Una polémica con un espacio que, pese a mostrarse activo, poco viene haciendo realmente contra el ajuste y los despidos en la localidad gobernada por Martiniano Molina.
Miércoles 22 de junio de 2016 08:41
Imagen: FB Frente ciudadano Quilmes
Quilmes es uno de los lugares donde el Frente Ciudadano aparece como "más activo", aunque nació cruzado por las internas locales entre los sectores ligados a Aníbal Fernández y el “Barba” Gutiérrez. Integrado por Juntos por Quilmes (bloque de concejales del FpV), sus aliados de Nuevo Encuentro, sectores sindicales ligados a ambos como la agrupación Walsh, los Curas en la Opción por los Pobres y otras organizaciones sociales, la convocatoria ideada por Cristina Fernández realiza foros, charlas y las famosas plazas con las que supuestamente se estaría ejerciendo la “resistencia con aguante".
Más allá de lo declamativo, el Frente Ciudadano hizo muy poco. Apenas se destaca una multisectorial contra el tarifazo impulsada por Juntos por Quilmes -su pata pegotista- que, por otra parte, no se hace cargo de los doce años en los que el kirchnerismo premió con subsidios a las mismas empresas que hoy el macrismo premia con los tarifazos.
Pero donde el Frente Ciudadano -el espacio supuestamente creado para "unir a todos los que están peor"- prácticamente no existió fue en las luchas obreras contra los despidos como las de Eitar y Finexcor, una de las expresiones más brutales del ajuste macrista. El enorme aparato de un partido que gobernó por décadas el distrito y la provincia, sus bloques de diputados y concejales, su poder sindical e influencia en las más variadas instituciones, no puso nada de esto al servicio de estas luchas claves. ¿Fue para no contradecir a la conducción de la UOM, una de las patas del Frente, que se empecinó en no convertir en una causa local y nacional el reclamo de los trabajadores de Eitar?
Lo más cerca que estuvo el Frente Ciudadano de Eitar y Finexcor fue con una participación destacada... en una misa convocada por el Obispado contra los despidos, por otra parte llamada cuando los conflictos prácticamente estaban finalizando.
Lejos de la resistencia, el Frente Ciudadano no tiene ningún plan para evitar que Quilmes siga siendo el laboratorio del ajuste macrista en el que se convirtió desde enero. Apenas acciones declamativas y alguna misa, cuando no son bomberos directos en las luchas como en el caso de la conducción de la UOM. Una oposición que es una verdadera garantía (cómplice) de gobernabilidad y que está lejos de la imagen de heroica resistencia que pretende endilgarse un sector del kirchnerismo en medio de la crisis originada entre sus filas por el lanzador de bolsos llenos de dólares en los conventos.
Hace falta fortalecer y organizar la lucha contra el ajuste y los despidos. Es necesario convocar a una reunión de sindicatos combativos, agrupaciones de trabajadores ocupados y desocupados, centros de estudiantes, organismos de derechos humanos, agrupaciones de mujeres y partidos políticos para que los trabajadores y los sectores populares puedan enfrentar nuevos ataques del gobierno y las patronales y triunfar.
La solidaridad del Suteba, otros gremios y centros de estudiantes con los trabajadores de Eitar, el espacio contra los tarifazos de Macri, Vidal y Martiniano que también denuncia la política que tuvo el kirchnerismo a favor de las patronales de las empresas de servicios, son antecedentes importantes en este camino.