El 25 de junio de 1967 el mundo asistió a un hecho inédito: un show televisivo era producido en vivo y en directo desde 15 países y retransmitido a millones de televidentes. Cerca del final del programa, desde un estudio en Londres, la banda de Liverpool estrenaba una canción escrita por Lennon pocos días antes, que se transformaría en himno de una generación.
Sábado 29 de junio 12:13
-Chicos, tengo una fantástica noticia: fueron elegidos para representar a Inglaterra en un programa de televisión que por primera vez en la historia se transmitirá en directo a todo el mundo vía satélite. La BBC los filmará mientras graban su próximo disco.
Según relata en su libro de memorias el ingeniero de grabación de The Beatles, Geoff Emerick, un par de meses antes de la transmisión, Brian Epstein, el histórico manager de la banda, apareció en los estudios para contarles la novedad.
El entusiasmo del empresario no tuvo mucho eco entre los fabulosos cuatro, quienes estaban enfocados en darle los toques finales al disco en el que venían trabajando los últimos cinco meses: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Ante la insistencia de Epstein, que les explicaba que tendrían que presentar una nueva canción en el programa, Lennon dijo desganado:
-Ok, haré algo para eso.
El mundo por TV
El especial se tituló Nuestro mundo , y fue producido por la Unión Europea de Radiodifusión a la que se sumaron televisoras de los quince países participantes: Alemania Occidental, Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, México, Portugal, Suecia y Túnez. Inicialmente formaron parte del proyecto cinco de los paises del este europeo: Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Unión Soviética, quienes abandonaron el proyecto días antes de la transmisión en protesta por la Guerra de los Seis Días (librada a comienzos de junio de ese año entre Israel y Egipto, Siria y Jordania, mediante la cual el estado sionista cuadruplicó su territorio, dejando decenas de miles de muertos y heridos y provocando el éxodo de 400 mil palestinos de los territorios ocupados).
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El programa, de más de dos horas de duración, transmitido mediante cuatro satélites, fue visto por más de 400 millones de personas, la mayor audiencia televisiva hasta el momento, y se componía de seis secciones: Apertura, El mundo en este momento, El Mundo Poblado, Aspiración a la Excelencia física, Aspiración a la excelencia Artística y El Mundo Más Allá. Se había programado un segmento llamado El Mundo Hambriento, pero ante la retirada de los segmentos de los países del bloque soviético, se decidió eliminarlo, unificando el contenido restante en la sección El mundo poblado.
La superproducción global se inició con un viaje en el que se mostraba lo que estaba sucediendo en distintos puntos del planeta en ese mismo momento: el nacimiento de cuatro niños, en vivo desde las salas de parto en Japón, Dinamarca, México y Canadá, enseguida una siderúrgica en plena producción en Austria, o el tránsito en el centro de París desde un helicóptero, los trabajadores a bordo de un buque pesquero en el Golfo de Cádiz, y también una conferencia de paz celebrada en Estados Unidos entre el presidente Lyndon Johnson y el primer ministro de la URSS Alexei Kosigyn, aunque como las reglas acordadas no permitían la aparición de jefes de estado ni dirigentes políticos, sólo se mostró el exterior del edificio.
Otro de los aspectos acordados durante los diez meses de preproducción del programa, fue que todas las participaciones debían ser realizadas y transmitidas en vivo, sin segmentos grabados.
El programa continuó entonces el viaje audiovisual alrededor del mundo mostrando aspectos de la vida, la producción, la ciencia y los deportes de los países participantes. En la sección artística participaron Joan Miró y Alexander Calder, mostrando sus obras desde Francia, el cineasta Franco Zeffirelli filmando una escena de su película Romeo y Julieta en la Toscana italiana, y el director de orquesta Leonard Bernstein junto al pianista Van Cliburn ensayando en el Lincoln Center de Nueva York para un concierto.
Beatles globalizados
La sección artística finalizó literalmente a toda orquesta, con la participación de la banda de Liverpool representando a Gran Bretaña. Los Beatles llevaban casi un año desde su última presentación en vivo. Habían decidido alejarse de los escenarios y de la beatlemanía, para dedicarse a componer y grabar canciones. En esta ocasión volverían a presentarse en público, durante menos de cinco minutos y sin salir de la comodidad de su ambiente natural de trabajo: el estudio.
-¿No están contentos, no se dan cuenta de lo que significa para nosotros?¿Tienen idea de lo que me costó conseguir este acuerdo?- Siguió el mánager, indignado por la indiferencia de los músicos.
-Bueno Brian, esto es lo que te merecés por comprometernos a hacer algo sin consultarnos primero.
La seca respuesta de Lennon fue lo último que se habló del tema hasta semanas después, cuando Paul le preguntó al mismo John cómo le estaba yendo con la canción para el programa de TV, que saldría al aire para todo el mundo en dos semanas.
-Dios mío ¿Tan poco falta? Bueno, supongo que será mejor que escriba algo.
Ese "algo" escrito por John Lennon en pocos días, quizás la única canción de The Beatles hecha por encargo, fue All you need is love.
De Abbey Road al mundo
La imagen borrosa en blanco y negro muestra al productor George Martin de traje blanco, mirando a los músicos a través del cristal de la cabina, mientras pregunta al técnico -¿Listo Geoff?- La cámara acompaña con un paneo por la sala de control y vuelve a Martin: -Preparados, listos…allá vamos.- Enseguida se oye el -Uno, dos, tres, cuatro- seguido de los conocidos acordes de La Marsellesa, el ahora clásico comienzo de la canción.
El minucioso relato de Emerick transmite el vértigo y el nerviosismo de los días previos y sobre todo del mismo domingo de la transmisión, que se hizo desde el estudio más grande de la grabadora situada en Abbey Road, con la banda interpretando el tema acompañados de una orquesta sinfónica y de un coro de amigos: Mick Jagger, Marianne Faithful, Eric Clapton, Keith Moon y Graham Nash.
La canción, además de ser interpretada en directo, se grabó en vivo durante esa transmisión. Con algunos retoques se mezcló al día siguiente, y a fines de esa semana se editó como simple en vinilo, llegando enseguida al número uno de ventas. La versión que conocemos, y que hemos escuchado tantas veces, es la misma que esa noche llegó a 400 millones de personas.
No hay nada que puedas hacer, que no pueda hacerse,
nada que puedas cantar que no haya sido cantado,
no hay nada que puedas decir, pero puedes aprender
a jugar el juego, es fácil, todo lo que necesitas es amor.
Así cantaba Lennon, en primer plano por TV en blanco y negro, el comienzo del tema que se convertiría en himno de una generación que comenzaba a salir a las calles en todo el mundo para manifestar su oposición a la invasión yanqui a Vietnam, al mismo tiempo en que los líderes de las dos superpotencias se reunían en una conferencia de paz. Todo en vivo y en directo, vía satélite para todo el mundo.