Natalia Rizzo @rizzotada
Martes 14 de agosto de 2018
Créditos de las imágenes: Gustavo Gorrini
Esta pieza está inspirada en “La maravillosa historia de Peter Schlemihl” de Adelbert Chamisso, escrito en 1814, una obra que constituye un clásico de la literatura romántica alemana.
La historia cuenta la vida de un hombre que en busca de su destino, vende su sombra a un misterioso hombre gris, a cambio de un bolso mágico que le da riquezas. A partir de ese momento empiezan sus desdichas: todos temen a la imagen de un hombre sin sombra. Comienzan las peripecias para tratar de recuperar su sombra y así poder conquistar a su enamorada, incluso poniendo en riesgo su alma para lograr ese objetivo, remitiendo a otro clásico como lo es el Fausto de Goethe en la cual el protagonista vende su alma al diablo.
El componente mágico encuentra su mayor despliegue con las destacadas proyecciones de luz y sombra que van recomponiendo tanto personajes como la propia escenografía, dándole una dinámica que navega entre los intersticios de una especie de videoarte digitado en vivo, a la vez que llega al puerto seguro de la tradición ancestral del teatro de sombras y Kirigami o arte del papel recortado. Por momentos el clima que genera el recurso es ensoñador y en otros momentos rompe el ensoñamiento para desnudar el artilugio.
Para el protagonista, perder la sombra es como perderse en las oscuridades de su lujoso castillo, alejarse de la posibilidad de amar y ser amado. Un hombre portante de un cuerpo que se descompone, condenado a vivir la putrefacción de la pérdida de la representación de todo aquello suyo que no refleja. Esclavo de una ausencia, que son miles de ausencias, se ve reducido a tener menos cualidades que un objeto. Es interesante el reflejo en el texto, que no pone connotaciones negativas a la sombra, ni positivas a la luz. A la par que pareciera hacer un guiño para desmantelar un absurdo al que ha llegado el mercado: ponerle valor a lo intangible. Tan absurdo como ponerle valor a una obra de arte.
Se destacan las actuaciones y toma elementos del teatro clásico conocido como Commedia dell`Arte. Este género si bien nace en el siglo XVI como oposición a un teatro religioso, es un teatro popular y está dirigido a los sectores populares, no sólo busca entretener, sino que contiene crítica social. Se caracteriza por romper la cuarta pared propuesta por el teatro clásico y por la presencia de personajes como bufones medievales y burlones, como se aprecia en el personaje del sirviente Bendel y el Hombre de gris. Así como también la historia de amor imposible como lo es entre Peter y Fanny.
Una pared que una vez atravesada, llegó incluso a dialogar con los públicos presentes de manera absolutamente transversal cuando se hace referencia, como parte del texto a la situación de ajuste actual que nos está desmontando el bolsillo. En momentos donde la cultura de nuestro país está siendo atacada, donde los museos nacionales o municipales son loteados para privados que los alquilan con fines incluso no culturales, donde cierran salas y espacios culturales, cuando el arte pasa a ser relevante sólo en tanto se hace convierte en mercancía, cuanto más intentan sepultarlo, cuando lo atacan y recortan, es gratificante ver que el arte palpita con su estética, su concepto, su contexto. Y esos artistas no sólo se expresaron con su arte, sino que accionaron para decirnos en el saludo final: Aborto legal, seguro y gratuito ya! Mientras mantenían bien en alto con una firmesa tan estética como política los pañuelos verdes. Un saludo con sabor a “hasta pronto, nos vemos en las calles”.
Ficha técnica
Dirección: Eleonora Comelli y Johanna Wilhelm
Actùan: Pablo Fusco, Sebastián Godoy, Griselda Montanaro, Santiago Otero Ramos, Gastón Exequiel Sanchez
Músicos en escena:Axel Krygier, Alejandro Terán
Retroproyectoristas en escena: Gisela Cukier, Johanna Wilhelm
Producción: Francisco José Patelli
Asistencia de dirección: Vanesa Campanini
Asistencia de escenografía: Martina Nosetto
Colaboración dramatúrgica: Isol Misenta
Coreografía: Eleonora Comelli, con colaboración de los intérpretes
Música, canciones y dirección musical: Axel Krygier
Iluminación: Ricardo Sica
Vestuario: Paula Molina
Escenografía y proyecciones: Johanna Wilhelm
Funciones:
Sábados y domingos 15 Hs
Última función 19/08/2018
Natalia Rizzo
Artista Visual, nacida en 1980, oriunda de Villa Luro. Es profesora Nacional de Bellas Artes y realizó la Maestría en Artes Electrónicas de la UNTREF. Miembro de Contraimagen y del equipo de diseño e ilustración de Ideas de Izquierda.