El pasado sábado 02 de Septiembre en la casa cultural del Partido de Trabajadores Revolucionarios se realizó una completada y jornada musical para recolectar fondos en beneficio de un joven militante de la agrupación Vencer que se encuentra actualmente en tratamiento por leucemia, logrando recaudar una importante suma de dinero.
Martes 5 de septiembre de 2023
La leucemia es un cáncer hematológico que se presenta frecuentemente como infecciones bacterianas, sangrados o dolores óseos, es una enfermedad que puede tener graves consecuencias sin un tratamiento oportuno y, además, representa un alto costo monetario.
En Chile, la leucemia en mayores de 15 años es una enfermedad considerada Garantía Explícita en Salud (GES), lo que quiere decir que el acceso al diagnóstico y tratamiento está asegurado. Sin embargo, en la mayoría de los casos implica un copago, es decir, que se debe pagar un porcentaje de la prestación al momento de utilizarla. Aunque este porcentaje suele ser bajo (alrededor de un 20%) cuando hablamos de un tratamiento que cuesta más de $10.000.000 la suma a pagar sigue siendo millonaria, un precio inalcanzable para la mayoría de las familias del país. Por este motivo, al igual que en este caso, muchas familias se ven en la obligación de organizar bingos, completadas y todo tipo de eventos para costear necesidades de salud.
¿Por qué tenemos que organizar eventos para sortear problemas de salud?
Durante la dictadura militar se impuso a punta de asesinatos y desapariciones un nuevo modelo económico, en el cual los que antes eran derechos sociales, como las pensiones y la salud, se transformaron en un nicho para los negocios de un puñado de millonarios. El modelo neoliberal es una realidad instalada ya en el inconsciente colectivo, al punto de que el sentido común de las y los chilenos es que hay que pagar para tener una salud digna y de calidad.
El sistema de Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES) instalado por la dictadura a través de la constitución de 1980, pone a competir de manera muy desigual a un sistema público persistentemente desfinanciado, contra un sistema privado diseñado para quienes puedan pagarlo, es decir, que cuenta con muchos más recursos para invertir en una minoría de la población.
Durante las protestas del 2019 una de las principales demandas sociales era justamente el derecho a la salud y el cuestionamiento a las ISAPRES, sin embargo, fue el actual presidente Gabriel Boric quien, liderando el Acuerdo por la Paz y nueva Constitución, dió una salida dentro de los márgenes del régimen que nos tiene actualmente en un verdadero fraude constitucional con la Comisión de Expertos que busca defender y mantener la presencia del empresariado en nuestro sistema de salud.
El último escándalo protagonizado por las ISAPRES con su robo de más de un billón de pesos (1.400 millones de dólares) en cobros excesivos a sus usuarios era el escenario perfecto para sacarlos del negocio, expropiando de paso la infraestructura que pertenece a los mismo dueños y capitales extranjeros como son las clínicas Santa María, Dávila y Bupa, y centros de atención ambulatoria como Integramédica y Sonorad, para ponerlos al servicio del sistema público, pero el gobierno de Boric sigue sin pronunciarse de manera activa para dar soluciones a esta situación.
La salud tiene que volver a ser un derecho
Existe otra alternativa, un sistema de salud público único para todas, todos y todes, que todas las personas se atiendan en el mismo sistema de salud, el cual sea administrado por sus propios trabajadores en conjunto a las comunidades de usuarios, y tomemos de una buena vez de forma colectiva y como sociedad un problema que en estos momentos nos divide y nos aísla cuando una enfermedad grave golpea a uno de nuestros familiares.
Este evento es una muestra muy pequeña de lo que puede lograr la clase obrera cuando se lo propone, y es que cuando las y los trabajadores se unen por un objetivo claro su fuerza es imparable. La única forma de arrebatarles el negocio de la salud a quienes hoy manejan la política, y que van a defenderlo con uñas y dientes, es con la fuerza organizada de todas y todos los trabajadores en las calles, luchando por una nueva constitución que garantice el derecho a la salud y elimine de una vez por todas la presencia del sistema privado.
Todas las luchas personales debemos transformarlas en colectivas, para que nunca más en Chile tengamos que organizar una completada para dar la batalla contra el cáncer.