En 100 días, Milei y los empresarios tomaron muchas "medidas de fuerza" contra el pueblo trabajador. Salarios destruídos, despidos, hambre, represión. La CGT y la CTA solo un paro nacional y pocas medidas aisladas, más empujadas desde abajo y por la prepotencia patronal. Algo se empieza a mover. Los conflictos crecieron un 71% en relación al mes anterior, dice un estudio. ¿Cómo pararle la mano a Milei y los dueños del país?
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Miércoles 20 de marzo 13:53
-En la CGT se está evaluando una nueva medida de fuerza, pero que no entorpezca la negociación con los diputados que votarían en contra del DNU, porque ya dijeron que si se hace un paro se rompe la negociación. Entonces no se va a realizar ningún paro hasta que no sea tratado en la cámara de diputados.
Las palabras son de Abel Furlán, secretario general de la UOM y directivo de la CGT. Fue la respuesta a un delegado de base que propuso que el congreso siderúrgico haga un llamado a la CGT para que convoque otro paro general.
A Furlán ni siquiera lo convence el ataque de los “barones del acero” que están congelando el salario obrero. Piensa seguir con medidas aisladas, por rama y separadas del resto de los gremios que también están sufriendo ataques.
Pero no hay “negociación” cegetista que pueda tapar la bronca que sigue cocinándose en muchas escuelas, empresas, dependencias estatales, barrios. Hagamos un recorrido rápido de los últimos días.
En la misma Tenaris Siderca, de donde “salió” Furlán, un millar de siderúrgicos (efectivos, contratados y contratistas), encabezó una multitudinaria marcha para dar inicio a un par de 72 horas. “Paolo no te lo decimos más / paga el aumento / que quilombo se va a armar”.
Es la bronca que recorre cientos de metalúrgicas de todo el país. Tienen un básico de 400 mil pesos y congelados. En Tierra del Fuego ya suspendieron a miles. En Acindar cerraron un mes. Quieren guerra.
Uno de los conflictos más duros comenzó en Río Negro. Los gobernadores (peronistas, radicales) se “pelean” con Milei para ver cómo se reparten el ajuste, pero coinciden sobre quién descargarlo. El martes comenzó un paro de 72hs por aumento salarial en el sector Salud. Una de las cosas más interesantes es la fuerza que contagian los sectores autoconvocados con asambleas, acampes y manifestaciones en las puertas de los hospitales.
Ese mismo día comenzó en Neuquén la primera jornada de un paro de 72 horas convocado por la docencia. 95% de adhesión y movilización multitudinaria. La seccional Capital, que dirige la izquierda, exige “un paro provincial de todos los sindicatos hasta que caiga el decreto de actualización salarial”. En Tucumán hay un proceso de movilizaciones “autoconvocadas”, por redes y en las escuelas. Muchos votaron a Jaldo y a Milei, pero ya se "calentaron". Reclamaron frente a la Casa de Gobierno y luego en las del gremio (ATEP) que firmó una paritaria del 12,6% hasta mayo, cuando los salarios vienen perdiendo más del 150% desde 2023.
Las escuelas también se mueven en Santa Fe. Vienen de una serie de paros con acatamiento total en todas las escuelas públicas de la provincia. Córdoba, con la seccional Capital recuperada por la izquierda, fue protagonista de las jornadas de lucha desde principios de marzo. La Marrón y otras agrupaciones le piden un paro nacional a CTERA, que sigue en modo "recreo".
Detengamonos un momento para abrir el foco. Según el Observatorio de Trabajo y Derecho Humanos de la UBA, “en febrero la conflictividad laboral y social respecto al mes anterior estuvo cerca de duplicarse. Fue un 71% respecto al mes anterior”. El trabajo da cuenta de 130 conflictos laborales (y sociales) de distinta índole.
Sigamos con el recorrido. En Mendoza estamos asistiendo ante dos conflictos duros. Los municipales denuncian que un empleado con 30 años de antigüedad cobra $ 180.000. El gobernador Cornejo mandó a la Policía de Mendoza que reprimió, tirando balas de goma y gases lacrimógenos a municipales de Godoy Cruz que realizaban una concentración. Pero no aflojaron y van a ganar. Una medida más contundente es la de los petroleros que manejan las grandes destilerías de la provincia. En la madrugada de este miércoles comenzó un fuerte paro. Denuncian el saqueo y la devastación de Javier Milei y el gobernador Cornejo, que quieren vender los yacimientos de YPF a empresas privadas. Reclaman contra suspensiones, despidos y mayor precarización.
El ataque de las petroleras llega más lejos. Camioneros denunció que YPF prevé suspender y luego despedir a 2.000 camioneros. Advirtieron que de no revertirse este plan, realizarán acciones en Neuquén y en destilerías de todo el país.
Esta semana arrancó movida en la zona metropolitana. Desde las 7 am la Avenida Costanera fue cortada por aeronáuticos despedidos de GPS, principal tercerizada de Aerolíneas Argentinas. Estaban acompañados por asambleas barriales, organizaciones estudiantiles, sociales y políticas. La lucha por la reincorporación es la primera batalla por impedir el vaciamiento y privatización de nuestra línea de bandera. El gobierno lanzó 8 mil retiros voluntarios en Aerolíneas y congeló los salarios. Ya hubo un paro que canceló 340 vuelos y para semana santa los pilotos anunciaron otro. Ahí se va a ver quién mueve el país.
Ese mismo día una jornada nacional unitaria contra el hambre atravesó el país. “Nos quieren matar de hambre” le decían las cocineras a La Izquierda Diario. “Y no lo vamos a permitir. Vamos a seguir en las calles”. Ese día el operativo represivo de Bullrich tiró gases, balas de goma y detuvo a manifestantes, otra vez.
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Uno de los sectores que puede convertirse en un polvorín son las dependencias estatales, no solo nacionales sino en las administraciones locales donde muchos gobernadores e intendentes también tienen su motosierra. Los paros de docentes universitarios, en el Conicet y algunas medidas de ATE (casi siempre tibias) también tienen su reflejo por abajo con asambleas y preparativos para enfrentar miles de despidos. El martes 26 parece que será el primer "Día D".
Muchos de estos conflictos no aparecen en ningún lado, salvo para “demonizar” a quienes reclaman. Y quienes hacen funcionar los medios también son atacados. Télam está cerrada por un ataque gorila del presidente, pero en sus dos edificios hay acampes que reciben solidaridad todos los días. “Télam no se cierra. No nos van a callar” dicen los carteles. Otro ataque brutal sufrieron los trabajadores de América TV. Primero los suspendieron porque a los millonarios Vila y Belocopitt no les gustan las huelgas. Después echaron a 30. Este miércoles hay asamblea en la puerta del lugar. El SiPreBA y FATPREN además está realizando paros y otras medidas contra el congelamiento salarial (en realidad les quieren dar un vale de supermercado como en la época de Menem).
¿Qué hacer?
Podríamos seguir. Hay medidas en Judiciales, los Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, en varias dependencias estatales, entre los pescadores y la alimentación en Chubut, en los yerbales de Misiones, así como conflictos “aislados” en distintos gremios. Y sobre todo la emergencia de las asambleas barriales, sobre todo en la zona metropolitana, que es un incipiente espacio de autoorganización para trabajadores y trabajadoras, jóvenes y vecinos castigados por la crisis. Tuvieron su "bautismo de fuego" en las jornadas contra la Ley Ómnibus, que no es poco.
Pero antes vale dejar dos o tres reflexiones.
La primera, que ante la motosierra y la licuadora, crecen las luchas sectoriales empujadas desde abajo o por ataques que empujan a las conducciones a salir a la calle.
La segunda, que lejos de unificar esos conflictos, las cúpulas de la CGT y la CTA siguen “peleando” por separado. Una actitud criminal. Esa tregua, no se sabe hasta cuándo, es un gran favor a Milei, los gobernadores y empresarios. ¿Se imaginan cuánto duraría el ajuste con un paro general activo, con piquetes y movilizaciones hasta llegar a la huelga general? Se cae.
La tercera, es que hay otra alternativa. Desde el PTS-Frente de Izquierda proponemos coordinar a todos los sectores que empiezan a resistir. Pero además nos jugamos a que se organicen desde abajo, en forma democrática y combativa, en espacios donde puedan confluir trabajadores y trabajadoras junto a quienes sufren el ajuste en sus barrios, escuelas, movimientos. Por eso, mientras apoyamos cada pelea, proponemos la convocatoria a un gran Encuentro Nacional de organizaciones sindicales y piqueteras combativas, asambleas barriales, de la cultura, feministas, estudiantiles, ambientalistas, con la participación de la izquierda que siempre está del mismo lado. Un encuentro que se pueda preparar, con mandatos de base, que reúna a miles de delegados, delegadas y luchadores de todos esos sectores y levante la exigencia de un paro general activo hasta que caída el plan de Milei. Es por ahí.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.