Ayer sesionó el consejo directivo de la facultad de Derecho de la UBA donde se votó por unanimidad la vuelta a clases para el segundo cuatrimestre mediante una modalidad mixta que combina clases presenciales “voluntarias” y las clases virtuales.
Miércoles 16 de junio de 2021 00:01
Ayer el consejo directivo de la facultad de Derecho de la UBA sesionó y votó de forma unánime un proyecto impulsado por las autoridades radicales (Juntos x el Cambio) de la facultad en conjunto con la conducción del centro de estudiantes (Nuevo Derecho/Partido Socialista de Roy Cortina) incluye la modalidad de clases mixta de algunas comisiones de las materias del ciclo profesional común.
Esta decisión que involucra a una comunidad educativa de más de 25.000 estudiantes y docentes que somos parte de esta casa de estudios y a quienes no se convocó a ninguna instancia de discusión o debate, la tomaron en una mesa chica compuesta por 4 consejeros por graduados, 8 consejeros por profesores, 4 consejeros por estudiantes, el decano y el vicedecano sin saber la voluntad de la mayoría y esto como afecta en el día a día a cada uno.
Luego de más de 1 hora y media de debate en ningún momento se habló de cómo serían los protocolos de seguridad e higiene para el retorno, ni de cuáles son las medidas sanitarias necesarias para el funcionamiento sin poner en riesgo la salud de los estudiantes, los docentes y el personal no docente, el reacondicionamiento de los espacios de la facultad y cual seria el presupuesto destinado para todo esto.
Diferentes discursos un mismo voto
Tanto Alberto Bueres, decano de la facultad, como los consejeros docentes, representantes de la Franja Morada, y la mayoría estudiantil, representada por la Nuevo Derecho, utilizaron como argumentos para imponer esta modalidad, "que el plan de estudios no está preparado para la virtualidad, que hay estudiantes que tienen problemas de conectividad y que al ser “voluntario” cada uno puede elegir qué hacer", desentendiéndose de su responsabilidad como autoridades.
Durante un año y medio de pandemia ni hablaron sobre los problemas de conectividad, parece que recién ahora se enteran que en esta situación miles de estudiantes no accedieron a las becas progresar ni a las becas de conectividad. En este tiempo no hubo ni un solo relevamiento serio de las condiciones de cursada, la deserción y los problemas que tenemos los estudiantes para cursar. Muchos compañeros de cursada tuvieron que abandonar sus estudios ya que no tienen acceso a un dispositivo o internet para poder continuar sus estudios.
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Por otro lado, dentro del consejo directivo también se encuentra la Lista 5-Acción Colectiva (La Cámpora, La Centeno, La Mella etc.,) que tiene una consejera por la minoría estudiantil quien actuó en la facultad de la misma forma que actúan a nivel nacional, votando a favor del proyecto presentado por la Franja Morada que no fue consultado previamente a la comunidad educativa, que no dice cómo van a ser las condiciones de seguridad e higiene y que no se sabe de dónde saldrá el presupuesto para garantizar esto. Mientras denuncian esto, en la provincia de Buenos Aires la política del Gobernador Axel Kicilof va en la misma línea.
Todo esto ocurren en el marco de que hay más de 25.000 casos de Covid-19 diarios, más de 700 muertes por día, un plan de vacunación que aún es lento y que el 49,2 % de los y las jóvenes, entre 15 y 29 años son pobres. El gobierno nacional recortó partidas presupuestarias de educación, de salud y además de programas de asistencia como el IFE y las Becas Progresar. Priorizando el pago de la deuda al FMI y cuidando la ganancia de quienes más tienen, como los laboratorios privados que recibieron millones para la producción de vacunas y se las llevaron fuera del país.