En el día en que Bob Marley cumpliría 70 años, su figura y su legado no deja de crecer e influenciar a amplias capas de jóvenes que se hacen de su música y su historia.
Jueves 6 de febrero de 2020 00:06
Detrás de las ganancias que produce su familia con su imagen y legado, su nombre convertido en marca de cannabis, se encuentra la historia de un joven afro-jamaiquino mulato, que nació y creció en una pequeña localidad al norte de la capital de Jamaica, Kingston.
El pequeño Robert creció con la figura problemática de su padre: un jamaiquino de cincuenta años de tez blanca capitán de los Marines Reales de la flota Inglesa. Le resultaba conflictivo ser el hijo de un militar inglés que formaba parte de la ocupación de la isla cuando él nació en 1945.
A la edad de 3 años los vecinos de Nine Miles comenzaron a creer que el futuro rastafari tenía poderes psíquicos. Empezó a leerle las manos a la gente del barrio revelándoles un profundo conocimiento de sus vidas. .A los once años frente al pedido de una lectura, Bob responde “Soy cantante ahora”.
El hogar de Nine Miles donde vivía con su madre y sus hermanos carecía de luz, agua y electricidad. El padre de Bob murió cuando tenía diez años, y nunca fue de gran ayuda. Por su lado la madre, Cedella Marley se encargó de brindarles todo lo que pudo atravesando una situación de pobreza que, lamentablemente, era bastante común en Jamaica. A la edad de once años Bob conoce a Bunny Wailer, con el cual tiene su primer acercamiento a la música ska y al rocksteady, estilos que luego darían forma al reggae. Su familia se muda a Kingston junto con Bunny y comienzan a interpretar algunas de las canciones del momento.
Junto con Bunny toman clases con Joe Higgs. Es ahí donde conocen al legendario Peter Tosh que también asistía a sus clases. En esa época Bob alternaba el estudio musical con un trabajo en una planta de fundición. El 6 de agosto de 1962 Jamaica se indenpendiza del yugo Inglés mediante un referéndum. Es en ese mismo año cuando Bob Marley con 16 años hace sus primeras grabaciones como “Judge Not, “Do You Still Love Me” con una marcada influencia occidental, donde se dejan ver indicios de la futura música que harán, aunque esta primer experiencia se ve profundamente marcada por la las canciones que reproducían las radios inglesas, y comercialmente como un fracaso. En 1963, gracias a la intermediación de Joe Higgs, The Wailing Wailers consigue una audiencia con el famoso productor Clement "Sir Coxson" Dodd. Con él lanzan “Simmer Down” que modifica su estética y los catapulta hacia el éxito comercial vendiendo ochenta mil copias de la canción a su vez que logran el puesto número uno.
400 años… de la opresión inglesa al reggae
Una retrospectiva del reggae que se desarrolló en la década del ‘60 en Jamaica permite pensar a este estilo, ligado de manera estrecha a la situación que atravesó el pueblo jamaiquino durante más de 400 años de opresión y colonialismo. En un primer momento oprimido por la monarquía española en su expedición en el Caribe en 1494, para luego en 1655 ser colonizados por la flota del Reino Unido. La revolución haitiana de 1804 abre un período en el Caribe que en Jamaica daría en 1834 la abolición de la esclavitud como resultado una serie de revueltas populares influenciadas con las ideas y la experiencia de los haitianos contra el imperialismo Francés.
Del mismo modo, el pueblo jamaiquino se vio profundamente influenciado por la revolución cubana de 1959 que expropió a la burguesía imperialista yanqui en la isla, siendo un caso testigo que impulsó la independencia en países del Caribe como Jamaica, el 6 de agosto de 1962. A través de una constitución se instaura un régimen parlamentario -basado en el modelo británico- donde la Reina de Inglaterra es la jefa de Estado, que detenta el poder de nombrar al Gobernador General. Pero el poder Ejecutivo lo tiene el Gabinete encabezado por el Primer Ministro. Si bien la Flota Inglesa ya no dictamina la política interna desde el interior de la isla, Jamaica es una semi-colonia, donde la opresión extranjera, además de económica, se halla en el tutelaje de la Reina Isabel II sobre las instituciones del régimen y su casta gobernante, para en caso de crisis resguardar sus intereses en la Isla.
Bob Marley & The Wailers cultivaron su música en un contexto de opresión: las vidas de los jóvenes jamaiquinos era regimentada por la reglas del Imperio Británico, la maldita corona pirata. Es así que la casualidad deja paso a la causalidad y entonces las estrofas libertarias del tema con que abre el gran disco “Catch a Fire” entonan melodías anti-imperialistas: “400 años… y es lo mismo.. es la misma filosofía...¿Por qué se lucha contra los jóvenes pobres de hoy?”. Y muestran claro que, no obstante el agua que surcaron alguna vez los colonizadores, sea de la forma que fuese, la juventud de la isla iba a lograr su expresión musical.
A setenta años de su nacimiento queda no solo su simple imagen fumando un faso, ni su familia lucrando con su imagen, todo lo contrario, quizás lo que más queda es su grito que expresa el grito del pueblo jamaiquino.