El presidente del Gobierno y los ministros de Vivienda y Economía se reunían ayer 11 de abril con representantes del sector inmobiliario y la banca para “impulsar la vivienda asequible”. La fórmula es darles facilidades para construir más y más rápido. ¿Acaso se puede impulsar vivienda asequible con los grandes especuladores que tienen en sus manos 3,4 viviendas vacías?
Viernes 12 de abril
El pasado 8 de abril, Pedro Sánchez anunciaba en el Consejo de ministros la retirada del visado de oro, una herramienta que da el visado de residencia a inversores de más de 500.000 € en bienes inmuebles, como una medida para “tomar las medidas necesarias para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un mero negocio especulativo”. Pero ¿qué hay detrás de esto?
La medida de retirar el visado de oro no es más que una medida de maquillaje, otra de muchas que acumula el “progresismo”, para lavarse las manos de los desahucios que autorizan, los rescates a grandes empresas que realizan y la defensa de fondos buitre extranjeros y la banca cuando son los principales culpables del aumento del precio de la vivienda.
Pero esta medida aparte de ser maquillaje también es una verdadera cortina de humo por parte del gobierno que, cuatro días después, anunciaba a través de la Ministra de vivienda, Isabel Rodríguez, que “queremos que los promotores privados participen de la oferta de alquiler y de vivienda asequible. Aquí hay negocio”. Y sí, hay negocio para el gobierno y la casta de políticos del régimen y para los capitalistas, para la clase trabajadora hay precariedad.
Ayer mismo, 11 de abril, El presidente del Gobierno y los ministros de Vivienda y Economía se reunían con representantes del sector inmobiliario y la banca para, según el Gobierno, “impulsar la vivienda asequible”. A pesar de tener este objetivo la reunión, los agentes sociales simplemente tuvieron una presencia testimonial, mientras que los especuladores de la banca, grandes propietarios y fondos buitre fueron los grandes beneficiarios de dicho encuentro como destacaba el Sindicat de Llogateres, se trataba de “una reunión principalmente empresarial. “
El @PSOE no crida a Malboro per acordar les polítiques antitabac, però tira de la patronal immobiliària per decidir com abordarà la crisi de l'habitatge.https://t.co/ibuYr1v73Z
— Sindicat de Llogateres i Llogaters (@SindicatLloguer) April 11, 2024
La resolución del gobierno ha sido la creación de nueva oferta de vivienda y la garantía de dar licencias rápidas para iniciar promociones de vivienda, un plan perfecto para las grandes constructoras. Se olvida el gobierno que hay más de 3 millones de viviendas vacías en el territorio del Estado, es decir, el 14% de las viviendas en el Estado, eso sin contar que 340.000 viviendas se dedican al turismo.
¿Por qué no empezar dedicando estas viviendas a vivienda social? Claro está que para eso habría que sacar estas viviendas de manos de los bancos y fondos buitre y destinarlas a alquiler social y no es algo que ni se haya planteado, ni se plantee, el Gobierno “progresista”. Lo que se propone es construir más con más facilidades a quienes especulan con las actuales viviendas vacías.
Esta idea de construir más, aparte de repetir de manera consciente el ciclo de la burbuja inmobiliaria de principios de milenio, se alinea a la perfección con la modificación de la ley de suelos del pasado 26 de marzo por parte del gobierno y a la que parece que no le dieron tanta comparsa como a los discursos hipócritas de los representantes del gobierno. Esta modificación da una seguridad jurídica a las constructoras y grandes propietarios.
El problema del acceso a la vivienda no es la falta de vivienda porque hay, sino son sus precios, los bajos salarios, la especulación… Y en el caso de que fuera necesario construir nueva vivienda destinada a un parque público de vivienda social esto no puede venir de la mano de grandes constructoras e inmobiliarias que construyan casas para seguir haciendo negocio y elevando los precios.
La [Ley de vivienda se muestra inútil ante el problema de la vivienda y el gobierno pretende parchearla con créditos para que los jóvenes de menos de 35 años nos hipotequemos de por vida como hicieron nuestros padres para que tenga sentido el plan de construir más, contribuir a la creación de una burbuja que pagaremos, como siempre, la clase trabajadora.
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Si queremos acabar con el problema de la vivienda la solución no es hacer más ricas a las constructoras con planes de construir más para facilitar que los grandes propietarios consigan acumular más en sus manos con lo que especular. Si hay 3.4 millones de viviendas vacías, éstas deben ser expropiadas y puestas a disposición de las necesidades sociales, así como la expropiación de todos los grandes propietarios, bancos y fondos buitre para poner la vivienda como un bien social administrada por inquilinos. También debe construirse más, pero a costa de la imposición de impuestos progresivos a los bancos, fondos buitre y grades constructoras para financiar la creación de un parque de vivienda social y de calidad que dé respuesta a la demanda social. Debemos también condonar todas las hipotecas de los pequeños propietarios de una sola vivienda para que todos tengan su propia vivienda. En resumen, dejar de poner en el centro la ganancia de los capitalistas y especuladores como vienen haciendo los gobiernos progresistas; y poner en el centro las necesidades sociales.