El lunes 17 de octubre se llevó a cabo un inesperado “recuento sindical” en Mazda Salamanca, el cual ningún trabajador fue informado a qué se debía.
Viernes 21 de octubre de 2022
Las recientes elecciones sindicales en Mazda que virtualmente dieron el triunfo a la CATEM, dejaron muchas dudas a las y los trabajadores. Pese a la baja participación en las urnas, según datos de este 19 de octubre en El Economista, de pronto aparece un nuevo sindicato que sustituirá al de la desprestigiada CTM. Pero el nuevo sindicato es un desprendimiento de la CTM, así que la maniobra de un nuevo recuento en realidad tenía como fin, restaurar el charrismo en la planta automotriz.
La CTM (Confederación de Trabajadores de México), la CATEM (Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México) y la COSAT (Confederación de Sindicatos Autónomos) acordaron una votación de “prueba de recuento”. Este inesperado “recuento” -cuando recientemente se eligió por mayoría al Comité Ejecutivo que ostenta la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo-, fue impulsado por el Tribunal Laboral Federal de Asuntos Colectivos, el cual tampoco informó en ningún momento a los trabajadores sobre este proceso.
Anteriormente, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alfredo Gutiérrez Ortiz Medina, declaró, en una ceremonia de presentación del tribunal, que el propósito de este órgano es “garantizar la democracia sindical y la tutela efectiva de los derechos de libertad sindical y negociación colectiva”. Sin embargo apenas pasaron 14 días de esa ceremonia, y dicho tribunal hace válida una elección que la gran mayoría de la base trabajadora de Mazda desconocía y que también la Secretaría del Trabajo, a través del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, avala por omisión.
Al no intervenir ni para cuestionar esta acción amañada, la STPS deja que con este acuerdo entre la empresa y las centrales pro patronales conocidas como charras, le impongan a las y los trabajadores estas maniobras “legales”. Estos hechos evidencian que estas instituciones del Estado están lejos de garantizar la democracia sindical y la tutela efectiva de los derechos de libertad sindical y negociación colectiva.
Ante el descontento obrero contra la CTM, y el riesgo de que la base trabajadora busque opciones sindicales que ellos consideran independientes del charrismo (situación que ha provocado que esta central pierda la representación sindical en importantes centros de trabajo en el país), la empresa y las distintas centrales sindicales charras, intentan desviar dicho descontento. Lo hacen dando a entender que hay "libertad" para escoger una nueva dirección sindical, sólo que dichas opciones se reducen exclusivamente a los distintos sectores sindicales pro empresariales. No por nada la empresa puso a disposición de las y los trabajadores, tiempo y transporte para que se presentaran a votar. Pese a ello, en diferentes redes sociales, decenas de trabajadores se mostraron inconformes con el proceso manifestando su voto nulo.
Por su parte, el dirigente nacional de la CATEM y dirigente del MORENA, Pedro Haces, anunció alegre el triunfo del sindicato ligado a su central, pero omitió decir que hubo mucha abstención en la votación por la falta de información, pues de 4 mil trabajadorxs, solo votaron mil 400, y de estos, solo 486 votos fueron a favor de la CATEM. Su “gran triunfo” fue el 31.4 por ciento del total de la votación. Al haber votado apenas el 35% del total de los trabajadores esos 486 votos resultan ser apenas el 12.15% de representatividad para los charros de la CATEM.
¿La 4T y sus sindicatos están por mejorar la vida de las y los trabajadores?
En imágenes que se compartieron por la propia CATEM, se pudo observar cómo tomaron a los ex cetemistas que fueron echados por el voto del 26 de agosto y ahora ya forman parte del cuerpo de representantes de la CATEM en la misma Mazda. Evidentemente a la CETEM le interesa el control de los trabajadores aunque sea con el concurso de activistas cetemistas, a falta de suficientes cuadros propios.
Además estas 3 centrales que aparecieron en la boleta, guardaron silencio sobre el proceso, poniéndose de acuerdo para simplemente sorprender a los trabajadores con una nueva votación de la cual nadie sabía su objetivo ni su origen. Su maniobra conjunta sorprendió a la base trabajadora que no pudo organizarse para impedir el truco fraudulento con que revirtieron la derrota de agosto de la CTM a manos de los trabajadores inconformes con el charrismo sindical.
Es evidente que la complicidad de los charros de la CTM, la CATEM, la Secretaría del Trabajo y la patronal de Mazda, buscan evitar que el hartazgo contra la CTM se transforme en descontento radicalizado que enfrente las condiciones de sobre explotación que se viven en la industria automotriz y otros sectores de la producción.
Por ello es que el gobierno de la 4T busca, a través de los sindicatos ligados al Morena, controlar a los trabajadores para así cumplir los volúmenes de exportaciones con bajísimo costo de mano de obra que espera lograr en el marco del T-MEC. Pero el crecimiento en la exportación automotriz -en base a la explotación de quienes con su esfuerzo físico y mental ─muchas veces con accidentes fatales─, está basado en el control del malestar obrero en las empresas para defender la ganancia de los patrones, por ello su participación en estas maniobras junto al charrismo.
La CATEM, como parte de la 4T, pretende ser una "nueva CTM" para que, con el discurso de la democracia sindical, actuar como una nueva contención sindical que impida la organización independiente de las y los trabajadores. Por eso, donde dirige esta central, lo hace defendiendo los intereses de los patrones.
El dirigente de la CATEM, Pedro Haces, es un político sindicalista que militó muchos años en el PRI, y tuvo como cómplices a los viejos burócratas sindicales de las CTM durante su paso por esa central en donde afianzó fortuna y control sindical. Su propuesta de un “sindicalismo moderno” tiene como objetivo presentarse ante los empresarios como un fiel defensor de sus intereses.
Sus declaraciones de “ir codo a codo” con los empresarios, en contra los sindicatos que bloquean la economía”, “tender la mano a la empresa”, “tenemos que aplaudirle también al empresariado que gracias a ellos tenemos una fuente de empleo hoy en día, si no hay quien arriesgue capitales no podrá haber trabajadores” y “no podemos patear la gallina de los huevos de oro”, muestran cuál será su política si llega a tener la titularidad del contrato colectivo de trabajo en Mazda.
Por una organización sindical independiente
La crisis de la CTM (ligada a la crisis de su partido el PRI) no puede ser resuelta con la llegada de sindicatos que están a favor del los intereses de los empresarios. Los intereses patronales y los de la clase trabajadora son totalmente opuestos. No se trata de liberarse del control férreo de los viejos dirigentes charros cetemistas, para caer en manos de "nuevos" charros ligados al gobierno. Se repetiría la historia del papel de los sindicatos en México bajo el control del PRI. Sólo que hoy, el control se pasaría a Morena, el cual en voz de su líder dice “primero los pobres”, pero privilegia la relación con los poderosos (varios de ellos ha sido parte de la llamada “mafia del poder”).
Las y los trabajadores no debe tener confianza en ninguna organización sindical que no provenga de la más amplia democracia desde la línea de producción ─por más que dé cambios, “democracia” y “libertad” sindical─, que renuncie a la independencia de estas organizaciones, para luego ligarlas al gobierno que beneficie a los patrones. Estas centrales que no provienen de la línea de producción se aprovechan del hartazgo obrero en los sindicatos para proponerse como alternativas “democráticas”.
Tampoco sirve el discurso de “independencia” de nuevos sindicatos, si su objetivo no es alterar la relaciones obrero-patronales con demandas “radicales”. La clave no estriba en ser "independiente de la CTM" sino de actuar con independencia de todos los actores que oprimen y viven de la creciente explotación de la base obrera. Esto incluye a patrones, funcionarios, líderes sindicales vendidos, partidos ajenos a la clase trabajadora y proempresariales como todos los avalados por el INE.
Por ello necesario, luchar por la organización realmente independiente que exija a las direcciones sindicales defender los derechos de la clase trabajadora y, prepararse para dirigir su organización sindical ante la política entreguista de sus dirigentes.
Solamente de esta manera se podrá tener una vida sindical interna, y con la más amplia participación democrática decidir la mejor manera de defender sus intereses como asalariados.
Mario Caballero
Nació en Veracruz, en 1949. Es fundador del Movimiento de Trabajadores Socialistas de México.