El día martes 3 de mayo, estudiantes de la Casa Central de la Universidad Silva Henríquez en Santiago, fueron atropellados por dos vehículos particulares, en contexto de un corta calle con motivo de presionar a las autoridades de la Universidad y para que se visibilice la movilización que estaban haciendo en base a un petitorio que discutieron en asamblea en el que se expresan demandas muy sentidas por las y los estudiantes, que se repiten desde varios sectores educativos.
Domingo 8 de mayo de 2022
En contexto de corta calle y movilización por parte de los estudiantes, que se encontraban en una calle de Santiago centro, movilización totalmente pacífica, dos conductores de autos particulares (en momentos diferentes), al no poder avanzar, se tiraron hacia los estudiantes atropellando a 4 de ellxs, los que se salvaron de recibir daños graves. Uno de los atropellos fue grabado, el cual generó mucho repudio dentro de las redes sociales hacia la persona responsable de atropellar a estudiantes.
La movilización partió por una asamblea que se hizo en la universidad, donde discutieron un petitorio con demandas sentidas para el estudiantado en el cual les estudiantes solicitan a la universidad que: se pueda liberar el requisito de 75% de asistencia para la aprobación de los ramos, tomando en cuenta la situación nacional que se está viviendo, de crisis económica, problemáticas de transporte, realidades personales de cada estudiante, como por ejemplo los que son madres y padres, o los que vienen de región que no tienen ninguna consideración y sobre todo con la crisis sanitaria que se vive a nivel mundial con el COVID-19, y que luego de 2 años de encierro se ha demostrado que en los establecimientos educativos y universitarios no se ha implementado ningún protocolo que asegure trazabilidad ni que prevenga los contagios.
Por otro lado también se solicita más transparencia con los recursos dentro de la universidad, que se puedan aumentar las horas de utilización de espacios dentro de la universidad como piscina, canchas; el aumento de las impresiones semestrales ya que la universidad solo costea 200 impresiones al semestre, cosa que no alcanza para nada; la opción de tener las clases grabadas para que compañeras y compañeros que tengan licencias por COVID-19 o por otra razón puedan optar a esta modalidad para no perder clases; se exige también agilización en la entrega de información sobre suspensiones de clases y/o cualquier otra situación por temas de seguridad estudiantil e incluso la aceleración en el cambio de nombre de compañeres que no se sientan identificades con sus nombres de nacimiento y que se respete su decisión.
El punto más sentido por lxs estudiantes es sobre salud mental, de partida se exige una semana de receso en favor de la salud mental de cada estudiante, tomando en cuenta la carga académica y todo el proceso de adaptación a la presencialidad para así enfrentar el agobio que se vive dentro del estudiantado.
Todo esto debido a que dentro de la Universidad no existe ningún protocolo que pueda enfrentar el colapso de las y los estudiantes, la universidad no ofrece atención psicológica para apoyar y prevenir situaciones donde los estudiantes se sientan mal y hay nula responsabilidad sobre el tema, no dan soluciones e incluso se desligan del problema diciendo que no pueden hacer nada. Y esto diariamente se palpa el colapso dentro de la universidad cientos de alumnos ya no aguantan más. (En 2019 un compañero se tiró de la azotea y la Universidad nunca se ha hecho responsable)
La problemática de la salud mental en el país va de mal en peor, sobre todo en la juventud y en los estudiantes que viven sobrecarga académica, donde muchos tienen que trabajar y estudiar al mismo tiempo, es por esto que desde la Universidad Silva Herniquez las y los estudiantes decidieron en asamblea organizarse para poder generar presión hacia las autoridades.