En tierras de Granados y Kicillof nuevamente miles de estudiantes, docentes y auxiliares se enfrentan a las pésimas condiciones de las escuelas con suspensiones de clases o reducción de la jornada escolar por falta de infraestructura.
Martes 31 de mayo de 2022 18:17
Esta semana comenzó con una fuerte ola polar (que según pronostican durará hasta el jueves) y con ella quedan al descubierto los problemas estructurales que docentes, sindicatos y estudiantes vienen denunciando hace años.
A pesar de que pasaron más de dos años desde el inicio de la pandemia del COVID-19, el gobierno provincial de Axel Kicillof no invirtió lo suficiente para cambiar las condiciones de las escuelas.
En el municipio de Ezeiza, gobernado por la familia Granados desde su fundación en 1994, este lunes y martes muchísimas escuelas no pudieron abrir sus puertas, o debieron hacerlo a horario reducido por falta de suministros de gas, roturas de estufas y falta de mantenimiento.
Desde La Marrón, agrupación docente de Suteba, hablamos con miembros de la comunidad educativa e incluso en redes sociales se vio a padres y madres de les estudiantes expresando su malestar. Es el caso de la EP 11 de Ezeiza, la EP 15 de Barrio Uno, la EP 20 de Villa Golf, la EP 21 de Ezeiza, la EES 1 de Ezeiza, la EES 2 de Spegazzini, la EES 4 de Ezeiza, la EES 20 de Canning, la Técnica 1 de La Unión y varios CEA y CENS, solo por mencionar algunas. Todas escuelas en las que la falta de gas o calefacción se padece desde hace meses e incluso años. Además se suma la falta de mobiliario y la designación de docentes, como un reclamo cada vez más recurrente, que aún no encuentra solución.
Agustín Palazesi, docente de precarizado de los planes Fines y ATR comentó: "Ayer nos comunicaron que la Primaria 20 de Villa Golf, donde funciona el programa, cerraba a las 20 horas. Yo doy la materia Estado y Nuevos Movimientos Sociales los lunes de 19:20 a 22 horas. Perdimos dos horas de clase porque la escuela no tiene gas. Además, cuando llegué a la escuela había un cartel que decía que al otro día, los alumnos de la primaria ingresarán a las 10 por este tema. Una vergüenza. Tanto los gobiernos provinciales y nacionales hace décadas que vienen desfinanciando la educación pública. No solo nos precarizan casa vez más, sino que encima la infraestructura escolar en muchas escuelas está cada vez más deteriorada. En dos años de pandemia con las aulas vacías solo hicieron reformas cosméticas a los edificios y hoy estamos pagando las consecuencias.
Cómo si esto fuera poco, la dirigencia de Suteba y el frente gremial docente no organizan a la comunidad para exigir estás demandas. No sorprende, Baradel es un ministro sin cartera del gobierno para garantizar el ajuste y pagar la estafa del FMI. En la media 2 de Carlos Spegazzini por ejemplo, Gastón Granados, gran aliado de la dirigencia de la celeste, realizó un vídeo donde supuestamente estaban refaccionando y hoy, no solo no tienen gas, sino que les estudiantes se turnan día por medio para ir porque no hay sillas. Nosotros entendemos que hay que ir en el sentido contrario: unir las demandas de los diferentes sectores de trabajadores, impulsar asambleas en las escuelas, seguir en las calles y pelear por un proyecto político y económico dónde realmente gobernemos los trabajadores y prioricemos las necesidades de las mayorías populares".
Algunas de las escuelas que si cuentan con la calefacción necesaria, se dan luego de que estudiantes y docentes organizaron movilizaciones y petitorios al Consejo Escolar, planteando que con frío no se puede estudiar.
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Un problema de hace décadas
La desinversión educativa sufrida bajo los gobiernos de Scioli y Vidal, continúa bajo el Gobierno de Axel Kicillof que durante los dos años de pandemia no resolvió los problemas de infraestructura que ahora impiden que nuestros estudiantes tengan su continuidad pedagógica.
Frente a esta grave situación, La conducción Celeste de Suteba a través de Roberto Baradel hace pocas semanas se reunió con Axel Kicillof y, lejos de organizar a la comunidad educativa para exigir mejores condiciones de trabajo y estudio, no dice una sola palabra.
Por eso, ante esta escandalosa complicidad y paralización de nuestra herramienta sindical, en cada escuela tenemos que redoblar la apuesta y organizarnos docentes, estudiantes, auxiliares y familias, para exigir una inmediata solución a estos problemas, poner en pie comisiones de seguridad e higiene que puedan velar por las condiciones en las que se enseña y aprende, y por un verdadero plan de obras para todas las escuelas que se encuentran totalmente deterioradas. Tenemos que organizar la fuerza de toda la comunidad educativa para lograr imponer a Baradel un plan de lucha por todas nuestras demandas, aumento del presupuesto educativo y plata para educación, no para el FMI.
