Hipocresía imperialista. El Gobierno francés y Total importan más petróleo ruso para quebrar la huelga de las refinerías

Si bien el paro de refinerías ya lleva dos semanas en Total, el Gobierno de Macrón y el gigante energético han utilizado varios de sus comodines para evitar la escasez de combustible en el país. Después de haber comenzado por utilizar stocks estratégicos, creados en la década de 1920 con fines militares, el gobierno, presionado por la oposición y en particular por la derecha, terminó sumando a su arsenal el arma de las requisas.

Pero antes de llegar a esta herramienta, que es muy efectiva pero también muy costosa políticamente para el gobierno, se decidió incrementar las importaciones de combustibles de otros países, además del uso de stocks estratégicos. A principios de octubre, Total decidió importar combustible de Kuwait. Pero el país del Golfo Pérsico no es el único al que se ha pedido atajar la crisis social que vive Francia, ya que Rusia también incrementó sus exportaciones. De hecho, según datos de la consultora británica Vortexa, obtenidos por L’Humanité, mientras que hasta ahora el 17% de las importaciones de gas de Francia procedían de Rusia, estas aumentaron un 40% la semana del 2 de octubre.

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Sin embargo, en febrero de este año, Total anunció que "había renunciado a cualquier operación comercial en los mercados al contado relacionados con el petróleo o los productos derivados del petróleo rusos". De la misma manera, la compañía anunció el 22 de marzo: "Total Energies está tomando unilateralmente la decisión de no celebrar o renovar contratos para la compra de petróleo y productos petrolíferos rusos, con el fin de detener todas las compras de petróleo y sus derivados rusos lo antes posible".

Por el lado gubernamental, Macron también se destacó en el desarrollo y aplicación del nuevo paquete de sanciones adoptado por la Unión Europea el 6 de octubre y que prevé la prohibición de las importaciones de petróleo ruso a partir del 5 de diciembre y las de productos refinados a partir del 5 de febrero. Una política imperialista y que va acompañada de un discurso rusofóbico en Europa.

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Denunciando la "incoherencia y la hipocresía" de Total y del gobierno, Emmanuel Lépine, secretario de la Federación Nacional de Industrias Químicas (FNIC) en la CGT, explica a L’Humanité: "Las capacidades de refino en Francia no son suficientes para satisfacer la demanda interna. Estamos por debajo de la capacidad. De ahí estas importaciones de productos refinados del petróleo que ya experimentan picos cuando las refinerías se encuentran en funcionamiento degradado, por motivos de mantenimiento o en situación de huelga como ocurre actualmente".

Una vez más, queda demostrada la hipocresía de quienes quieren castigar a Rusia haciéndole pagar a su población por un lado y por otro buscan romper la huelga por cualquier medio. La huelga petrolera en Francia está poniendo de manifiesto todo el cinismo y la hipocresía imperialista del gobierno y las patronales.

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