Desde el inicio de la discusión sobre la iniciativa de reducción de jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, propuesta principalmente por Morena, las organizaciones empresariales han mostrado fuertes oposiciones a esta modificación, aunque la realidad para las y los trabajadores no cambie mucho.
Miércoles 23 de agosto de 2023
Desde el pasado 25 de abril se había iniciado la discusión, en la comisión de puntos constitucionales, de la propuesta de reducción de la jornada laboral que equivaldría a un aproximado de cinco días trabajados en jornadas de 8 horas por ley. De aprobarse, se tendría que pagar el mismo salario con esta reducción de la jornada laboral.
Si bien esta discusión se atrasó y se retomará en las próximas semanas que inicie el periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión, distintos sectores empresariales, sectores de la oposición y del propio Morena han mostrado un sinfín de reservas ante estas modificaciones constitucionales.
De las que más destacan son las que presentaron la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) y recientemente la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación – Index, quien mantiene sus reservas ante la propuesta asegurando que, de aprobarse y entrar en vigor, cambiaría drásticamente la oferta de empleo de un 17% a un 25% en la zona maquiladora de Tijuana, siendo este municipio el que concentra más de la mitad del volumen industrial del estado de Baja California.
Desde las primeras discusiones de la iniciativa de jornada laboral hasta la fecha, la Concamin declaró que esta medida afectaría no solo los esquemas de contratación, sino la competitividad de las empresas en relación con otros países y dentro del mismo territorio en la dinámica entre grandes corporaciones y pequeñas empresas, donde no tienen las mismas condiciones para sostener salarios y prestaciones. Por ello la cámara patronal planteó que era necesario que el Estado diera subsidios a estos sectores para tener cubierto el pago de nóminas con el nuevo esquema de jornada laboral.
Ahora la representación patronal de la industria maquiladora de Tijuana también sostiene que se podría perder la competitividad y generaría un aumento de vacantes por las cuales necesitarían contratar más personal, pero que en su caso el vacío de horas que generaría en las empresas se cubriría con las horas extras (que se pagan al doble), sin tener que invertir más en contratar nuevo personal, sino en explotar más al que ya tienen disponible.
Competitividad empresarial vs bienestar del trabajador
En entrevista para El imparcial de Tijuana, el vocero de la Asociación de empresarios de la maquila Index, Pedro Montejo Peterson, señala que la iniciativa, si bien se ha pilotado solo en el 2% de la maquila, la preocupación de las empresas radica en la afectación a la competitividad, aunque con el manejo de horas extra podrían mantener el ritmo de explotación, aunque tendrían que aumentar ligeramente los salarios.
Este argumento es una de tantas muestras de cómo, con las más mínimas modificaciones a la ley en materia laboral, el empresariado generalmente se opone, porque su régimen de ganancias es afectado y cualquier cambio por mínimo que sea puede desestabilizar ese ritmo, al que llaman competitividad, pues va más allá del empresario individual o de los empresarios en un solo país.
Esta competencia entre empresarios suele expresarse a través de la explotación de la fuerza laboral, la cual se puede descartar o sobreexplotar para que aumente la productividad de las empresas y poder inundar el mercado con sus productos, es decir, que la competitividad empresarial está relacionada con imponer productos y ganancias de unos empresarios contra otros, aunque después formen monopolios y trust para acaparar los mercados.
La dinámica de competencia entre las empresas responde a la búsqueda de ganancias, lo cual tiene consecuencias en la vida cotidiana de las y los trabajadores. En la iniciativa de ley que está por discutirse en las cámaras el próximo mes, se plantea como justificación la cuestión de la calidad de vida de los trabajadores y que ésta puede mejorar en función de la reducción de la jornada laboral. Sin embargo, según las recientes declaraciones de empresarios, ellos han encontrado la manera de saltar la legislación y aunque se pueda conseguir un aumento en el ingreso, sigue siendo a costa de trabajar muchas horas.
Los socialistas que militamos en el Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas opinamos que la reducción de la jornada laboral es una necesidad para la clase trabajadora en México y el mundo; esta reducción de la jornada no debe implicar una reducción del salario y por el contrario este debe ser equivalente a la canasta básica familiar y servicios esenciales como vivienda, transporte y telecomunicaciones; para nosotrxs esto significaría reducir la jornada a 6 horas 5 días, o 30 horas a la semana; sin embargo, la reforma que está planteada por el gobierno de México encabezado por el Morena está lejos de resolver el problema de las excesivas cargas de trabajo.
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Si tomamos los grandes ejemplos históricos sobre cómo se han obtenido las grandes conquistas de la clase trabajadora, podemos deducir que se requerirán enormes movilizaciones que pongan en jaque tanto al gobierno como a los propios empresarios para arrancar mejores condiciones de trabajo y de vida.