Este martes salió la noticia de que el Ministerio de Trabajo se entrometerá en las elecciones de la CTA-A y buscará una conciliación entre las dos fracciones, la Micheli y Peidro-Godoy, que van en elecciones paralelas. Desde la izquierda exigen congreso de delegados de base y que se cambie la fecha de la elección convocada por el sector de Godoy.
Miércoles 25 de julio de 2018 10:06
La injerencia del Ministerio de Trabajo en esta compulsa, se da ante las denuncias cruzadas sobre cuál de los dos sectores en los que se encuentra dividida la central tiene la potestad para convocar a elecciones de la central. Desde el clasismo y la izquierda, no podemos más que denunciar la injerencia del ministerio de trabajo en asuntos que deberíamos resolver los trabajadores con métodos democráticos. La necesidad de un Congreso de delegados de base para recuperar la unidad de la central sobre bases democráticas, se hace mas necesaria ante el ajuste en curso y más con la profundización del mismo comandada por el FMI y este gobierno de CEO´s.
La fractura de la CTA Autónoma ya lleva sus años, y responde a una disputa entre sus dirigentes que intentan orientarla hacia distintos proyectos patronales. Los trabajadores sin embargo, necesitamos la unidad, pero de la lucha en las calles y avanzar en un proyecto político propio, de la clase trabajadora, que plantee una salida de fondo al saqueo que comenzó a sufrir el país y que se profundizará con los designios del FMI y el pago de la ilegítima deuda externa.
Desde las agrupaciones (Marrón Clasista de estatales, docentes universitarios, judiciales y docentes de la 9 de Abril) que conformamos el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, peleamos a diario en los sindicatos por recuperar los mismos para la lucha y organización de las y los trabajadores, para ello somos parte de la Lista Multicolor peleando por una dirección de la CTA, antiburocrática y combativa, con independencia de clases y perspectiva de género.
Para entender la situación en la que se encuentra la CTA, debemos remontarnos a la primer ruptura y división, que se dio en el 2010 entre Yasky apoyando al gobierno kirchnerista y Micheli apoyando el proyecto político de la Unidad Popular de Víctor De Gennaro. Quedaron así conformadas la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, respectivamente.
En 2016 luego del fracaso del proyecto de Unidad Popular, ya durante el gobierno de Macri, la CTA Autónoma volvió a dividirse entre el sector de Pablo Micheli que busca la unificación con el yaskismo y Peidro-Godoy que siguen bregando por el proyecto de De Gennaro y un rearmado político de centroizquierda.
Todas estas disputas se dan a espalda de los trabajadores dentro de los burocratizados sindicatos y centrales, que conllevan a decisiones ajenas a las necesidades de unidad que los trabajadores necesitamos para pelear contra el saqueo y el ajuste.
Así, la elección de autoridades del 2018 de la CTA - A, llega con dos convocatorias paralelas. El sector de Michelli realizó sus elecciones el 28 de Junio pasado con la participación de pocos sindicatos de base, y el apoyo de sectores de ATE ligados al yaskismo, utilizando los viejos y dudosos padrones de la CTA del 2010. Fueron elecciones que pasaron desapercibidas para la gran mayoría de los trabajadores de los sindicatos de base que integran la central, con nula participación y sin casi difusión de sus resultados. En este caso contó con el acompañamiento de la conducción de un sector kirchnerista de ATE (seccional Capital) que confluye políticamente con la CTA de los Trabajadores conducida por Yasky.
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Por el otro se encuentra la fracción CTA Perón (llamada así por la calle donde se encuentra la sede gremial) comandada por Ricardo Peidro de visitadores médicos y Cachorro Godoy de ATE nacional, acompañados por el histórico dirigente Víctor De Gennaro que convocan a elecciones el próximo 8 de Agosto, con la participación de los principales gremios de base de la central, incluido el de mayor cantidad de afiliados, ATE Nacional, conducido por el mismo Godoy, los sindicatos y federaciones como la de los trabajadores de la salud Fesprosa y docentes universitarios de la Conadu histórica, entre otros.
Por la injerencia y peso de esta última convocatoria en los sindicatos de base es que desde los sectores combativos y clasistas conformamos la Multicolor (junto a las corrientes del PO, IS; Rompiendo Cadenas y MST) para dar pelea con el único objetivo que recuperar la CTA Autónoma para refundarla y ponerla al servicio de lograr una verdadera unidad de organización y lucha para enfrentar el ajuste de Cambiemos y el FMI, con independencia política de todas las variantes patronales.
Mas allá de está pelea de fondo, hoy se impone otra de jerarquía: la pelea por el cambio de fecha de las elecciones convocadas por el sector de Godoy para el 8 de agosto, día en que tenemos que estar rodeando al Senado para imponer una demanda histórica de las y los trabajadores que es el Derecho al Aborto Libre, Seguro y Gratuito. Esta exigencia junto a la convocatoria a un Paro Nacional para esa fecha y lograr ser decenas de miles ese día para imponer la votación de la ley de IVE es la que venimos realizando, junto a un sinnúmero de compañeras y compañeros de la CTA. Así fue que realizamos un pedido formal desde la Multicolor a la junta electoral y ante la negativa realizamos pañuelazos en las puertas de las distintas sedes de la CTA-A y hoy nos encontramos redoblando esta pelea por el cambio de fecha, hasta conseguirlo.
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Hoy denunciamos la injerencia del ministerio de trabajo en las elecciones de nuestra central. Pero no podemos más que reafirmar dos grandes verdades que desde la izquierda y el clasismo venimos advirtiendo y enfrentando.
Una, que la única forma de resolver la organización de los trabajadores es con democracia, con un Congreso de delegados de base. Y la segunda, es la mentira que nos vienen diciendo desde la conducción de Peidro-Godoy, que las elecciones no pueden postergarse por el riesgo de la intervención del ministerio de trabajo y la impugnación de las elecciones, cuando en realidad esta injerencia e impugnación se debe a las disputas burocráticas de las conducciones y no por el pedido de cambio de fecha de las mismas, que como bien decimos desde un comienzo, con el acuerdo de las listas participantes se podría realizar sin inconvenientes.
La pelea por el cambio de fecha de las mismas, no es un capricho, es una necesidad de ser miles que impongamos la votación en el Senado de la ley de IVE, como logramos en la cámara de diputados el 13J. La conducción de la CTA-A le da la espalda a esta pelea histórica y al movimiento de mujeres. Nosotrxs no, queremos ser miles en las calles por eso seguimos exigiendo el cambio de fecha y el Paro Nacional, para que el aborto sea ley.
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