El Gobierno porteño quiere incinerar los residuos, con el supuesto objetivo de recuperar energía. Para ello, eligirá las zonas más carenciadas donde instalar la maquinaria. Un crimen ambiental y social.
Lunes 21 de mayo de 2018 10:09
La iniciativa fue firmada por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli. Con el argumento del colapso de residuos y la falta de lugar en los próximos cinco años, el gobierno optó por la opción de la quema de basura. O el sistema de combustión con recuperación energética o termovalorización. Extendiendo el plazo límite para dejar de tirar artículos reciclables o aprovechables.
El proyecto consiste en la modificación de la ley Basura Cero. Con la reformulación del artículo 7° de esa norma, que prohíbe "la combustión, en cualquiera de sus formas, de residuos sólidos urbanos con o sin recuperación de energía". Según la información no oficial que circula, se provee de la disposición de tres plantas, en las cuales una de ellas será en la Comuna 8 de Villa Lugano. Mientras las otras dos, se estima que será en el sur del conurbano y la restante en el norte de la provincia. Casualmente los lugares seleccionados corresponden a los sectores más vulnerables y golpeados por las políticas que viene implementando el Gobierno. No extraña que no haya escogido para eso, barrio como Recoleta o Belgrano.
El bloqueo informativo por parte del gobierno porteño fue denunciado por la legisladora Myriam Bregman del PTS/Frente de Izquierda junto a otros legisladores, cooperativistas y ambientalistas mostrando el plan para manipular la opinión pública a través de la pauta oficial.
Diversas organizaciones ambientalistas plantean su desacuerdo con el proyecto, por la contaminación que trae aparejado, generando serios daños al medio ambiente y los biosistemas.
Entre los contaminantes tóxicos que se liberan al aire al producirse la quema, se puede encuentran dioxinas y furanos (sustancias altamente cancerígenas, resistentes a la degradación y que tienden a bioacumularse en el ser humano), plomo, cadmio, mercurio, gases de efecto invernadero, gases ácidos y partículas finas. Además, de contaminar el aire, tanto gaseoso como articulado, pueden tener efectos negativos sobre los pulmones. Las partículas sólidas se pueden impregnar en las paredes de la tráquea, bronquios y bronquiolos. De esta manera, peligra la salud de los habitantes.
Así como también, peligran 6000 puestos de trabajo, que se verían afectados por la implementación de estas políticas. Ya que los residuos se redigirían a las propias plantas. Pasando por encima de las cooperativas que poseen un área designada para gestionar los residuos reciclables.
Según se detalló, el control de las plantas estaría a cargo de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (Ceamse), la Agencia de Protección Ambiental (APRA) y el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS). Aunque no se desestimó que el manejo pueda estar bajo empresas privadas.
El rechazo a la medida ya se hizo escuchar, y en los propios barrios, como el de Lugano, ya recorre el repudió generalizado.