El estudio presentado por Fundación Sol, ya se presenta hace 10 años, utilizando los datos de la Encuesta Nacional de empleo, utilizando una noción desde el aspecto multidimensional que busca no sólo ver los índices de empleo sino también su calidad.
Martes 2 de agosto de 2022
Desde la pandemia hasta el último trimestre de este año (Abril a Junio de 2022), no se ha logrado recuperar el empleo en Chile, previo a la pandemia. Actualmente según el Informe mensual de Calidad del empleo de Fundación Sol, existen cerca de 16 millones de personas en el país que son parte de la Población Económicamente Activa (PEA), cifra que se desglosa en 9,5 millones de personas que se encuentran en una actividad laboral o en busca de ella, mientras que el otro 6,5 millones de personas en edad de trabajar no realizan una actividad remunerada.
Si se revisan los datos pre- pandemia, es decir, el trimestre Abril a Junio del 2019, actualmente existen 84.176 personas menos, que se encuentran ocupadas en un tipo de trabajo, mientras que también existen 51.063 personas más, que se encuentran inactivas o desempleadas, en el actual trimestre Abril a Junio del 2022.
El 46,4% del empleo recuperado en el país, desde el peor momento de la pandemia es empleo de carácter informal, que no permite proyectar una recuperación sólida del empleo y una mejora en los indicadores de calidad del trabajo en Chile. Lo cual es parte de la destrucción del empleo formal, lo que además afecta directamente a millones de personas, familias trabajadoras y sectores populares, en medio de una inflación creciente, que afecta principalmente las condiciones de vida de estos sectores, donde las proyecciones ya hablan del aumento de la pobreza hacia un 11%.
En cuanto al empleo formal, son cerca de 5,3 millones de personas que se encuentran trabajando en el sector privado, mientras que es 1 millón en el ámbito público a nivel nacional. El 15,7% de las personas ocupadas se encuentran contratadas de forma “externa”, hay rubros de la economía en que la externalización aparece como un fenómeno masivo, especialmente las Actividades de Servicio Administrativo, en que el 65,4% de las personas ocupadas se encuentra externalizada. Es decir, una precariedad laboral altísima, en sectores de la población que en estricto rigor, si se encuentran dentro del empleo formal.
En cuanto al género, en el aspecto laboral, son las mujeres quienes más se han incorporado al mundo laboral posterior a los momentos más difíciles de la pandemia, en empleos precarios, informales o con contratos por obra, faena o plaza fijo. Pero también son quienes, aún mantienen las mayores cifras de desempleo llegando a un 11,9%.