Otra vez los políticos del régimen haciendo uso de sus privilegios. Esta vez fue el intendente de Juntos por el Cambio, Salvador Serenal, quien decidió tratar su cuadro de covid-19 en una clínica privada de Junín, pero con los insumos del hospital local.
Sábado 19 de junio de 2021 18:47
Foto: Tiempo Argentino
“Es una práctica habitual”, “nunca lo necesitó”, “ya fue devuelto”, fueron algunas de las explicaciones que dieron desde el municipio cuando se supo que Serenal se había llevado un aparato del Hospital local. Sin embargo, ese “detalle” no figuraba en el parte de salud que difundió la Comuna cuando notificó a los ciudadanos el traslado del intendente.
“Para atención de eventuales complicaciones, siendo que por sus antecedentes es paciente de riesgo [curiosamente no tenía la vacuna por no contar con comorbilidades] y por voluntad de su familia, se decidió internarlo en Junín”, indicó el secretario de Salud, Sergio Lorenzo, en el comunicado que se subió al perfil de Facebook del Gobierno. "Cuando viajan pacientes politraumatizados, muchas veces, se llevan también los respiradores”, argumentaron, “se trata de una práctica habitual. No es algo que no se haya hecho antes".
En diálogo con otros medios, Lorenzo reconoció que el cuadro que tenía el intendente podría haber sido tratado en el hospital municipal Rubén Miravalle, pero como Serenal tiene obra social, su familia así lo requería y la clínica a la que fue llevado es la de mayor complejidad de la zona, se decidió el traslado.
Este hecho muestra la impunidad con que se manejan los políticos del régimen, en este caso , de Juntos por el cambio. Aunque, tampoco nos olvidamos, del vacunatorio VIP que montó el oficialismo (Frente de Todos) a comienzos de este año.
También es evidente que sólo las personas que tienen obra social pueden acceder a una atención de mayor complejidad en clínicas privadas. Mientras que muchos otros trabajadores son atendidos en pasillos de hospitales públicos cuyo personal no da a basto.
Mientras, el oficialismo intenta capitalizar la campaña de vacunación de cara a las elecciones, mientras que el pueblo trabajador sufre cada vez más penurias, sin poder llegar a fin de mes, ni que hablar, de aspirar a tener una vivienda digna.
Es indignante ver como éstos funcionarios públicos que ganan mucho más que la mayoría del pueblo trabajador hacen uso de sus privilegios mientras aplauden el trabajo ad honorem de jóvenes que deberían estar cobrando un salario igual a la canasta familiar.
Éstos son los políticos y políticas de los partidos patronales entre cuyas prioridades están pagar la deuda al FMI, mantener y subsidiar los negocios farmacéuticos e inmobiliarios.