Amnistía de AMLO. Expresidentes de México, Calderón y Peña Nieto, pasean impunes por Europa

En redes circuló un video particular. El expresidente panista Felipe Calderón (2006-2012) se aventó junto a Sergio "Checo" Pérez a una alberca para festejar su triunfo en el Grand Prix de Mónaco.

La razón de que Calderón estuviera en Mónaco es porque es presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). Un evento internacional de la Fórmula 1 como lo es el Grand Prix de Mónaco no es ajeno al puesto.

Checo Pérez celebra en Mónaco con Felipe Calderón. Esto no le gustará a la 4T de AMLO y su papá. 🤣🤣🤣 pic.twitter.com/0w0zwS7CQE

— Ricardo Cariño (@ricardocarino) May 29, 2022

Paralelamente, el gobierno español, según un artículo publicado por el diario El País, le concedió al expresidente priista Enrique Peña Nieto (2012-2018) una "visa dorada". Este documento fue creado en 2013 por el entonces presidente del derechista Partido Popular, Mariano Rajoy, y "permite regularizar a los grandes inversores que destinan al menos un millón de euros a la adquisición de activos españoles, que tienen un proyecto empresarial o que compran inmuebles por al menos 500.000 euros (10,5 millones de pesos mexicanos)". El verdadero motivo de Peña Nieto, empero, es otro, pues es en pago a su servicio por el entreguismo de su gobierno mostrado con las concesiones a las tradicionales españolas, sobre todo en el terreno energético como REPSOL y OHL, esta última siendo su favorita. Calderón también favoreció a estas empresas.

Peña Nieto vive suntuosamente en Valdelagua, en el municipio madrileño de San Agustín de Guadalix, luego de haber comprado un local comercial en Chamberí, otra localidad lujosa en Madrid. Su fortuna “inexplicable” le permite ser vecino de celebridades como Javier Barden y Penélope Cruz. Apenas en 2019, a meses de haber abandonado la presidencia, Peña Nieto fue captado cenando con un mal disfraz en Nueva York junto a su pareja, Tania Ruiz.

En ambos casos, los expresidentes gozan de una evidente impunidad. Como si no fuera suficiente el hecho de que la "guerra contra el narco" fuera inaugurada por el panista Calderón en 2007 y continuada por el priista de Atlacomulco en 2012, dejando una estela de 200 mil muertos al inicio del sexenio de AMLO —cifra que, por cierto, sigue en aumento y que hoy sobrepasa los 300 mil muertos. Hay que recordar también que con Calderón se dio en 2009 la extinción de la paraestatal Luz y Fuerza del Centro, dejando a más de 40 mil trabajadores sin empleo, así como la aprobación de la "Iniciativa Mérida" aprobada por el imperialismo estadounidense.

Con ambos, la juventud vivió duras represiones. En diciembre de 2012, mientras Peña Nieto asumía como mandatario, la policía federal y del Distrito Federal reprimía duramente al movimiento #YoSoy132 que había hecho un llamado a rodear el congreso y, al mismo tiempo, a 2.5km, marchaba frente al Palacio de Bellas Artes; los gases lacrimógenos de las fuerzas represivas llenaron buena parte del centro de la ciudad.

En las protestas, el adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN, Francisco Kuy Kendall, recibió el impacto directo de una de las bombas de gas lacrimógeno, lo que le provocó muerte cerebral meses más tarde. A lo largo de 2013, la política de Peña Nieto hacia la juventud fue la de reprimir contingentes mediante la PGR y con cientos de granaderos (policía antimotines), como sucedió con en las marchas del 10 de junio, del 1ro de septiembre (día del informe presidencial), del 2 de octubre y del 1ro de diciembre de ese año.

Amnistía de AMLO al servicio de la impunidad

Que estos personajes puedan pasear en España y Mónaco es un ejemplo claro de la política de López Obrador de compromiso político con Peña Nieto, a cambio de estabilidad para el gobierno de la "Cuarta Transformación". Cuando AMLO asumió la presidencia, si bien prometió combatir la corrupción, también fue enfático en que no iba a perseguir a sus antecesores, dando amnistía a sabiendas de su historial represivo y anti-obrero. Esta amnistía la había anunciado desde 2016 distorsionando la máxima de "ni perdón ni olvido", ajustándola a su agenda como "perdón sí, olvido no".

Fue sobre ese mismo eje que AMLO se posicionó con respecto a la consulta por el juicio a los expresidentes, consulta promovida por él mismo en la que él votó en contra bajo un discurso de "dar perdón".

Gracias a esta amnistía es que Peña Nieto puede darse la vida de magnate viviendo en barrios lujosos y comprando propiedades con sus constructoras —algo común de este priista de Atlacomulco luego de las miles de concesiones federales que le otorgó en su mandato a Grupo OHL—, mientras que Calderón puede ser revestido como presidente de una ONG mientras visita Mónaco, un país conocido por ser un paraíso fiscal y que tiene la mayor población de multimillonarios del mundo.

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A eso hay que agregar las dádivas de las televisoras, como fue el caso de Televisa con Peña Nieto, a quien recompensó con una lujosa "Casa Blanca" en Lomas de Chapultepec, una de las zonas más adineradas de la Ciudad de México y que supuestamente estaba a nombre de su entonces esposa, la exactriz Angélica Rivera "Gaviota" (apodada así por ser la protagonista de la telenovela homónima). Dicha investigación se dio en medio de las protestas que exigían la renuncia del mandatario luego de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, con cientos de miles en las calles en solidaridad con los jóvenes cuyo paradero aún se desconoce.

La impunidad con la que gozan es el acuerdo en común de los políticos capitalistas como AMLO, a quien respaldan nueve de los 15 mexicanos de la lista de Forbes. Y es que la línea de AMLO es la de recomponer al régimen mexicano luego de la fuerte crisis orgánica que significó el movimiento por Ayotzinapa. De allí que no sorprenda que entre ellos se cuiden y por lo cual resulta importante la organización independiente de los partidos al servicio de los empresarios y que permiten que sus políticos vivan igual que ellos.