Entrevistamos a Alejandro Cohen Arazi a propósito del estreno de su película "El cadáver insepulto" este jueves en cine.ar
Violeta Bruck @Violeta_Bk
Jueves 3 de diciembre de 2020 02:00
El cadáver insepulto es el primer largometraje de ficción de Alejandro Cohen Arazi, quien dirigió los documentales Lo de siempre, un guión de historietas (2006), Casino (2008), Córtenla (2014), y Cáncer de máquina (2016), codirigida con José Binetti.
La película se sumerge en la secreta perversión de una familia en un pueblo de provincia donde el patriarca, dueño de un matadero y además figura paterna de un grupo de chicos huérfanos, muere repentinamente. Todo comienza con la vuelta al pueblo muchos años después de Maximiliano (Demián Salomón), exitoso psiquiatra, que es convocado por sus hermanos ante la noticia de la muerte de su padre. El reencuentro con personas y escenarios de su infancia le disparan recuerdos terroríficos, que controla con psicofármacos, y la locura se manifestará esta vez en un secreto que su familia guarda en la oscuridad. Maximiliano comenzará a vivir un infierno del que será muy difícil escapar. El patriarcado, el poder y la dificultad de romper con el pasado se presentan como el cotidiano terror del mundo de los vivos.
Conversamos con Alejandro sobre algunos temas que recorren la realización de esta película. Y para terminar unos Apuntes de Montaje, por Gabi Jaime, montajista de la película
¿Cómo surge la idea de El cadáver insepulto?
Alejandro: “Cadáver insepulto” es una expresión con la que me encontré varias veces leyendo sobre historia y política. Se lo usa como alegoría para representar aquello que ya cumplió su función histórica pero que no fue superado o reemplazado. Entonces sería algo que murió, que está agotado históricamente, que no tiene ya más nada para dar, pero que sigue presente en la sociedad. Esa alegoría me resulta muy gráfica y me interesó la literalidad de la imagen: ¿Qué pasaría con un cadáver que no es enterrado? ¿Qué debería darse, qué márgenes de lo entendido como normal deben correrse, y qué intereses tiene que haber en juego, para que a un muerto no se le de sepultura? Eso fue el punto de partida para pensar el guión.
El patriarcado, el poder y la dificultad de romper con el pasado se expresan en las escenas. ¿Qué diálogos establece el terror con la realidad?
Alejandro: No hay nada más real que el miedo en el mundo de los vivos. En la narrativa, se suele emparentar al terror con lo sobrenatural, con lo intangible, con lo desconocido. Pero en realidad en dónde se deposita el miedo es una cuestión ideológica y de punto de vista. El más allá, lo que no es como uno, el pasado que vuelve, todo puede ser un diálogo de la realidad con el terror, depende que opinión o que discurso quieras construir con eso. Creo que vivimos en un mundo lo suficientemente terrorífico como para andar buscando el miedo en cosas que no existen. En El Cadáver Insepulto intento poner figuras de carne hueso, y a sus prácticas cotidianas y aceptadas, como peligrosas y atemorizantes: al patriarcado se lo suele criticar de manera abstracta, pero los patriarcas tienen nombre y apellido y crían a sus hijos en prácticas aberrantes que están culturalmente aceptadas. La explotación es un hecho de horror cotidiano. El comercio de seres humanos y las relaciones desiguales de poder también lo son. Todo eso es parte de la película.
¿Cuál es el lugar del cine de terror y de género en Argentina?
Alejandro: No se bien cual es el origen de las etiquetas que definen que es y que no es una película de género. Entiendo que simplifica mucho ubicarlas en un área, pero muchas veces son definiciones caprichosas, o que definen su pertenencia o no a lo que está aceptado como arte superior o profundo por el establishment de la crítica, los festivales, etc. No se si ahí está el origen, pero se separa al “género” (fantasía, ciencia ficción, terror) del resto del cine. Ese “género”, que suele calificarse por sus rarezas, por el código bizarro, por el nicho de culto, etc., tiene cada vez más lugares de legitimación, que son cada vez más grandes y con mayor afluencia de público. Una vez más se demuestra el divorcio que hay entre las voces autorizadas y el gusto popular. Este escenario hace que el cine de género en nuestro país tenga un camino difícil, pero la cantidad de obras que se están haciendo en los últimos años y la cada vez mayor calidad de las producciones hacen que ese camino se vaya allanando. Es cuestión de ir venciendo los prejuicios estetas sobre los consumos populares.
¿Qué problemáticas enfrenta el cine independiente?
Alejandro: El principal problema es material, los recursos para filmar son insuficientes y para muy poca gente. Por más creatividad que haya, el cine tiene el límite de los recursos de los que dispone. El monopolio de las grandes compañías, la invasión cultural de Hollywood y la genuflexión sistemática de todos los gobiernos ante estos intereses son un ahogo para las expresiones locales, independientes y experimentales. Esta problemática atraviesa todas las instancias, desde la producción hasta la exhibición.
Apuntes de Montaje
Acerca del estreno de El cadáver insepulto / Gabi Jaime, montajista de la película
El montaje es siempre un juego de elecciones y desafíos. De dudas, de tiempos alargados y acortados. Rompecabezas que puede tener mil armados, pero solo uno es el elegido.
Cuando Alejandro Cohen Arazi su director me llamó, sabíamos que no iba a ser solo el montaje de una película de género. Ya habíamos trabajado juntos en el montaje de la hipnótica “Cáncer de máquina”, ya sabíamos cuanto tiempo es para cada uno un silencio, que valor tiene una ausencia y cual una mirada.
Había como siempre un guión, que fue tanto ruta a seguir como búsqueda de caminos alternativos. Teníamos muchas dudas: ¿Era una película de género o era una película de personaje? ¿Cuál era el límite de la verosimilitud? ¿Cuánto quedaba sembrada en el espectador esa inquietud que tiene que crecer hasta hacerle creíble e insoportable el miedo?
Y en el medio de eso, disfrutar del proceso, hablar de cine, reírnos de nuestros experimentos y construir plano a plano, ese todo que es la película.
Las excusas no se filman y el montaje no se explica, así que no voy a adelantarles nada, solo deseo que tengan miedo de la amable familia Espósito.
Trailer:
Ficha técnica:
Dirigida y escrita por Alejandro Cohen Arazi / Producida por Alejandro Cohen Arazi / Compañías productoras Películas V y Biafra Films / Productores ejecutivos Valentin Javier Diment, Vanesa Pagani, Alejandro Cohen Arazi / Director de producción Hernán Virues / Asistente de dirección Martín Blouson / Director de Fotografía Leonel Pazos Scioli / Directora de Arte Fatima Gutierrez / Montaje Gabriela Jaime / Música Gustavo Ariel Pomeranec / Vestuario Tatiana Mazú Gonzalez / Maquillaje Constanza Pugliese / Diseño de títulos y poster Manuel "El Nolo" Gomez
Elenco:
Demián Salomón (Maximiliano); Héctor Alba (Héctor); Fernando Miasnik (Juan Manuel); Mirta Busnelli (La sacerdotisa); Sergio Dioguardi (Oscar); Sebastián Mogordoy (Javier); Pablo Palacio (Aldo); Carolina Marcovsky (Anita); Juan Pablo Cestaro (Maximiliano joven); Marcelo Xicarts (Proxeneta); Angie Gambetta (Lucía); Federico Velasco (Víctima/criatura).
El cadáver insepulto llegará a CinearTV el Jueves 3 y Sábado 5 de diciembre a las 20hs, y a la plataforma Cinear en forma gratuita del Viernes 4 al Jueves 10. A partir del Jueves 17 de diciembre el film estará disponible en alquiler.
Violeta Bruck
Nació en La Plata en abril de 1975. Prof en Comunicación Audiovisual (egresada UNLP). Miembro de Contraimagen, realizadora de los documentales Memoria para reincidentes y La internacional del fin del mundo