Pobreza. El Gobierno porteño relevó 30% más de personas en situación de calle

Este miércoles se dieron a conocer los datos del Censo de Personas en Situación de Calle que realizó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el 11 de mayo. Los datos oficiales muestran que creció un 30% esta población, con 2500 personas relevadas, en relación al 2019 donde se relevaron unas 1147.

Sin embargo Organizaciones No Gubernamentales (ONG), movimientos sociales e instituciones que trabajan con esta población denuncian que estos números no expresan la realidad, y que lo que hace el gobierno de Rodríguez Larreta es invisibilizar a la población. Recordemos que en el 2019 frente al censo oficial, estas organizaciones hicieron su propio relevamiento donde detectaron unas 7251 personas con una emergencia habitacional.

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Hasta diciembre se estaba en conversaciones para realizar el censo en conjunto, pero finalmente no se llegó a un acuerdo, y el Gobierno porteño decidió realizar el censo sin avisar al resto de las organizaciones. La principal denuncia es que el relevamiento es solo unas cuatro horas desde una camioneta, lo que impide relevar a personas que estén circulando o se encuentren sin pertenencias en ese momento.

La diferencia central radica en que las ONGs desarrollan el relevamiento durante 4 noches consecutivas, lo que da un número radicalmente distinto entre ambos estudios, además de no poder zanjar las diferencias entre ambos para confluir en un único censo.

El informe final del censo estará en los próximos días, y allí se revelarán las condiciones sociales, económicas y laborales de las personas que viven en situación de calle y cómo impactó la pandemia de coronavirus en volcarlos a la exclusión absoluta en un contexto donde la pobreza trepó al 42% a fines de 2020, 6/5 puntos más que en diciembre de 2019.

Las organizaciones también denunciaron que antes del censo siempre aparecen medidas circunstanciales para “sacar” a las personas de la situación de calle. Horacio Ávila de la ONG Proyecto 7, que abarca varios hogares, expresaba a la Revista Cítrica: “Previo al censo, el Gobierno ofreció subsidios habitacionales inmediatos, y además se llevaron a las ranchadas a los dispositivos. Lo hacen todos los años antes que empiece el Operativo Frío. Hacen limpiezas –algunas represivas, por medio de Espacio Público– para que la geografía cambie completamente. Luego pasan los meses y las ranchadas se van reestableciendo paulatinamente”.

En este sentido el subsidio habitacional aumentó su monto en abril (de $ 5000 a $ 8000 para una persona sola), luego de más de 2 años de mantener los valores, se sigue manteniendo un mecanismo complejo para acceder a él y continúa sin alcanzar la mitad de lo que sale un alquiler.

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María Migliore, a cargo del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, órgano que releva y trabaja con esta población, declaró en varios medios que, de estas 2500 personas, solo quedan unas 1000 en calle efectiva, y que el resto ya ingresaron a centros de inclusión (paradores y hogares). En junio el ministerio lanzó el Operativo Frío que dura hasta fines de agosto, donde se abren otros paradores y se reparte comida y frazada por las calles solo por estos meses.

Aun así, muchos no quieren ir a estos centros, porque no pueden entrar más que con un bolso, no pueden salir a trabajar, se encuentran hacinados y se separan de sus familias, ya que lo que sería el único hogar para estas, nunca hay vacante. Aún no se informó la cantidad de niños y niñas que se encuentran en situación de calle.

Se recuerda el caso M. que sucedió en marzo, en ese momento, muchos se sorprendían de que, en la Argentina, y en particular en la Ciudad de Buenos Aires, la más rica del país, haya niñas y familias que viven en la pobreza y cartonean para subsistir.

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Existen muchas viviendas que están deshabitadas y no se utilizan para darle un techo a la población en situación de calle, chicas y chicos en situación de vulnerabilidad extrema. Casi el 10% de las viviendas en la Ciudad son ociosas, según un informe de Condición de Ocupación de las Viviendas, elaborado por el IVC junto a diez organizaciones.

El crecimiento de la población en situación de calle es expresión del aumento de la pobreza y la crisis de la vivienda que atraviesa al país, como se pudo ver en el 2020 en Guernica. Todos los indicadores registran que va a seguir empeorando esta situación y en la Ciudad más rica, las políticas para la población más vulnerada son inexistentes, y para peor se busca que esto ni siquiera quede en evidencia. En paralelo se vota cotidianamente en Legislatura mega planes inmobiliarios con fines especulativos, donde los negocios son para unos pocos, mientras que la mayoría se encuentra cada vez más hacinada o directamente sin contar con una vivienda.