Con más del 90% del voto escrutado, el PP ha ganado las elecciones con mayoría absoluta. El PSOE y Vox sufren duros fracasos electorales mientras Por Andalucía (IU-Podemos) logra a duras penas el grupo parlamentario y Adelante Andalucía logra representación con solo 2 escaños.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Domingo 19 de junio de 2022
El PP andaluz gana las elecciones con mayoría absoluta consolidando su hegemonía en Andalucía en una victoria que demuestra la debacle del PSOE-A en una derrota histórica que pone en crisis a la formación de Espadas. Vox apenas mejora sus resultados a pesar de apostar por uno de sus cargos pesados, mientras que Por Andalucía (IU-Podemos) logra a duras penas el grupo parlamentario y Adelante Andalucía logra representación con 2 escaños.
El PP consolida su proyecto en Andalucía
La victoria de Juanma Moreno por mayoría absoluta confirma la hegemonía del PP en Andalucía, lo que supone una grave derrota para un PSOE-A que consideraba que la anterior legislatura había sido un lapsus en su bastión tradicional. Moreno Bonilla consigue la mayoría en todas las provincias andaluzas incluida Sevilla, el feudo histórico del PSOE-A, lo que da cuenta de la importancia del éxito del PP en estas elecciones.
Con 57 escaños el PP logra un gobierno de mayoría absoluta que le evita tener que pactar con Vox y condicionar su estrategia de “moderación” estatal que defiende Alberto Feijoo. Esta victoria le permite gobernar en solitario y demuestra que el proyecto del PSOE-A se encuentra en una crisis histórica, en la que tras décadas de políticas neoliberales han sembrado el campo a un crecimiento de la derecha y la extrema derecha.
Juanma Moreno no sólo ha absorbido a Ciudadanos que ha desaparecido totalmente del mapa, sino que se ha alimentado de un trasvase de antiguos votantes del PSOE que han confiado en el candidato popular como opción de continuidad y estabilidad. Moreno habría conseguido presentarse como el “voto útil” frente a la extrema derecha y al mismo tiempo demostrar, apoyado en la realidad de 37 años de políticas anti obreras del PSOE, que no habría habido ruptura con el pasado en su legislatura, sino que es el mejor gestor para continuar el camino iniciado por el PSOE desde hace muchos años.
Moreno ha dirigido una campaña personalista en la que ha tratado de erigirse como un candidato “moderado” y tecnocrático que ha confiado el voto a su capacidad de gestión y al hecho de representar una opción solida frente a la crisis del PSOE-A y a la polarización de la extrema derecha. El PP ha hecho campaña ocultando sus propias siglas y el efecto de sus políticas al mismo tiempo que ha abrazado la bandera andaluza en un gesto significativo porque le habría arrebatado al PSOE la idea del andalucismo autonomista.
La subida de 26 escaños a 57 representa un crecimiento inmenso de la derecha en el que históricamente ha sido el bastión principal del PSOE en términos electorales y de gobernanza. Los efectos de esta victoria pueden ser un terremoto a nivel estatal cuando las distintas formaciones hagan su balance de lo ocurrido. El PP no solo podrá gobernar en solitario en Andalucía sin mayores complicaciones, sino que revela una tendencia importante de cara a unas elecciones generales donde Feijoo se ve reforzado por la victoria de su mayor pilar interno en el partido y de cara al conflicto con el PSOE.
PSOE: Derrota histórica ¿Crisis interna?
Los resultados de este domingo han conseguido empeorar lo que ya habían sido los peores resultados del PSOE-A en su historia, de los 33 escaños en 2018 a 31 en 2022 supone una profundización en la crisis de un partido que se ha visto sobrepasado por su propia actuación.
La derrota no puede achacarse únicamente a la mediocridad de su candidato, sino que esto último puede leerse como una consecuencia de la evolución de lo que ha sido el PSOE en Andalucía. Tras décadas de políticas neoliberales que han alimentado el crecimiento de la derecha y la construcción de un discurso españolista desde la Junta de Andalucía con ejemplos como el último gobierno de Susana Díaz, no es sorpresa que hoy en día el PP haya sido capaz de robar votos al PSOE. Por tanto, lejos de la excusa puesta por Espadas que acusa al PP de haber aprovechado el poder de la Junta para construir su campaña, habría que señalar que ha sido el PSOE en la Junta y en Moncloa quienes han abierto paso a la derecha.
Los resultados cosechados por Juan Espadas suponen un problema también a nivel interno. A pesar de que el propio candidato afirmaba que su estrategia incluía la posibilidad de perder una primera legislatura y ganar en la siguiente, el número de escaños propicia la crisis interna. Hay que recordar que Espadas es candidato tras un complicado congreso regional donde Pedro Sánchez tuvo que pelear para imponer a su elegido frente a Susana Díaz que peleó duramente. Esto podría poner en jaque su propio liderazgo a nivel interno y por tanto a la figura de Pedro Sánchez que deberá gestionar esta histórica derrota ante sus críticos.
El PSOE debe afrontar qué hacer ahora que han perdido en su bastión principal desde hace 40 años de cara a unas elecciones generales donde de confirmarse la tendencia de estas elecciones, podrían suponer resultados similares. Pero que vienen a confirmar el hecho evidente de que para muchos electores no ha habido grandes cambios entre un gobierno del PSOE y del PP porque ambos coinciden en lo fundamental.
Pinchazo de Vox
La campaña de la ultraderecha centrada en que iban a poder forzar su entrada al gobierno de la Junta de Andalucía se ha demostrado frustrada. Con apenas una leve subida de 12 a 14 escaños, no podrán obligar a nada a Juanma Moreno ya que este último tiene mayoría absoluta. Tras haber enviado a Macarena Olona como peso pesado del partido para continuar la tendencia de crecimiento de Vox desde 2018, los resultados suponen un importante fracaso para la formación de ultraderecha.
Vox protagonizó inicialmente la campaña mediante sus múltiples polémicas y estrategias discursivas, pero tras un primer debate en RTVE, su candidata desapareció 3 días del ojo público. Se inició un periodo de dudas sobre la viabilidad de los objetivos de su campaña, llegando Olona a afirmar que podrían ser primera fuerza política. Finalmente, la ultraderecha no podrá influir en el gobierno andaluz como era su objetivo y aunque ha crecido, parece no haber logrado disputarle un resultado significante en cuestión de base social a un PP que ha absorbido completamente a Ciudadanos y que se ha consolidado como primera fuerza por encima del PSOE.
Los resultados suponen un fracaso para la estrategia estatal de Vox que busca forzar estos gobiernos de coalición para tratar de disputar al PP la dirección del bloque de derechas y pueden representar que la ultraderecha se habría topado con su techo electoral. Por primera vez, Vox se ha pegado un batacazo respecto a las encuestas desde su despegue en 2018.
Por Andalucía: Sobrevive el grupo parlamentario
Por Andalucía, coalición dirigida por Izquierda Unida y Podemos, logra salvar los muebles y mantiene el grupo parlamentario con 5 escaños. Tras una campaña basada en reivindicar la figura de Yolanda Díaz y después de un desastroso nacimiento, la coalición neorreformista consigue no perder el grupo parlamentario. Sin embargo, el resultado puede resultar agridulce teniendo en cuenta que basaban su campaña en la posibilidad de un cogobierno con el PSOE y contaban con movilizar el voto abstencionista que finalmente se ha dado de lado, teniendo en cuenta que estas elecciones han sido las que menos participación han tenido.
Por Andalucía continúa la tendencia a la baja de Unidas Podemos y ha supuesto un primer experimento de cómo funcionará el Frente Amplio de Yolanda Díaz, una suma de aparatos políticos que compiten entre sí por sobrevivir. También expone una tendencia a que Izquierda Unida comience a hegemonizar el espacio tras la debacle de Podemos cuya debilidad territorial junto con estos resultados pone en peligro su existencia real en Andalucía.
Adelante Andalucía: El andalucismo de izquierdas consigue representación
Con 2 escaños, Teresa Rodríguez celebra obtener representación y plantea como una victoria haber logrado ser una fuerza que planta cara a la extrema derecha. Si tenemos en cuenta las encuestas iniciales, la coalición andalucista no ha mejorado tanto como se pensaba a lo largo de la campaña donde la figura de Rodríguez si consiguió obtener relevancia a pesar del boicot antidemocrático de Adelante Andalucía. A falta de un análisis más profundo de los resultados, la obtención de solo 2 escaños muestra por un lado que el espacio político mostró más límites de los que se especulaba, y de conjunto, un retroceso importante en relación al espacio representado por Teresa Rodríguez tras la ruptura con Izquierda Unida y Podemos, que obtuvo 17 escaños en 2018 y 11 de ellos se ubicaron con el sector de Rodríguez.
Adelante Andalucía tuvo que hacer frente a varios obstáculos antidemocráticos por parte de IU-Podemos, y ha sabido manejar una potente campaña mediática aprovechando el capital político de su candidata. Construyéndose como la opción crítica ante las políticas antiobreras del gobierno PSOE-UP, han aparecido con voz propia en los debates. Con límites claros que hemos analizado en otro lugar queda por ver cómo podrá consolidarse la coalición más allá del periodo electoral.
No obstante, el que a pesar de todo hayan logrado representación expresa que existe un espacio de crítica al gobierno PSOE-UP y que hay un malestar al respecto del supuesto gobierno más progresista de la historia. También el hecho de que la crisis del eje territorial en Andalucía podría estar expresándose a través del llamado andalucismo de izquierdas.
En un marco en el que hay que reconocer un importante retroceso de la izquierda a la izquierda del PSOE, expresión en gran medida de los límites del neorreformismo y su integración a nivel estatal en el Gobierno del PSOE-UP, como de las vacilaciones de los sectores críticos como Adelante Andalucía, queda por ver cómo aprovecharán las posiciones institucionales en la próxima legislatura, en la que se prevén duras batallas sociales y políticas ante una legislatura de mayoría absoluta del PP.
Roberto Bordón
Andalucía