Matronas y matrones se vienen movilizando en contra de la modificación del Código Sanitario, lo que no solo afecta a las y los trabajadores de la salud, sino que a toda la población, atacando los avances en materia de salud sexual y reproductiva.
Viernes 3 de septiembre de 2021
El conflicto abierto entre el Gobierno y las matronas y matrones, debido a la modificación del Código Sanitario, sigue sin cerrarse. Dicha modificación limita las labores de las profesionales en escenarios “no patológicos”, como es, por ejemplo, el seguimiento minucioso de aquellas embarazadas con patologías crónicas, aún cuando se encuentran capacitadas para esto.
Una medida que solo va en desmedro de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, disminuyendo profundamente el acceso que tienen a la salud, en especial las más pobres. Consideremos que solo en el ámbito de anticoncepción miles de mujeres, especialmente jóvenes, verán limitado su acceso a recetas para anticonceptivos exponiéndose a embarazos no deseados, en un país que aún en estos tiempos se niega a legalizar el aborto.
Para Karla Peralta, dirigenta de la agrupación de mujeres y diversidad sexual Pan y Rosas, “Piñera y su gobierno han sido los principales detractores de los derechos de las mujeres y diversidad sexual. En la pandemia recortaron en un 50% la atención en salud sexual y reproductiva por no ser prioritaria, y ahora atacan a las matronas, cuyo rol es clave para entregar información y atención a la población más pobre, mientras se opone a derechos mínimos, como el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito para poder decidir”.
María José, matrona perteneciente a la agrupación de trabajadoras/es de la salud Abran Paso, señaló que “el gobierno sin escrúpulos no ha titubeado al momento de echar mano a disminuir el personal de salud, prefiriendo dejar sin trabajo a cientos de trabajadores y sobrecargando a otros. Como matronas estamos desesperadas y desesperanzadas frente a un posible futuro tan desolador. Por eso es necesario unir fuerzas, y que todos los sectores manifestemos nuestras demandas en una sola voz, no podemos permitir que sigan jugando con la clase trabajadora y que los más privilegiados sean intocables", y agregó que "en esa perspectiva que se viene levantando en Antofagasta una Coordinación para reunir estas luchas y enfrentar a las empresas y al gobierno de manera coordinada y organizada”.
Distintos sectores movilizados
Este conflicto se da en un contexto donde vienen mostrándose algunas luchas de sectores de la salud, como el reciente paro nacional de trabajadores de la Atención Primaria (APS) o el caso de las y los trabajadores de la Concesionaria Siglo XXI del Hospital Regional de Antofagasta, uno de los sectores de la salud más precarizados durante la pandemia, que se encuentran ad portas de comenzar una huelga debido a la insultante respuesta de la empresa frente a las demandas de los trabajadores, enmarcado en la negociación colectiva de este año.
Asimismo, durante la semana pasada, decenas de trabajadores/as de la educación, se movilizaron contra la “falsa desmunicipalización” y junto a eso se han levantado múltiples denuncias sobre la falta de condiciones higiénicas y de salud para llevar adelante las clases presenciales.
En el Salar de Atacama, por su parte, los trabajadores de Albemarle se encuentran en huelga hace 25 días, contra la precarización laboral con un ejemplo muy importante de resistencia frente a la patronal.
En varias regiones, además, se encontraban en paro las y los docentes del colegio Santo Tomás que ya se cumplieron 23 días de movilización. A todo esto se suma una serie de luchas ambientales en contra de nuevas zonas de sacrificio y por la protección de los humedales.
Estos ejemplos son una muestra del Chile empresarial que pone la riqueza de unos pocos por sobre la salud, bienestar y trabajo de todo el resto.
Queda abierta la pregunta entonces: ¿Será necesario que estos sectores en lucha se unan por medio de una coordinación para enfrentar la precarización de la vida en conjunto?