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Red Internacional
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Reino Unido. El Gobierno británico anunció una histórica ley anti huelgas frente a oleada sin precedentes

La ley que impondría un "servicio mínimo" busca frenar la oleada de huelgas frente al aumento de costo de vida, que incluye a sectores estratégicos de trabajadores.

Domingo 8 de enero de 2023 12:13

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El jueves pasado, el gobierno británico anunció nuevas leyes anti huelga que introducen la obligación de mantener un "servicio mínimo". Frente a una sucesión de huelgas sin precedentes, en un contexto de agravamiento de la crisis económica, el gobierno de Rishi Sunak lanzó una ofensiva histórica contra el derecho de huelga.

La inflación en el Reino Unido ya se acerca al 11 % para el año 2022. Frente a ello, los trabajadores británicos vienen movilizándose para defender aumentos salariales con una sucesión de huelgas sin precedentes desde el verano pasado. Estas movilizaciones se han intensificado en los últimos meses, sobre todo con las huelgas del sector sanitario, como la primera huelga del personal hospitalario.

En este contexto, el primer ministro, Rishi Sunak, anunció el jueves nuevas leyes anti huelga dirigidas directamente contra los sectores que están en el origen de las grandes huelgas actuales. Se trata de un ataque frontal a los derechos democráticos de los trabajadores que el gobierno de Rishi Sunak se dispone a presentar "en las próximas semanas" al Parlamento.

Entre otras cosas, la ley impone un "servicio mínimo" a los trabajadores del transporte, la educación, la sanidad, los bomberos y del desmantelamiento de centrales nucleares. De lo contrario, las huelgas podrían considerarse ilegales, lo que daría a los empresarios la posibilidad de despedir a los empleados y demandar a los sindicatos.

La aplicación de "servicios mínimos" consiste en obligar a los trabajadores a trabajar durante una huelga, lo que es lo mismo que suprimir el derecho de huelga. Sería una herramienta devastadora para que el gobierno y los empresarios británicos puedan aplastar cualquier resistencia, asegurándose de que las huelgas no puedan construir un poder real parando el trabajo por completo.

Tras llamar a más de 1.200 militares para romper la huelga de ambulancias durante las vacaciones de Navidad, el gobierno conservador demuestra una vez más que hará cualquier cosa antes que ceder a las legítimas reivindicaciones de los huelguistas.

Además, el derecho de huelga ya está muy restringido en el Reino Unido. Numerosas leyes anti sindicales exigen, por ejemplo, que los sindicatos celebren referendos que obtengan una mayoría de votos a favor para poder notificar legalmente una huelga. Esto obliga a avisar con antelación de cualquier acción de huelga, con lo que la huelga pierde su forma espontánea. Si este arsenal anti huelga del que ya disponen el gobierno y la patronal permite limitar fuertemente la acción de los trabajadores, la posibilidad de instaurar "servicios mínimos" marcaría un ataque sin precedentes al derecho de huelga.

Frente a esta amenaza impulsada por Rishi Sunak, urge construir una respuesta acorde. Para construir una relación de fuerzas a la altura de las circunstancias, será necesaria una movilización general, al revés de la lógica corporativista a la que se aferran actualmente las direcciones sindicales británicas. Sólo la convocatoria de una huelga general indefinida podría hacer retroceder al gobierno en su ofensiva autoritaria y podría permitir a los trabajadores británicos obtener progresos reales en materia salarial.