La lucha de salud lleva más de un mes gracias a la resistencia de trabajadoras y trabajadores de todos los sectores en todos los hospitales y salas de la provincia. Frente a la arrogancia de de Alberto Weretilneck siguen profundizándose las medidas y las denuncias contra el gobierno provincial.
Miércoles 3 de abril 22:35
En un posteo publicado en redes sociales, las y los trabajadores de salud de la ciudad cordillerana denunciaron no solo las pésimas condiciones de trabajo en las que desempeñan su labor, sino también los sueldos miserables que cobran y la persecución que están sufriendo a raíz de su lucha.
«Las enfermeras y enfermeros de la ciudad de Bariloche queremos informar a la comunidad sobre la triste y angustiante situación que hoy estamos atravesando. Nuestra hermosa ciudad, ícono del turismo internacional con sus hermosos bosques milenarios, montañas cubiertas de nieve y lagos cristalinos, en la actualidad, esta ciudad tiene un hospital zonal completamente precarizado con una infraestructura deficiente, falta de insumos y con un recurso humano que hoy tiene un salario miserable.
Para dar un ejemplo, un enfermero cobra 350.000 pesos, un mucamo o mucama 300.000, un técnico o técnica de laboratorio 380.000, un kinesiologo 470.000, un administrativo 300.000 y un médico, con dedicación exclusiva, 600.000.
Esta lucha comienza hace mas de un mes con paros y movilizaciones las cuales se han mantenido y profundizado al pasar los días por que no fuimos escuchados por el gobierno. A pesar de las distintas protestasy reclamos, en los distintos medios, habiendo sido escuchados y recibidos por las distintas organizaciones y la comunidad en general, los únicos que nunca escucharon el reclamo ni se presentaron a un diálogo formal a fin de encontrar una solución al respecto son las autoridades provinciales.
Pero en cuestión de perseguir, amenazar y amedrentar a los empobrecidos trabajadores no escatimaron presupuesto ni voluntad para reprimir administrativamente la legitima protesta. Dentro de las medidas y pautas establecidas por la ministra de salud encontramos:
Derivación de pacientes. Derivaron pacientes a los distintos centros de salud de la ciudad.
Fiscalización de enfermeros de cada servicio. Siendo las ocho horas fiscalizaron cada servicio tomando nota de los enfermeros presentes en cada unidad del turno mañana comprendido entre las seis a las catorce horas a fin de configurar el presunto abandono de funciones y cubrimiento de guardia.
Notificación de instrucción sumaria: Para notificar a los trabajadores de la instrucción sumarial sacaron UNA AMBULANCIA del servicio de emergencia pública con su respectivo choffer que, acompañado de un efectivo de la policía de Río Negro, recorrieron la ciudad a fin de notificar en el domicilio particular de cada enfermero o enfermera, de la instrucción sumaria iniciada en su contra. Cabe destacar que todos los trabajadores se encontraban en las instalaciones del hospital, disponibles para el servicio y conformando la asamblea permanente.
El día 20 de marzo, mismo día de la manifestación, el servicio de maternidad se vió obligado a cerrar sus puertas ya que ese mismo día el techo se encontraba en condiciones estructurales ineficientes y con condiciones eléctricas ineficientes, las cuales pusieron en riesgo la vida de una paciente que se encontraba internada en trabajo de parto.
Las autoridades tenían pleno conocimiento de la crisis y nuestro justo reclamo. Aún asi no arbitraron medida alguna tendiente a destrabar el conflicto. El día 19 de marzo se encontraba en la ciudad de Comallo. Aún asi siguió la indeferencia y la arrogancia de las autoridades en las cuales el gobernador el día 22 de marzo nos invita a conseguir otro empleo en declaraciones a los medios. En medio de la crisis, nuestro actual salario nos condena a nosotros y a nuestro grupo familiar a la indigencia, atentando contra los derechos y garantías establecidos en la constitución nacional y tratados internacionales. Invitamos a las autoridades a vivir con nuestro salario para que puedan comprender y experimentar el grado de angustia y desesperación que estamos viviendo. En estas condiciones no podemos continuar.»
Frente a los amedrentamientos, el ninguneo y las amenazas que están sufriendo por parte del gobierno de Alberto Weretilneck se hace urgente rodear de solidaridad la lucha que están sosteniendo las y los trabajadores de salud en toda la provincia, no solo en reclamo de recomposición salarial sino también por una salud pública de calidad para las mayorías populares.
El camino para vencer pasa por la unidad de todos los sectores en lucha y la exigencia a las centrales sindicales de un paro general hasta derrotar el plan de pobreza y saqueo que los gobernadores vienen llevando adelante en línea con el gobierno de Javier Milei.