Las autoridades de la Universidad Autónoma de Coahuila quieren imponer cuotas imposibles de pagar, los estudiantes se están movilizando para echar abajo las cuotas. Desde las agrupaciones de trabajadores de la UAM y la UNAM nos solidarizamos con su lucha.
Jueves 6 de agosto de 2020
Las autoridades de la Universidad Autónoma de Coahuila mediante la Comisión de Hacienda votó un aumento de las cuotas de inscripción a 4 mil 893 pesos y de reinscripción a 4 mil 326 pesos, cuotas incosteables para las familias trabajadoras.
Esta decisión detonó el hartazgo de los estudiantes quienes pusieron en pie el
Movimiento Estudiantil Coahuilense, desde el cual han convocado movilizaciones y mítines contra esta medida.
Sin embargo, las autoridades únicamente han ofrecido un 8% de reducción de las cuotas, una burla para los 38 mil estudiantes.
Encima quieren propiciar la división entre la comunidad estudiantil diciendo que si no se cobran las cuotas, los trabajadores no cobran, un discurso que desde la subsecretaría de educación superior de la SEP, la ANUIES y otros organismos se han encargado de propagar: resulta que nuestro salario y prestaciones son la lápida de la gratuidad educativa, pero no dicen nada de la estafa maestra, ni de asignar una mayor partida presupuestaría para la educación.
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Lo que está de fondo en el aumento de las cuotas es el recorte al sector educativo, que se expresa en el anuncio de la SEP y la secretaría de Hacienda que decidieron no ejercer una partida presupuestaria extraordinaria para el rescate de las once universidades en crisis o en los decretos presidenciales para la extinción de fideicomisos de educación media superior, que ha impactado diversos programas.
La propia SEP le exigió un recorte al presupuesto universitario a la UAM, dónde las autoridades devolvieron 110 millones de pesos, mientras dejaba en la calle a casi un centenar de académicos temporales.
Mientras suceden esta serie de recortes, el gobierno federal deja intactas las partidas presupuestarias para la cámara de diputados y senadores, para el poder judicial y para los militares.
Estamos ante un ataque generalizado a la educación pública. Contrario a lo que plantea las autoridades, la defensa de las condiciones laborales de administrativos y académicos así como la lucha contra las cuotas y por mejores materiales para la educación se unen en la defensa de la educación pública.
No hay educación pública hasta el final si hay docentes que no saben si regresaran el próximo semestre a clases, no ha educación pública si un trabajador administrativo es incapaz de llegar a fin de mes con sus salario y claramente no hay educación pública si mediante las cuotas se excluye a miles de estudiantes de poder finalizar sus carreras.
Por eso los trabajadores y académicos que nos organizamos en las corrientes Desde las Bases STUNAM y Contracorriente SITUAM, nos solidarizamos con los estudiantes en lucha de la Universidad Autónoma de Coahuila, a quienes les decimos que ponemos nuestras humildes fuerzas al servicio de su lucha.
Para defender la educación pública es necesaria la unidad de estudiantes, académicos y trabajadores administrativos, por eso los trabajadores universitarios que participamos en el primer encuentro nacional contra la precarización y los despidos votamos una asamblea de trabajadores universitarios de media superior y superior, para profundizar nuestra organización y poder coordinarnos con luchas fundamentales a nivel nacional, como la lucha de la UAdeC, la Escuela de Derecho Ponciano Arriaga, los académicos en lucha de la UACM y la huelga de los trabajadores de la Universidad Autónoma Chapingo.
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Unamos fuerzas compañeros, para que la educación pública esté al servicio de los hijos de los trabajadores y el pueblo pobre, por el fin de la precarización laboral en el gremio y por mayor presupuesto a las universidades mediante el no pago de la deuda externa e impuestos progresivos a las grandes fortunas.