Los líderes de Francia, Alemania, España e Italia y de tres países africanos, Libia, Níger y Chad, se reúnen este lunes en París para abordar “el control” de los flujos migratorios. Otro paso en la criminalización y persecución de los inmigrantes.
Lunes 28 de agosto de 2017 10:44
Foto: 54 inmigrantes rescatados el domingo en Cádiz (EFE)
El Palacio del Elíseo es el punto de encuentro del jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Junto con la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, se reúnen con los presidentes de Níger, Mahamadu Issufu, y de Chad, Idriss Déby, y el jefe del Gobierno de unidad nacional de Libia, Fayez al Sarraj en pos de frenar las oleadas de inmigrantes que llegan a diario a Europa.
Este encuentro que, según la Presidencia francesa, tiene como objetivo principal “reafirmar el apoyo de Europa” a esos tres países africanos el control de los flujos migratorios, tiene como nefasto antecedente el acuerdo de la UE con Turquía, para que este retenga a los inmigrantes en campos de refugiados en condiciones deplorables o los mantengan como mano de obra esclava.
Una vez más, las potencias europeas reunidas para fortalecer la cruzada antinmigración que están llevando adelante, exacerbando la xenofobia y la islamofobia como base para directamente impedir el paso de quienes escapan de las guerras en Medio Oriente, de las cuales Europa tiene una parte importante de la responsabilidad.
La reunión está orientada a aumentar la vigilancia de las fronteras y a directamente “devolver” a los inmigrantes a sus países de origen, violando todos y cada uno de los derechos que tienen los inmigrantes y los refugiados de guerra. En los últimos años no hizo más que crecer la construcción de muros y vallas que la UE ha levantado contra el paso de inmigrantes y refugiados. Hay muros y vallas en Grecia frente a Turquía, en Hungría, así como en otros países balcánicos, en Francia frente al Reino Unido con el muro de Calais, así como en los enclaves coloniales españoles de Ceuta y Melilla. Una verdadera fortaleza del siglo XXI.
Justamente, durante el fin de semana, un inmigrante murió electrocutado al esconderse de una revisión policial en el sistema eléctrico de un tren que pasaba por Cannes procedente de Vintimille, Italia. Todo un símbolo de lo que buscan las potencias imperialistas en estos encuentros, fortalecer cada vez más el aparato represivo, dándole cada vez más poder a cada una de sus fuerzas armadas y recortando las libertades democráticas.
El incremento de inmigrantes que llegan a las costas italianas hasta julio de 2017 respecto al mismo periodo de 2016 creció un 20 %, por lo que la frontera más meridional entre Italia y Francia se ha convertido en un notable punto de migración, a la vez que crece la persecución y la represión en estos países, como la que sucedió la semana pasada en Roma, donde fueron reprimidos 800 refugiados.
Además, con el ataque del Estado Islámico en Barcelona y Cambrils, la llamada “lucha antiterrorista” cobro fuerza nuevamente, y la presencia del presidente Rajoy irá en un claro sentido de estigmatización de las comunidades islámicas. Rajoy, que viene de ser abucheado en la enorme movilización del sábado en Barcelona, pidió expresamente que el encuentro debe dar una respuesta ante la “amenaza terrorista”, alentando aún más la persecución, discriminación y criminalización contra la población migrante.