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Red Internacional
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Inflación. Duro golpe a los bolsillos populares: la inflación de alimentos fue de 251,3 % anual en 2023

La inflación de alimentos y bebidas no alcohólicas se disparó en diciembre a casi 30 % mensual, muy por encima de la inflación promedio. Así, los precios acumularon una suba en el año 2023 de 251,3 %. La "liberalización" de precios de Milei benefició a grandes alimenticias y supermercados y es un golpazo sobre los sectores de menores ingresos que incrementa la pobreza. Cuáles son los alimentos que más se encarecieron el último mes.

Jueves 11 de enero 21:07

Inflación de alimentos fue de 29,7% en diciembre. La "liberalización" de precios de Milei benefició a grandes alimenticias y supermercados. Foto: Telam.

Inflación de alimentos fue de 29,7% en diciembre. La "liberalización" de precios de Milei benefició a grandes alimenticias y supermercados. Foto: Telam.

Si la inflación de diciembre en 25,5 % es una barbaridad, más aún lo es la suba que tuvieron los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, de 29,7 % mensual. Se trata de un componente fundamental en la canasta de consumo de los sectores de menores ingresos, que dedican la mayor parte a alimentos.

De acuerdo al Indec, dentro de las subas se destaca el aumento de precios en Carnes y derivados, y Pan y cereales.

Entre los primeros 10 alimentos y bebidas que más treparon en diciembre en el Gran Buenos Aires (GBA) se encuentran: el limón (69%), Aceite de girasol (57%), arroz blanco simple (53%), Harina de trigo común (52%), Tomate entero en conserva (51%), detergente líquido (49%), champú (48%), pañuelos descartables (46%), Asado (44%) y lavandina (43%). Todos por encima del 40 % mensual.

La escalada de precios es un golpe al bolsillo de la clase trabajadora. Los más afectados son los sectores informales que en octubre pasado habían perdido un 44,1 % de poder adquisitivo con respecto a 2016, ahora la situación es bastante más crítica.

La inflación no es un fenómeno "neutral", que afecta a todos por igual. Mientras los grupos económicos concentrados han logrado sacar una ventaja y aumentar sus ganancias, la clase trabajadora sufrió un deterioro de sus salarios e ingresos.

La suba de precios fue deliberada: una política criminal de Milei y Caputo

Sobre una inflación ya muy desatada y elevada que había dejado el gobierno del Frente de Todos, por encima del 10 % mensual, Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo (junto con Federico Sturzenegger en las sombras, porque toma decisiones sin ninguna designación ni responsabilidad política), impulsaron una política criminal de “shock” para acelerar la inflación y dar un golpe a los salarios, jubilaciones e ingresos populares. El resultado: terminar de consolidar una inflación acumulada de 251,3 % en alimentos en 2023, 40 puntos por encima del nivel general.

Conscientemente de esto, eligieron hablar de "precios reprimidos", de "inflación reprimida", de amenazar con una hiperinflación, para llevar adelante una política de liberalización y "desregulación" de los mercados y de transferencia de ingresos de los sectores populares a los los grandes empresarios.

Primero con la devaluación de 55% (salto del dólar oficial de 118%) que rápidamente se trasladó a precios, luego con tarifazos (que recién empiezan y van a ser cada vez mayores), la eliminación del paliativo de "Precios Justos" y la derogación de la ley de góndolas y la ley de abastecimiento en el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Milei, tan controvertido como antipopular. A esto hay que sumar la liberalización de las prepagas y de los medicamentos.

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Pero es mentira que esa "libertad de mercado" regularía el precio a la baja. La "libre competencia" no existe, las empresas se reúnen y acuerdan incrementos, mientras los sectores populares no pueden elegir dejar de comprar comida y alimentos de primera necesidad. Juegan con el hambre de millones.

A la larga (muy larga) la inflación se desacelerará a base de recesión, porque la pérdida de poder adquisitivo y la caída del consumo frenará las subas de precio. Es decir, porque estaremos peor, y no mejor. Esa es la apuesta del Gobierno.

El impacto de estas medidas, que aún tendrán efectos por varios meses más, estaría llevando al indicador de pobreza a niveles similares del año 2002, del 60 % de la población.

¿Cuál es el objetivo? Acumular dólares para pagar la deuda al FMI y los especuladores. La vieja historia del país. "Pagar la deuda a costa del hambre y sed de los argentinos", al decir del expresidente de la oligarquía, Nicolás Avellaneda.

Este 24 de enero hay una gran oportunidad para enfrentar estos ataques y realizar un gran paro nacional con movilización, que se sienta la enorme fuerza social de la clase trabajadora. Así como exigir a la CGT y CTA un plan de lucha serio hasta tirar abajo el DNU, la ley ómnibus y todo el plan de ajuste de Milei y el FMI.

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