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Red Internacional
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8 de Marzo. Entrevista: “el agua es un derecho que no nos pueden quitar, tiene que llegar a nuestros hogares”

Conversamos con Dafne Araya Vega quién vive en Guadalupe y es rescatista de animales. Forma parte del Comité de Vecinas y vecinos de su comunidad, que se organiza en defensa del agua. Nos habla sobre esta lucha, los retos y alcances, además de la conmemoración del 8 de marzo.

Martes 5 de marzo

Cuéntenos sobre el problema del acceso al agua, ¿qué es lo que pasa en las casas cotidianamente?

Para mí es sumamente difícil este problema que estamos teniendo con el agua, porque yo trabajo, entro muy temprano y entonces me levanto a las 3:30 o 4 de la mañana; además soy rescatista independiente, entonces tengo varios animalitos a los que antes de irme para el trabajo yo tengo que dejar aseados, lavar sus camitas y sus colchas. Además de lavar mis cobijas y mis colchas, y lo que tenga que hacer antes de irme. Y si no hay agua para mí es un lío total. Cuando me levanto y no hay agua, es terrible, estoy en el trabajo pensando “qué torta, cómo voy a hacer? seguramente el cisterna va a pasar y yo no voy a estar”. Y así es, en efecto, cuando yo llego a mi casa no hay agua. Porque tal vez pasó el cisterna antes de que yo llegara a la casa y no me fue posible recoger.

Así que es sumamente difícil. Mi hermana vive conmigo y ella es enfermita de sus piernas, entonces para ella es muy difícil salir a buscar un cisterna o ir a los tanques a buscar agua; además nosotros tenemos un derecho, es un derecho humano que no nos pueden quitar, éste recurso hídrico tiene que llegarnos a nuestros hogares.

Es muy importante resaltar las dificultades que tienen los albergues de animales, los refugios; así como también los hogares de ancianos y cómo se afecta a las personas que cuidan de sus familiares con alguna enfermedad o condición.

Usted como mujer trabajadora, ¿cómo se involucró en el problema del agua en Guadalupe?

Yo soy una ciudadana luchando por mis derechos y me preocupa grandemente que nos estén privando de él [el derecho al agua], es difícil para mí, el tener esta preocupación y esta carga encima de que si no hay agua, y tal vez si hay agua pero uno está como en carrera todo sofocado porque no sabe en qué momento la van a quitar. Entonces te afecta no sólo físicamente, mentalmente, socialmente, es terrible. Aquí hemos estado hasta 11 días consecutivos sin agua, y uno tiene que irse al trabajo hasta sin bañarse.

Una anécdota muy dolorosa para mí, normalmente la que recoge el agua con el cisterna es mi hermana, pero hubo unos días que no pudo. Entonces tuve que pedir permiso en el trabajo para poder quedarme en mi casa esperando que pasara el cisterna. Cuando los vecinos me dijeron que ya venía, fuimos y nos paramos por el Parque Centenario, yo me paré ahí a las 9 y media de la mañana y me dieron la 1 de la tarde ahí, esperando que parezca el cisterna. No me devolvía por miedo a que ellos llegaran, entonces los esperé ahí. Cuando llegó, paró no cerca de ahí sino a unos 300 metros, cuando paró la gente corría desesperada, pero estaban desesperados. Corrían, se empujaban, se peleaban; ¡por pelearse por el agua! No tenemos porqué vivir así, definitivamente, si tenemos un recurso riquísimo en este país. No podemos permitir que éstos gobernantes corruptos nos lo roben.

¿De qué forma le afecta a las mujeres en particular la situación en diversos cantones, qué le cuentan personas que usted conoce?

Esto de defender el agua, bueno a nosotras las mujeres particularmente yo pienso que es riquísimo, porque como siempre lo he dicho, en casi todas las especies sobre el planeta la cazadora es la mujer. Y nosotros somos una especie que la mujer tiene mucho que ver, porque no solo trabaja fuera del hogar, sino también dentro del hogar; y normalmente es la que está como canalizando y viendo a ver qué hace, qué sirve, qué falta. Este proceso de estar en la defensa del agua a mí me ha ayudado mucho a conocerme a mí misma, a verme como con más poder y capacidades. También lo veo en otras compañeras que se suman y otras personas más jóvenes, que vienen empezando. Lo de las mujeres es importante porque al ver a sus mamás, sus hermanas, sus primas, sumándose a la lucha; entonces los hombres pueden sentirse más llamados.

Hay muchas mujeres jefas de hogar que sacan un rato de su valioso y poco tiempo que queda libre para estas actividades, defendiendo los derechos de los demás. Hay mucha gente, muchos vecinos, adultos mayores que no pueden ir a perseguir un cisterna.

¿De qué manera piensa usted que se puede fortalecer la lucha por el agua en el país? ¿Le parece que hay sectores aliados, enemigos?

Yo pienso que una de las formas o la manera de que podamos fortalecer esta lucha de nuestro país por el agua, es uniéndonos, solamente así. Uniéndonos todos los vecinos, todos los ciudadanos; sin importar de dónde somos y si somos de Guadalupe, Moravia o Tibás. No, este es un problema nacional, un problema de Costa Rica y no podemos permitir que esto suceda porque también hemos recibido estudios y análisis en que nos demuestran personas que saben de ésto, que sí hay agua, que hay agua para todos los sectores y para todos en general. Entonces no entiendo porqué la gente no se une más, no colabora más Si todos nos vemos afectados de una u otra forma.

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¿Qué piensa de que la defensa del agua y las necesidades de las trabajadoras formen parte de los reclamos este 8 de marzo, día de las mujeres?

A mí me parece muy bien, es muy importante unirnos también como mujeres. Como dije antes, somos la parte más importante de los hogares y la sociedad, las que velamos por los demás. Entonces está muy bueno que se haga la marcha y que esté la lucha por el agua. Estoy hablando con otras personas para que vayamos ese día. Como dije antes, lo más importante es unirnos y hacer más fuerza.

Un mensaje, hacia quiénes quiera dirigirse usted como mujer trabajadora en defensa del agua

Nosotros tenemos un recurso hídrico aquí en Costa Rica que es riquísimo, y se está yendo para ciertos sectores. No podemos ser tan clasistas, no podemos permitir que los gobiernos, que estos gobiernos, ésos o gobernantes despilfarren lo que nos pertenece como derecho. Definitivamente, porque es un derecho para todos y cada uno de nosotros. Y también, debemos de sentirnos seguros manifestándonos, sin temor a que tomen represalias o que nos estén amenazando por defender un derecho.

Las movilizaciones y medidas de presión han tenido alcance nacional en medio de una crisis de acceso al agua que tiene rostro de mujer y afecta las mayorías populares y la clase trabajadora centralmente. El 4 de marzo, día en que se realizó esta entrevista, se realizaron bloqueos de calles en sectores de Alajuelita y Hatillo en protesta por la falta de agua y la no respuesta por parte de las autoridades y el Gobierno.

Si te gustó esta entrevista, podés encontrar más información sobre la lucha por el agua, así como análisis de fondo en la izquierdadiario.cr así como en nuestras redes sociales.

En preparación para la jornada internacional de movilización de este 8 de marzo: Día internacional de las mujeres, desde Pan y Rosas continuamos impulsando una plataforma de Periodismo Feminista en la que se amplifiquen los reclamos de las mujeres trabajadoras, de la juventud y la diversidad sexogenérica; invitamos a personas interesadas en compartir éstas tareas a conocernos y sumarse a construir Pan y Rosas.