Música. Eruca Sativa cerró el año en el Movistar Arena celebrando 16 años de carrera

Desde el 2007, el power trío formado por “Lula” Bertoldi (voz y guitarra), Brenda Martin (bajo y coros) y Gabriel Pedernera (batería y coros) viene conquistando los corazones de un público vibrante que anoche se dió cita en el Movistar Arena para festejar los 16 años de carrera de la banda.

Las expectativas estaban más que latentes cuando pasadas las 21hs el estadio se oscureció mientras el público respondía agitando. En ese marco empezaron a sonar los potentes acordes de las cuerdas empujados por la batería a todo galope para abrir a lo grande con “Confundiste”, un temaso. Mientras ya nos preparábamos para disfrutar un gran set list, en las pantallas la banda empezaba a marcar la cancha, a tono con la época que vivimos. Y lo bien que hicieron, porque allí los espectadores podíamos leer: “Que nadie venda nuestro país. Ni privaticen la universidad”. Así, con los botines de punta, con rock y rebeldía Eruca Sativa salía a la cancha.

El público disfrutó entre amistades, familia y pequeñines por todas partes, un público bellísimo, realmente amigable y que dieron el marco ideal para responder a los solos de bajo de Brenda, mientras cruzaba la pasarela o el instante en que Lula se divirtió en un “call and response” con toda la gente que acompañaba a su turno con las palmas y Gaby que se lució –no esperábamos menos, claro- en un solo de bata que daban la sensación de escuchar a una manada de caballos salvajes que hacían vibrar el estadio. Así de grande sonó Eruca Sativa, repasando las canciones de sus discos de estudio entre las que destacamos “Nada Salvaje”, “Marca tus marcas” y otros grandes hits con los que la banda se fue haciendo conocida y no paró de crecer. E incluso presentaron “Eso no es amor” un tema nuevo de lo que va ser su próximo disco. Un lujo.

Así, canción tras canción leíamos mensajes explícitamente políticos. Este fue el caso, solo por dar un ejemplo, cuando tocaron “Sola en los bares” las pantallas gigantes deslizaban: "En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política" de Carlos Jáuregui, el militante por los derechos LGTBI+.

En un momento del show la banda se trasladó a un escenario más pequeño, de frente al escenario principal, para tocar un par de temas acústicos. Pero no se me confundan amigues, donde dice “acustico” tratándose de Eruca la banda en cuestión, no significa que no suene realmente power y emocionante al mismo tiempo. Y así fue ya que deslumbraron con “Para que sigamos siendo”, “Por quienes vendrán” y “Chacarera del primer día”. Vale notar que Gaby toca el bombo leguero con una garra y buen gusto que lo hace único.

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Antes de terminar el momento acústico; Lula Bertoldi, continuando lo que fue la presentación teloneando a Roger Waters dijo que hasta el último día de nuestras vidas: “Vamos a seguir repitiendo, hasta el cansancio: ¡Memoria, verdad y justicia!”. Los aplausos, en más de una ocasión estuvieron acompañados por el cantito “el que no salta votó a Milei”. Épico.

Ni bien terminó ese mimo al alma, la transición para continuar el show estuvo a cargo del gran Franco Luciani que se improvisó un solo de armónica realmente espectacular para hacer de introducción a otro temazo: “Amor ausente”.

Luego Brenda tomó la posta e invitó a que el público la siguiera coreando un clásico de la lucha por la defensa de la educación pública, y dijo “A ver… ¿a donde están los docentes que vinieron hoy?” y remató cantando “Docente luchando, también está enseñando”. Ideal como para ir precalentando en el nuevo escenario político argentino… ¿O no?

El final fue una muestra de amor mutuo entre el público y la banda, teñido por un clima de auténtico y merecido festejo. Y se despidieron con “Fuera o más allá” y para decir adiós con “Queloquepasa” y en un gran clímax cerraron con “Baba”.

Eruca Sativa es una de las grandes bandas del rock de nuestro país, hay que disfrutarla de tenerla tan vigente, por trayectoria, por haber creado tanto arte y porque este festejo solo sea una estrella más de las tantas y brillantes por venir.