Con el fallo que conseguimos en la justicia de Córdoba, que ordena reinstalar a Cesar “Aguja” Quiñones, estamos haciendo historia. No existen antecedentes prácticamente de este tipo de resoluciones en la justicia cordobesa, caracterizada por su conservadurismo.
Sábado 4 de julio de 2015
Es un importante antecedente para los trabajadores, que va a generar jurisprudencia en Córdoba, provincia que también se caracteriza por la historia combativa de la clase obrera. Humildemente tratamos, como lo hizo el “Cuqui” Curuchet[1] en esta provincia, de aportar nuestro granito de arena como abogados, para que los trabajadores confíen en su propia fuerza y luchen por sus derechos.
Configura una alegría enorme, porque es un triunfo contra una multinacional como Renault. El “Aguja”, como lo llamamos todos, estaba –junto a todos sus compañeros- en el gremio de Camioneros y ganaba la mitad de lo que ganan los obreros metalmecánicos producto de la tercerización y precarización laboral impuesta en los años ´90.
Fueron más de nueve años de lucha los que implicó este fallo. Recordemos que la mayor lucha organizada fue en 2006, cuando los trabajadores de Cargo-Renault fueron reprimidos por la policía provincia, así como los principales activistas despedidos.
Por aquellos años, Aguja ya mostraba su combatividad y fuerza. No era de los que más hablaban, pero sus actos decían más que mil palabras. Recuerdo cuando bloqueamos los portones de Renault desde fuera, luego del despido de los voceros de los trabajadores. Ese día, Aguja quería salir con la mula que manejaba desde adentro, para mostrar que los obreros querían pelear.
Creemos que Aguja es esa bisagra entre el sindicalismo de base que se generó a nivel nacional en esos años, que recuperaba comisiones internas y cuerpos de delegados y el sindicalismo de izquierda que existe hoy, más directamente ligado a la izquierda partidaria. Él, pacientemente, se mantuvo en la fábrica todos estos años, peleando por los derechos de los trabajadores, organizándose, haciendo reuniones en su casa con 2, 3, 5 compañeros.
Se preparaba para el siguiente round, que fue en el 2013, cuando Camioneros llamó a elecciones de delegados por primera vez. Pero la empresa, sabiendo que era referente entre sus compañeros, en complicidad con el sindicato, lo despidió.
Desde el Ce.Pro.D.H. logramos una medida cautelar de reinstalación antes de las elecciones, que la empresa no acató. Camioneros no lo dejó participar y creyó haber ganado la batalla. Pero, cómo olvidar que Aguja, con la astucia y ayuda de sus compañeros, entró a Renault clandestinamente el día de las elecciones. Sus mismos compañeros, en su defensa, paralizaron durante horas parte importante del funcionamiento de la planta, soportando la presión de las patronales de Cargo y de Renault y la burocracia sindical de Camioneros.
Este fallo es un enorme orgullo, por lo que significa objetivamente para la clase obrera de Córdoba. Junto a la reinstalación cautelar de Walter Silva en VolksWagen, después de dos años de lucha, son la demostración de que sí se puede triunfar.
Además es una enorme alegría personal, porque Aguja es un amigo, un obrero que con su lucha y su experiencia se ha transformado en un militante revolucionario, que se las bancó todas, y que durante todos estos años acompañó e impulsó todas las luchas que hubo en Córdoba.
Cesar “Aguja” Quiñones es de esos imprescindibles, que sin ningún tipo de prurito hizo su experiencia con la Izquierda revolucionaria, cuando todavía no teníamos la fuerza que tenemos hoy. Adquirió confianza en su propia fuerza y en la de su clase, sumándose a las filas del PTS, y ahora quién lo para...
Qué enorme orgullo después de estos años, poder gritar a los cuatro vientos que pelearemos para que esté definitivamente adentro.
* La autora es las abogada de Cesar Quiñones
[1] Abogado de los sindicatos clasistas de SITRAC-SITRAM, asesinado por la Triple A en 1974.
