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Red Internacional
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#ENDOMARCH. #EndoMarch: ¿por qué no se investiga la endometriosis?

Muchas de las personas que sufren endometriosis no están diagnosticadas o están diagnosticadas erróneamente, en parte, por la falta de conocimiento que hay sobre la enfermedad. Pero también por los prejuicios sobre la menstruación.

Lunes 14 de marzo de 2022

La endometriosis es una enfermedad crónica y benigna que consiste en el crecimiento del endometrio fuera del útero. El crecimiento puede darse en cualquier zona del cuerpo -cualquiera- llegando a dificultar, en muchos casos, el día a día.

Aunque los síntomas de endometriosis varían dependiendo de la persona, en la mayoría de casos la enfermedad hace que la calidad de vida se resienta, a lo que nada ayuda los diagnósticos erróneos.

Pese a ser una enfermedad que sufren 1 de cada 8 mujeres, no se sabe qué la produce ni cómo curarla. El estigma que hay sobre la endometriosis, y sobre la menstruacción y la sexualidad femenina, lleva a que se investigue upoco y se diagnostique mal.

El diagnóstico es el primer gran circo de la frustración. Primero, y en muy pocos casos será diferente, tus síntomas serán tomados como dolores menstruales normales. Que te desmayes, que vomites, te marees, no puedas levantarte de la cama, ni ir al baño, que ningún antiinflamatorio te haga efecto…todo es “normal”. Y cuantas hemos escuchado eso de que somos unas exageradas y que hacemos un mundo de cualquier tontería. Se tarda de media entre 7 u 8 años para diagnosticarla. Un hecho grave sobre todo porque durante ese tiempo la enfermedad puede avanzar, profundizar y expandirse, provocando grandes dolores, llegando incluso a la hospitalización y el uso de morfina para calmar los dolores.

Te dicen que no te centres en el dolor, que no lo magnifiques, que no exageres, que te mediques lo que haga falta y sigas haciendo vida normal.

A día de hoy, el único tratamiento que tenemos para que la enfermedad no avance y los síntomas mejoren son los tratamientos hormonales de diferente tipo. Tratamientos que no a todas nos funcionan igual, y que con el paso del tiempo provocan efectos secundarios que dejan huella, pero que dan igual, porque solo nos pueden tratar con hormonas.

Si te hartas de las pastillas y quieres saber qué otras opciones hay te explican que en todo caso te puedes operar, pero no lo aconsejan a no ser que la endometriosis no remita porque hay que conservar la capacidad reproductiva al máximo. Porque sí: cuando te diagnostican de endometriosis en la balanza está que no te duela y no avance, pero también pesa mucha el conservar los ovarios y el útero intactos para poder tener hijos; porque como siempre, nuestra sexualidad y nuestra saluda, en medicina, y en otros tantos ámbitos, la ligan a nuestra capacidad reproductiva. De hecho, muchos ginecólogos y ginecólogas, que se han quedado con una idea de la endometriosis ya superar, te llegan a recomendar como tratamiento alternativa, quedarte embarazada.

Irene Aterido, sexóloga y fundadora de EndoMadrid, asegura que se trata de una enfermedad invisibilizada por las concepciones machistas sobre el cuerpo de las mujeres, lo que también influye para que no sea estudiada: «Hay más estudios sobre disfunción eréctil —la cual afecta sólo a un 1 por ciento de los hombres— que sobre la endometriosis, y eso que se estima que afecta entre un 10 y un 15 por ciento de las mujeres».

Además, de que a las grandes farmacéuticas como Bayer –fabricante de varias marcas de anticonceptivas-, les viene muy bien que millones de mujeres en el mundo no tengan más alternativa para intentar paliar sus dolores que comprar cada mes sus productos.

Desde las asociaciones de endometriosis se reclama incluir la perspectiva de género al hablar de esta enfermedad. De este modo exigir su investigación, tratamiento y una mejor formación para los profesionales médicos, para que no reproduzcan lógicas machistas en sus consultas. Y por encima de todo, necesitamos una sanidad pública de calidad donde poder tratarnos, y eso implica más fondos, más personal y más estructuras.