Virginia Pescarmona @virpes
Martes 4 de febrero de 2020 10:13
En el día de ayer desde la página de la DGE se expuso el comunicado de la presentación de las políticas educativas para el nuevo ciclo escolar del 2020 que sería en un “Auditorio” pero no especifica que pertenece a una iglesia evangélica (Auditorio Alameda).
Thomas, que no sólo está a favor del ítem aula, proviene de una institución privada y opina que las evaluaciones estandarizadas son un pie fundamental para la educación que promulga la DGE.
Ahora pretende ligarse a la iglesia evangélica pasando totalmente por alto la laicicidad de la educación pública presente de forma manifiesta en la Constitución
provincial.
Tanto el gobierno provincial como el gobierno nacional intentan crear alianzas políticas con la iglesia evangélica, ya que implica ampliar los mecanismos de contención mientras pasa el profundo ajuste de miseria bajo el régimen del FMI. Por ejemplo, Magario, la intendenta kirchnerista de La Matanza, creó el “Día de las iglesias evangélicas” como un verdadero gesto de disposición a negociar con un sector totalmente caracterizado como antiderechos. Incluso el presidente, Alberto Fernández, se reunió con ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina) a pocos días de su asumir, con el objetivo de discutir un “plan contra el hambre” y contar con la colaboración de estas instituciones. A cambio, implica dar lugar a las iglesias de mantener una influencia en las políticas de (no) implementación de la ESI o avanzar en el derecho al aborto legal.
A pesar de que en Mendoza constitucionalmente la educación sea “laica”, la realidad es que en la práctica el estado provincial deja mucho qué desear; la iglesia católica tiene una fuerte influencia y las escuelas están llenas de imágenes religiosas, además de influir directamente en la aplicación de la ESI (que depende, más de los directivos y su consentimiento, que de priorizar una herramienta fundamental para la problematización y la prevención de abusos y violaciones).
Si la idea es ampliar este tipo de alianzas con otros sectores religiosos, como los evangélicos, entonces es claro que habrá más trabas para aplicar la ESI ya que estos sectores llamaron a rechazar rotundamente dicha herramienta.
Es por esto que lxs trabajadores de la educación y desde el SUTE debemos mantenernos en alerta para defender la educación pública, laica y gratuita con contenido científico y rechazar toda injerencia de cualquier iglesia en un ámbito estatal; y continuar la lucha por la Separación de la Iglesia y el Estado.
Virginia Pescarmona
Docente, Corriente 9 de abril/Lista Bordó, Mendoza