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Red Internacional
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Córdoba. El recorte en salud llega a áreas sensibles del Hospital Regional de Mina Clavero

Trabajadores y trabajadoras de la salud protestan contra el cierre de servicios en el Hospital Regional de Mina Clavero. EL recorte de Llaryora llega a las áreas de traumatología y ginecología.

Domingo 24 de noviembre 09:45

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Hace semanas los y las trabajadoras de salud de la provincia viene realizando diferentes acciones ante la miserable propuesta paritaria del gobernador Martin LLaryora. En la localidad de Mina Clavero del Valle de Traslasierra y en el marco del paro provincial, el pasado miércoles se movilizaron la comunidad y trabajadores del Hospital Bellodi quienes exigían el no cierre de los servicios de ginecología y traumatología del nosocomio.

El pasado miércoles fue notificado el Director del Hospital Bellodi, Dr. Guillermo Butiler desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba del cierre del servicio de Ginecología y Traumatología. Mediante este comunicado las y los trabajadores que trabajan en este área serán reubicados en los Hospitales Regionales de Villa Dolores y de Alta Gracia cómo también en otras localidades de la Provincia.

El gobierno de la Provincia de Córdoba no tiene nada, pero absolutamente nada que envidiarle al gobierno nacional. Ambos gobiernos, el nacional y el provincial vienen recortando y ajustando de conjunto en todas las áreas.

El Hospital regional de Mina Clavero es el referente en salud pública para atender a la población del departamento de San Alberto (población de 42166 habitantes según arrojó el último censo). En este nosocomio hace tiempo que no se realizan partos, se quitó el servicio de obstetricia que es fundamental para las personas gestantes. Este servicio de primera necesidad pasó a cubrirse por el Servicio de Ginecología que cuenta con 4 profesionales algunos en planta permanente y otros contratados (una muestra más de la precarización laboral), se hace Interrupción voluntaria de embarazo, control y seguimiento de embarazos, PAP, colposcopias, ligaduras de trompas, control de embarazo en diabéticas entre otros servicios de importancia para la salud de las mujeres y personas gestantes. Al cerrar el servicio, además de avanzar en el vaciamiento y desmantelamiento que viene sufriendo la salud pública, también se vulneran los derechos de las mujeres y personas gestantes que son quienes se ven directamente perjudicadas al no poder acceder a atención médica, derecho de toda persona.

María, quien se encontraba acompañando la movilización nos contaba: "hace tiempo trabajé en el Hospital de Mina Clavero bajo el cambio de paradigmas en el abordaje del nacimiento, el reconocimiento de los derechos de las mujeres a poder transitar su salud sexual reproductiva y no reproductiva como se deseaba. Hablo en pasado porque hoy me comunican compañeros del hospital que el servicio de ginecología se cierra. Hace años nos sacaron el derecho de poder parir en este Hospital, todos sabíamos que era de baja complejidad y que había mucho por mejorar pero en vez de mejorar esto, se retrocede aún más. Hoy las mujeres pierden la posibilidad de acceder a la salud pública, deben trasladarse alrededor de 50 km con todos los gastos que eso implica para ir a otro centro también desbordado. La población en el Valle va creciendo en forma constante. Durante el mes de octubre veo paradójico y hasta ridículo que se expongan moños rosas, luces rosas para la prevención y promoción de la salud en la mujer en la prevención del cáncer de mama y nos quitan la posibilidad de podernos hacer un control ginecológico básico en el hospital. La vulnerabilidad una vez más nos pasa por el cuerpo de las mujeres. Me parece que es hora de ponerle voz. Alguien desde un lugar muy remoto toma decisiones sobre dónde me tengo que hacer un papanicolao, dónde me tengo que ir a atender, dónde tengo que parir y de qué manera tengo que hacer. Leyes como las del nacimiento respetado son papel mojado. Entonces las protagonistas, nos tenemos que llamar a la reflexión, esperar que un papanicolau llegue dentro de tres meses el resultado y ahora tener que viajar 50 km para poder estar con un especialista... Esto influye en nuestras vidas como mujeres, influye en el futuro de nuestros hijos tanto en su maternidad como paternidad si es que así lo desean, llevar adelante las elecciones sexuales, los cuidados y todo lo que viene de la salud sexual reproductiva y no reproductiva. Mucha palabra, poca acción pero creo que es momento de que nosotras nos pongamos en acción, que asumamos el protagonismo y pongamos un basta, un límite porque ya no hay más que perder.”

Continuando el planteo de María y la movilización de las y los trabajadores del hospital junto a toda la comunidad, el ajuste de Llaryora es contra niñas, niños, adolescentes, mujeres y personas gestantes. Es un ajuste que ataca a familias trabajadoras y sectores populares que son quienes recurren al sistema público de salud.

El cierre del servicio de Ginecología y de Traumatología expresa un ataque a trabajadores de la salud que fueron esenciales en la pandemia, que son quienes garantizan la efectiva aplicación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y son quienes han detectado situaciones de abuso sexual, de violencia y de situaciones de niñeces en riesgo.

Sobran las razones para organizarse en cada comunidad junto a trabajadores de la salud en asambleas barriales y con acciones en defensa de la salud pública.