En medio de la declaración de guerra del Estado de Israel (apoyado por el imperialismo mundial, incluido el español) contra el pueblo palestino, y de los pactos por arriba que pretenden otorgar una amnistía parcial y negar el derecho a decidir a cambio de la investidura del Gobierno “progresista”, el Estado español se prepara para celebrar la “Fiesta Nacional de España”.
Jueves 12 de octubre de 2023
Otro 12 de octubre más en el que se conmemora el día en el que Colón llegó al continente americano por primera vez, iniciando así una nueva etapa histórica repleta de saqueo, imposición cultural, explotación y esclavitud en el llamado Nuevo Continente, que de nuevo tenía poco: las comunidades originarias habían poblado el territorio desde hace miles de años.
En la actualidad esta fecha se celebra bajo los pilares del régimen del 78, heredero del franquismo, y la monarquía, llena de historia colonial e imperialista y cárcel de los pueblos que habitan su territorio. Aunque intenten ocultar o, en los casos más reaccionarios, negar el pasado colonialista de la Corona de España y manipular la historia; el Estado Español se fundamenta en esta vieja concepción de la “sacrosanta unión española” que trae consigo el expolio imperialista en América y el Norte de África y la represión continuada a los movimientos democráticos por el derecho a la autodeterminación nacional, especialmente en Catalunya y Euskadi.
Siglos más tarde del genocidio colonial, el imperialismo español sigue afectando terriblemente a los pueblos colonizados y sus migrantes en España. Se continúa capitalizando la explotación de los países latinoamericanos y africanos y perpetuando el racismo institucional con las terribles políticas de extranjería y la criminalización de aquellos que deciden emigrar, siendo muchas veces encarcelados dentro de los CIEs (centros de internamiento de extranjeros), por el simple hecho de ser migrantes.
A lo que tenemos que sumar el enorme escándalo de que el gobierno “progresista”, cada vez más desenmascarado, apoye al estado genocida de Israel, tanto militarmente a través de la OTAN, como ocultando o blanqueando sus asesinatos, secuestros y ataques al pueblo palestino, que tiene el legítimo derecho a defenderse y pelear por su liberación.
No hay banderas rojigualdas lo suficientemente grandes para esconder su hipocresía imperialista ante los crímenes del Estado de Israel, al cual prefiere defender “pase lo que pase” en pro su alianza con EEUU. Tampoco para tapar que las alternativas políticas tanto para las personas racializadas como para la población migrante son absolutamente nefastas.
Por un lado, la derecha y extrema derecha despliegan su discurso españolista rancio, xenófobo y racista, con su discurso reaccionario contra el derecho a decidir de los pueblos, con sus campañas antiinmigrantes o y de criminalización de la juventud racializada. Son también quienes, en defensa de la ‘patria’, proponen blindar las fronteras, endurecer las leyes de extranjería y fortalecer los aparatos represivos del estado para perseguir a las personas migrantes y racializadas de los barrios más pobres a quienes culpabilizan de todos los males que el mismo sistema capitalista que defienden produce.
Y, por el otro lado, el neoliberalismo progresista del PSOE y la izquierda neorreformista de Sumar, que son igualmente defensores de la sacrosanta unidad de España, la negación del derecho a decidir de los pueblos y el imperialismo español. Aunque se abanderen en el discurso de ser defensores de los derechos humanos, en “política migratoria” en poco se diferencian de la derecha. Así han aplicado políticas migratorias racistas que han causado miles de muertes en las fronteras, como la masacre de Melilla, y en el mar Mediterráneo.
Además, han abierto nuevos CIEs a pesar de prometer cerrarlos, han mantenido las leyes de extranjería que condenan a los migrantes a la exclusión social y sobreexplotación laboral, han celebrado la última cumbre de la OTAN en Madrid mientras se calificaba a la migración como una amenaza híbrida para “el jardín de Europa” y han demostrado una y otra vez cómo están dispuestos a defender el imperialismo, como la confesión de Pedro Sánchez de compartir la misma política antiinmigratoria con la ultraderechista Meloni de Italia.
Aunque intenten convencernos de lo contrario, las personas migrantes y racializadas tenemos claro que esta falsa izquierda al servicio del imperialismo y el capital español no va a cambiar nada de nuestras realidades ni muchos menos parar a una derecha de la que copia su programa de políticas migratorias.
Porque las personas migrantes y racializadas somos las que sufrimos los trabajos más precarios (la mayoría de veces sin ninguno tipo de seguridad laboral, sin posibilidad de denunciar condiciones ni cotizar para las pensiones de nuestro futuro), las que estamos en una mayor situación de vulnerabilidad de derechos ante la violencia estatal y patriarcal, las que más sufrimos la represión del racista cuerpo policial y las que menos acceso tenemos a derechos que deberían de ser mínimos para cualquier persona. Para el Estado español de la “Europa fortaleza” tan solo somos un “problema público” al mismo tiempo que esconde que somos su mano de obra más barata en trabajos esenciales como el sector primario o el trabajo de cuidados.
Por eso este 12 de octubre, no celebramos, sino luchamos y demandamos un verdadero cambio, que comience por la derogación de la ley de extranjería, el cierre definitivo de los CIEs, la apertura de las fronteras, la agilización urgente de los proceso de nacionalización y de solicitud de asilo sin filtros burocráticos imposibles de superar para miles de personas. Y ahora más que nunca, por el fin del apoyo al Estado de Israel, rompiendo con todos los acuerdos y acabando con la ayuda militar que le da a través de la OTAN.
Este cambio sabemos que no caerá del cielo ni será resultado de “pactos por arriba” entre los partidos de la burguesía, sino que es necesario pelear por construir una alternativa socialista y revolucionaria que ponga en jaque los pilares del régimen del 78 y el propio Estado español imperialista y capitalista, por la liberación de los estados colonizados y la libertad de decidir a los pueblos que habitan dentro de sus fronteras.
Exigiendo la amnistía para todos los luchadores que lo enfrentan, como los que lucharon por el derecho a la autodeterminación, los que se enfrentaron contra la patronal y también para los que se encuentran encarcelados en centros de detenciones no oficiales simplemente por ser pobres y migrar. Como cada año, nada que celebrar y mucho por lo que llenar las calles y luchar.