Finalmente, el economista de ideas moderadas Pedro Francke, terminó por juramentar como responsable del ministerio de Economía y Finanzas, con lo cual, el gobierno de Castillo busca aplacar los temores y el descontento de los empresarios. Todo esto se da en un escenario de alta crisis económica y de incremento del precio del dólar.
Domingo 1ro de agosto de 2021
El pasado viernes 30 de julio, en horas de la noche, el economista Pedro Francke, juramentó como Ministro de la cartera de Economía y Finanzas del actual gabinete ministerial presidido por Guido Bellido, quien, como se sabe es muy cercano a la esfera de influencia de Vladimir Cerrón, secretario general del Partido Perú Libre, el cual, buscaría tener la mayor influencia posible en el seno del gobierno presidido por el docente cajamarquino Pedro Castillo.
Como se recuerda, Pedro Francke, junto al abogado Aníbal Torres, el pasado jueves 29 de julio, abandonaron las instalaciones del Teatro Nacional a puertas de la juramentación del flamante “Gabinete Bellido”, lo cual llevó a que esa misma noche la juramentación del resto del Gabinete se retrase por casi tres horas y que, al final, este primer Gabinete termine con dos ausencias importantes en los ministerios de Economía y Finanzas y en el de Justicia y Derechos Humanos.
Todo hace indicar que la primera negativa de Francke a asumir el cargo de Ministro de Economía, habría estado condicionada por su rechazo a la designación de Guido Bellido como premier del gobierno Castillo, ya que - como se mencionó - Bellido es muy cercano a Cerrón, y este sector en los últimos días ha sido muy crítico a la participación de Pedro Francke en el gobierno, ya que lo consideran “liberal” y, por tanto, ajeno al ideario de Perú Libre. Sin embargo, no podemos olvidar que durante toda la segunda vuelta, que fue cuando se dio abiertamente el proceso de moderación-derechización de Castillo promovido por Pedro Francke y otros sectores provenientes del Nuevo Perú y del frente Juntos por el Perú, Cerrón y sus allegados callaron en todos los idiomas y los dejaron hacer, lo cual nos lleva a pensar que los actuales cuestionamientos de Cerrón a Pedro Francke más tienen que ver con la idea de copar hegemónicamente el ejecutivo.
Pedro Andrés Toribio Topiltzin Francke Ballvé, más conocido como Pedro Francke, es docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú PUCP, y reconocido consultor en temas relacionados a asuntos económicos. Actualmente es militante y dirigente del Nuevo Perú, organización liderada por Veronika Mendoza y anteriormente también hizo parte del Frente Amplio. Francke colaboró muy de cerca, en la condición de funcionario público, con la gestión municipal de la cuestionada Susana Villarán, además de ello, se desempeñó como gerente general de EsSalud (2011-2012) durante la gestión gubernamental de Ollanta Humala y también fue director ejecutivo de Foncodes (2001 y 2002) durante la gestión del presidente Alejandro Toledo.
Durante la pasada campaña presidencial de la segunda vuelta, y después que se consumó la alianza entre Perú Libre y el frente Juntos por el Perú (del cual es parte Nuevo Perú), Francke pasó a jugar un papel de primer orden en la orientación de la campaña de Pedro Castillo. A él se le debe el acercamiento de Castillo a sectores moderados de la política nacional e incluso a sectores muy afines a la ortodoxia neoliberal como es el caso de Julio Velarde, actual presidente del Banco Central de Reserva del Perú.
De esa manera, Pedro Francke fue uno de los encargados de disipar los infundados temores pro comunistas y estatistas que la gran prensa había creado en torno a la figura de Pedro Castillo. Para ello, en diversas intervenciones en los grandes medios de comunicación, Francke dejo en claro que el gobierno de Castillo solo apostaba - en el mejor de los casos - a una renegociación con los grandes empresarios y que, por tanto, serían escrupulosamente respetuosos de la propiedad privada burguesa, descartando de plano cualquier tipo de expropiación, nacionalización o estatización. En esa perspectiva, Francke fue uno de los primeros del equipo de Campaña de Castillo, en decir que la Constituyente no sería uno de los ejes del nuevo gobierno y que, en el Perú, se podían hacer grandes cambios sin cambiar la Constitución de 1993, e incluso, sin cambiar el capítulo económico de esta Constitución heredada por la dictadura fujimorista.
Todas estas credenciales le han valido a Pedro Francke el ser considerado por el “establishment” como un economista serio, capaz de encaminar por la senda de la estabilidad y el continuismo económico al gobierno de Castillo. Por esa razón, apenas se supo que, eventualmente, había declinado a la cartera de Economía y que esta se encontraba acéfala, los mercados dieron un salto y el dólar subió a más de 4 soles la unidad.
Ya con Francke de vuelta en el ministerio de Economía, no solo a la denominada izquierda institucional le ha vuelto el aliento, sino que también, ocurre lo propio con muchos sectores empresariales y de la derecha política, quienes después de la designación y juramentación de Guido Bellido como premier, empezaban a ver en el nuevo gobierno una eventual radicalización, a pesar que Bellido, Cerrón y el mismo Pedro Castillo repetían el llamado a la unidad nacional y al consenso de todas las fuerzas políticas y de todas las clases sociales.