La verdadera situación de los inmigrantes en Alemania.
Jueves 28 de julio de 2016 00:00
¿Cuál es la situación actual de los refugiados en Alemania?
La situación de los refugiados es muy compleja. Muchos tienen que quedarse en centros de acogida durante muchos meses, sin privacidad, con poco espacio y en condiciones pésimas de higiene. Por suerte, ya no hay tantas escenas de refugiados haciendo cola durante varios días para ser atendidos por las administraciones. Pero sigue habiendo muchos problemas de infraestructura en los centros de acogida. De modo tal que muchos refugiados se niegan a seguir quedándose en estos centros.
En las últimas semanas, hubo varias protestas de refugiados contra las condiciones de albergue, algunos ocupando plazas con carpas y negándose a volver a esos centros. Es que no son más que el colmo de todas las leyes racistas que están vigentes contra los refugiados en este país. Desde el 2014, el derecho al asilo se ha restringido una y otra vez.
Mientras el gobierno de Merkel celebraba el “verano de la bienvenida”, cuando en setiembre del año pasado terminó aceptando el ingreso de 1 millón de inmigrantes porque no le quedaba alternativa frente a la presión en las fronteras y las divisiones entre los distintos gobiernos europeos, al mismo tiempo se votaron múltiples leyes que facilitan deportaciones y consolidan las leyes de permanencia (que les obligan a los refugiados a quedarse en una ciudad o en un pueblo sin la posibilidad de viajar sin autorización previa).
Así ponen más presión al ‘mercado laboral’. Por un lado es muy difícil para los refugiados encontrar trabajo, hay leyes que dictan que pueden trabajar solo si no hay nadie de la Unión Europea que puede hacer este trabajo. Por otro lado se implementaron excepciones para refugiados que estén dispuestos a trabajar por menos de un Euro la hora. Ya muchas empresas alemanas emplean refugiados bajo estas condiciones, incluyendo gigantes como Correos de Alemania.
¿Qué otras consecuencias tienen estas leyes racistas?
Y, la verdad es que existen para dividir a la población y sembrar el racismo. De hecho, no se puede explicar el auge fenomenal de la extrema derecha en Alemania en el último año y medio sin el trasfondo de estas leyes racistas. Y este auge es realmente impresionante: el nuevo partido “Alternativa para Alemania” tuvo grandes éxitos en las elecciones provinciales y busca cuestionar por derecha al gobierno. Mientras tanto, incita una propaganda violentamente racista que tiene resultados reales, más aún luego de los ataques que causaron varios muertos la semana pasada.
El año pasado hubo más de mil ataques contra centros de acogida o domicilios de refugiados, incluyendo incendios, bombas y tiroteos, además de violencia física contra miles de refugiados y migrantes. Contra todo esto, hace falta organizar la autodefensa de los refugiados, junto a activistas solidarios de la izquierda y los movimientos sociales.
¿Cuál es la política del gobierno de Merkel hacia la crisis migratoria europea?
Desde el principio, Merkel buscó encontrar una “solución europea” con el sistema de “cuotas” (donde cada país debía aceptar una cantidad de inmigrantes) para no quedarse sola con la resolución de la crisis migratoria. Pero esto fracasó. Países como Hungría o Austria cerraron sus fronteras nacionales, mientras Merkel apostó a que se cierren las fronteras en la periferia de Europa.
Por ello pactó con el bonapartista Erdogan, presidente de Turquía, que en estos días llamó a un estado de emergencia, encarcela a decenas de miles de personas y gobierna por decreto, tras el intento fallido de golpe militar. A pesar de ello, el gobierno de Merkel quiere honrar el pacto con Turquía, más allá de alguna u otra crítica “humanitaria”. Sabe que, si hay alguna posibilidad de supervivencia de la Unión Europea, tienen que mantenerse abiertas las fronteras nacionales. Para Merkel, no es ningún problema que mueran decenas de miles de personas cada año en el Mediterráneo, o que más que dos millones de refugiados sigan en Turquía, mientras que no entren al territorio de la Unión Europea.
Sin embargo, eso no quita por un lado la presión interna por derecha de endurecer aún más la política contra refugiados -que van a seguir creciendo, dentro y fuera de su propio partido- y por otro lado -aún más importante- las crecientes tensiones entre los países centrales europeos. La crisis migratoria es la mayor amenaza al proyecto “europeísta” promovido sobre todo por el capital exportador alemán. No podemos descartar una crisis mayor que termine en la ruptura de la Unión Europa.
Hace falta construir una alternativa obrera, juvenil y de clase para enfrentar a las variantes reaccionarias que vemos.