algunas fuentes señalan a Orlando García Macias es el verdadero propietario de la mina, lo que solo va dejando rastros del turbio el manejo de la concesión y revela, una clara corrupción en la minera en el estado de Coahuila.
Basta de muertes y precarización
Cada muerte y derrumbe en minas, posos y cuevas, deja en evidencia como para el gobierno federal y regional, al igual que para las patronales, la industria minera en México representa un gran negocio que justifica la precarización y explotación laboral, siniestros, así como contaminación ambiental y despojo de tierras a comunidades enteras, un grave conflicto que por décadas han padecido con el saqueo diario de sus recursos.
No debemos olvidar que los procesos de privatización y entrega de concesiones fueron dados en sexenios del PRI y el PAN, y actualmente es el gobierno de la 4T el que exonera a las empresas responsables, les da protección a los propietarios de los pozos de carbón y de las empresas mineras, como Grupo México, dejando que los responsables de los crímenes contra mineros sigan en la impunidad.
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Para frenar estas muertes y garantizar la seguridad en la labor de los obreros en la minería, al igual que dar justicia para los mineros y familias de Pasta de Conchos, El Pinabete y ahora el Mezquite, es fundamental que las bases se unan en una organización democrática, con una gran movilización en las calles junto a sus comunidades, de la mano de toda la clase trabajadora, que fuerce a los gobiernos y patrones, condiciones seguras de trabajo que garanticen su integridad física y sus vidas, así como salarios dignos y plenos derechos laborales.
Pero no hay que olvidar la responsabilidad y el rol que debe jugar el Sindicato Minero dirigido por el senador de MORENA, Napoleón Gómez Urrutia. Es necesario que rompa la tregua con la 4T y haga un llamado a todas las secciones del país y demás sindicatos, a la más amplia unidad y movilización para conquistar estas, y todas las demandas de la base trabajadora minera.