En memoria de los trabajadores de la Automotriz General Motors Silao que han fallecido por Covid-19 a causa de la negligencia de la trasnacional. [1]
A finales de marzo de 2020, el biólogo Robert G. Wallace, en conjunto con un equipo de especialistas, lanzaron una teoría donde esbozan el surgimiento y propagación de enfermedades que se presentan en el capitalismo actual, tales como el Covid-19. [2]
Dicha teoría señala correctamente diversos factores que determinan la aparición y propagación del SARS-CoV-2. Queremos destacar uno de especial relevancia que es excluido de los análisis oficiales: los circuitos del capital. En México, tales circuitos están anclados a la economía de EEUU. Para 2018, el 77 % de las exportaciones se realizaban con el país del norte (ver gráfico).
Básicamente, los sectores más dinámicos de la economía mexicana son una extensión (subordinada) del aparato productivo de Estados Unidos. Somos parte de las cadenas productivas organizadas en torno a las trasnacionales y las necesidades de la economía estadounidense, en las que destacan “el sector automotriz, maquinaria y equipo mecánico, eléctrico, electrónico, de computación, industria química y la siderúrgica”. [3]
El aparato productivo mexicano está, en sus ramas más dinámicas, volcado a la exportación, centrado en unos pocos nichos productivos. Es por ello que determinados autores consideran que el patrón de reproducción de capital [4] sea denominado patrón exportador de especialización productiva, más no patrón de reproducción neoliberal, pues el primer concepto designa esta característica del capitalismo dependiente mexicano y el segundo término no. [5]
Con la llegada del nuevo gobierno, no ha cambiado para nada este patrón de reproducción de capital. Para muestra un botón, en 2019 el 90 % de las exportaciones seguían vehiculizadas por las Industrias Manufactureras, el 7 % por la Minería y el 3 % por la Agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza. [6]
La dependencia a las cadenas de suministros del país del norte, fue la que impuso el levantamiento prematuro del confinamiento para las empresas pertenecientes a estos eslabones de la producción. Las fuerzas del capital determinaron la política del gobierno lopezobradorista, es así que el 1 de junio de 2020 se levantó la cuarentena para las manufacturas, se incorporó a la lista de actividades esenciales la construcción, la minería y la fabricación de equipo de transporte. [7]
¿Ha impactado esta reapertura al aumento de contagios de Covid-19? La cifra es brutal, el 93 % de los contagios se han dado durante la llamada Nueva Normalidad (que inició aquel 1 de junio), eufemismo que se le dio a la política para legitimar la reapertura de la industria de exportación y que ha jugado un papel relevante en la forma de propagación y distribución de los contagios, como mostraremos.
Si bien es cierto que la propagación del virus se da por diversos factores en su interrelación, nuestro análisis tiene la intención de responder la pregunta ¿contribuyó la reapertura de la industria exportadora a la forma de propagación de contagios de COVID-19?
Con base al análisis de datos que recabamos del INEGI y del Proyecto COVID-19, [8] señalemos una primera relación. Para equiparar los datos —por entidad— entre el periodo denominado de Sana Distancia (hasta el 31 de mayo de 2020) y la Nueva Normalidad (del 1 de junio al 31 de diciembre de 2020, siete meses), comparamos los porcentajes de contribución con respecto al total de contagios confirmados, [9] así como su incremento.
Como se aprecia, con la Nueva Normalidad la contribución porcentual se modificó sustantivamente. Por ejemplo, la CDMX pasó de contribuir con el 27.59 % de los contagios (más de la cuarta parte del total), al 17.77 %; similar reducción ocurrió con el Estado de México. Lo que se aprecia en la tabla es un reordenamiento, entidades con poco índice de contagios aumentaron súbitamente con la Nueva Normalidad, tales como Nuevo León, Guanajuato, Coahuila, Jalisco o San Luis Potosí. [10]
El país se puede partir en dos, entre aquellas entidades que aumentaron su contribución a los contagios con la Nueva Normalidad y aquellas que disminuyeron. Como se aprecia, de 14 entidades que disminuyeron su contribución porcentual en contagios, 12 se encuentran en la región centro-sur del país; mientras que de 18 entidades que aumentaron, 16 se sitúan en la región centro-bajío-norte del país, justo donde se concentra la industria de exportación.
Las exportaciones y su relación con el PIB, aproxima la importancia del aparato productivo de exportación para la economía nacional. Para 2008, México era la economía de exportación más grande de toda Latinoamérica, muy por encima de Brasil y Argentina. Comparándola con las economías más dinámicas de la región, sus exportaciones representaban el 40.2 % de su PIB, sólo por debajo de Chile, cuyas exportaciones representaban el 73.6 % de su PIB. [11]
Las 14 entidades con mayor exportación en 2019 —“el norte del país”— (ver gráfica), contribuyeron con el PIB nacional en un 57.2 %. Sin contar con la Ciudad de México (que contribuyó con el 16.1 % al PIB) las restantes 17 entidades —“el sur del país”— contribuyeron apenas con el 26.5 % al PIB. [12]
A excepción de Campeche (Estado petrolero), la región exportadora, la más dinámica del país, está asentada en el centro-bajío-norte. Además, sus exportaciones también representan gran parte de su PIB, es decir, son economías locales volcadas a la exportación, en las que destacan Chihuahua, Coahuila y Baja California.
Ahora, veamos cómo se comportan las entidades donde se concentra la industria de exportación, con las entidades que incrementaron su contribución a los contagios durante la Nueva Normalidad.
De 14 entidades con la mayor exportación del país, 11 aumentaron su contribución porcentual a los contagios durante la Nueva Normalidad: Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Puebla. Durante el periodo denominado de Sana Distancia, estos Estados contribuyeron con el 18.61 % del total de contagios, durante la Nueva Normalidad (hasta el 31 de diciembre de 2020) aumentaron al 41.33% (ver gráfico).
De las 11 entidades con mediana exportación, 4 incrementaron su contribución a los contagios: Durango, Zacatecas, Michoacán y Yucatán; de contribuir con el 4.87 % durante el periodo de Sana Distancia, incrementaron al 8.45 % en la Nueva Normalidad. Y de las 7 entidades con la industria de exportación más pequeña, 3 aumentaron la contribución en contagios: Baja California Sur, Colima, y Oaxaca; de 2.42 % incrementaron al 4.2 % para los mimos periodos, respectivamente.
Las 14 entidades que concentran las exportaciones en el país, también concentran el 58.6 % del trabajo asalariado, de 35.8 millones en el país, 21 millones se encuentran en esta región. [13] De estos, 14.3 millones de asalariados se encuentran en las zonas que incrementaron su contribución porcentual en contagios. Es decir, no es menor la población asalariada que ha estado en riesgo ante la negligencia y reapertura de la industria de exportación.
Durante el confinamiento de los dos primeros meses (la Jornada de Sana Distancia), las empresas de exportación se valieron de los despidos, recortes salariales o los paros técnicos para contrarrestar sus pérdidas. Sin embargo, esto no fue suficiente, ya que los diferentes mecanismos de la acumulación de capital tienen su sustento material en la explotación de trabajo vivo, [14] que se da mediante la producción mercantil, semiparalizada por la “cuarentena”. Ante lo cual, se levantó el confinamiento y se mostró nuevamente que las diversas enfermedades que afectan a la población trabajadora, como el Covid-19, son una condición de vida del capital. [15]
En resumen, el conjunto de estos datos muestra y esboza una relación entre la reapertura del aparato productivo de exportación y la forma en que se ha propagado el COVID-19 en México, sin embargo -como señalamos- no aseveramos que sea el único aspecto que contribuye a la propagación del virus, pero sí uno que salta a la vista.
En un periodo de siete meses (de reapertura de la industria de exportación), la redistribución de los contagios cambio radicalmente con respecto a los dos primeros meses desde que llegó la pandemia al país: 1) los contagios se dispararon y 2) se desplazaron a la región exportadora. Por lo que es sensato concluir que los circuitos del ciclo del capital en México [16] han jugado un papel relevante en la propagación del virus.
Es así que responsabilizar a la población tiene un claro interés de clase por ocultar uno de los factores centrales en la propagación de los contagios de Covid-19: los circuitos del capital en México. Es decir, la responsabilidad por el aumento de contagios recae principalmente en las clases dominantes, que vehiculizaron la política criminal de la reapertura de la industria de exportación con el aval del gobierno en turno.
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