Este lunes a las 17 movilizamos desde la escuela 11 de Barracas, Lafayette 1879, hasta la Jefatura de Gobierno porteño. Organicémonos en asambleas por escuela y confluyamos en una masiva jornada de protesta desde Congreso al Obelisco contra el ajuste de Larreta y el gobierno nacional.
Lunes 22 de agosto de 2022 10:55
Estamos ante las primeras respuestas de un hecho aberrante. Hemos perdido una niña por responsabilidad del gobierno de la Ciudad de Rodriguez Larreta, quien desfinancia la educación, la salud y no garantiza el acceso a una alimentación saludable a los niños, niñas y adolescentes de esta ciudad. Hemos perdido una niña por la responsabilidad del enorme ajuste del gobierno de Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y el nuevo superministro de la embajada de EEUU, Sergio Tomás Massa.
Son muchas las escuelas que escribieron declaraciones, organizaron campañas de fotos, están dispuestas a movilizarse y que además se hicieron presentes en la reunión organizativa de la caravana educativa de este lunes que se realizó en la iglesia Caacupé el sábado 20. La misma también contó con la participación de un importante arco de solidaridad compuesto por organizaciones sociales, políticas, barriales y sindicales. Esta numerosa convocatoria no sólo evidencia que la movilización será muy importante sino que puede ser el comienzo de algo más, dándole continuidad para evitar que esto vuelva a suceder en cualquier escuela.
Con la escuela sola no se puede
Mientras en las escuelas nos íbamos enterando del fallecimiento de esta niña, todas y todos nos poníamos a pensar en centenares de situaciones parecidas en nuestras aulas, de hambre, miseria, vejaciones, sin vivienda y todo tipo de sufrimiento que atraviesan nuestros y nuestras estudiantes y sus familias. No es algo nuevo pero sí es algo que se profundizó desde el inicio de la pandemia a esta parte. Por ello, desde el comienzo de la pandemia hemos organizado cada escuela para pelear por una alimentación de calidad y que sea mucho más en cantidad, conquistando un amparo de la justicia que así lo estableciera junto a las legisladoras del PTS en el Frente de Izquierda Myriam Bregman y Alejandrina Barry. De esta manera, logramos transformar el servicio de refrigerio de un sándwich de paleta y queso a la entrega de bolsones de comida que luego se dejó de entregar a las familias.
Esto se profundiza. Porque cuando desde la izquierda venimos insistiendo en enfrentar al ajuste del FMI decimos, por ejemplo, que en la Argentina hay empresas alimenticias que son millonarias y más de un millón de niños que se saltean una comida diaria. Más de un millón de niñas, niños y adolescentes en Argentina dejaron de comer alguna comida -desayuno, almuerzo, merienda o cena- por falta de dinero, según un informe de Unicef. Un flagelo a la infancia.
Para las familias de nuestros chicos y chicas, los alimentos se hacen cada vez más caros por la inflación en los últimos meses, volviéndose cada vez más difícil acceder a la canasta básica para los sectores populares. Ante esto, el gobierno de Larreta ofrece una mísera comida en los comedores escolares y una vianda ya muy denunciada en las escuelas de jornadas simples. Cuando la familia de la niña solicitó un refuerzo alimenticio, primero, se lo otorgaron y luego, se lo quitaron por mero burocratismo. Las grandes movilizaciones de desocupados vienen, entre otras demandas, visibilizando esta situación y exigiendo que el gobierno nacional reparta mayor cantidad de alimentos en los comedores barriales. No es “un Estado ausente” sino un estado capitalista administrado por Cambiemos o el Frente de Todos. Unos y otros hambrean a la población.
Pero las empresas alimenticias, lejos de verse afectadas por la crisis, son las que reportaron ganancias multimillonarias. Sólo en el segundo trimestre de 2022 el emporio de Molinos Río de la Plata presentó un balance en el que acepta haber obtenido ganancias por más de 5 mil millones de pesos: su dueño, Luis Pérez Companc, pertenece a la familia que posee la cuarta fortuna más grande de Argentina, calculada en 2700 millones de dólares.
El informe de Unicef, justamente, señala que con la crisis económica se observa una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos. En el 50% de los hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, hogares numerosos, con jefatura femenina o endeudados, se dejó de comprar algún alimento por falta de dinero.
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Pero como bien dijo la diputada Myriam Bregman “cada día vemos a algún sector patronal reclamando beneficios impositivos, dólar más caro, retenciones cero. A la par, un millón de niñxs comen una vez al día y una niña murió en CABA. A unos se los escucha, a otros se los estigmatiza como "planeros", haciendo alusión a que ahora los y las docentes parece que tenemos que ser garantes de cómo se le quita los derechos sociales a las familias.
¿Puede la escuela sola lidiar y resolver todos estos problemas? Somos los y las docentes quienes intentamos todas las vías hasta conseguir un par de zapatillas para los y las estudiantes, como bien contaron las compañeras de la Escuela 11. Pero los y las docentes ¿somos el Estado? ¿Estamos hablando de un Estado ausente? ¿O es una política sistemática del estado capitalista?
Necesitamos organizar la bronca
Esta amplia solidaridad que viene construyéndose desde abajo es la base para transformar la solidaridad y la bronca en organización, contra el gobierno de la Ciudad y el nacional, transformar la bronca y la organización contra este sistema que deja a las infancias a la deriva y a su Estado.
Hoy nos movilizamos por la niña de Barracas y también por el millón de niños, niñas y adolescentes que están bajo esta terrible situación. Esta movilización es un gran comienzo que tiene que tener continuidad. Desde nuestra agrupación, la Corriente Nacional 9 de abril, proponemos que en la próxima asamblea debatamos y votemos una gran movilización desde el Congreso al Obelisco y que todo el mundo se entere de lo que ocurrió aquí en la Ciudad de Buenos Aires que es lo mismo que ocurre en Salta con las niñas wichis, en Chaco, Formosa y tantas otras provincias.
Hay que organizarse. Tenemos que poner en pie asambleas por escuela en cada distrito junto a las familias para organizarnos por todos los reclamos de la comunidad educativa, por una alimentación de calidad, cumpliéndose el fallo de la justicia conquistado junto a las diputadas Alejandrina Barry y Myriam Bregman. También por la salud pública, junto a las y los trabajadores de los CESAC y de los hospitales, por educación, vivienda y trabajo, diciendo bien fuerte “plata para educación y nuestros niños, no para el FMI” ya que la única deuda que tenemos es con ellos y ellas. Para que la crisis la paguen los que la generaron y no nuestros y nuestras estudiantes y sus familias. Intentando organizar y movilizar con todas nuestras fuerzas para imponer, en el camino de organizarnos con esta fuerza que surge desde las escuelas, a todas las burocracias sindicales como la de UTE CTERA y la CTA -que se llenan la boca hablando contra Larreta pero vienen garantizando la paz social al gobierno de Cambiemos y son parte del gobierno ajustador del FDT- un plan de lucha por todos nuestros reclamos.
Las bancas del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, de Alejandrina Barry y Myriam Bregman, han pedido rápidamente la interpelación de la ministra Soledad Acuña ante este hecho junto a un proyecto de ley para que el deficiente refuerzo calórico sea de calidad nutritiva y se entregue sin ningún tipo de requisito ni trámite burocrático que obstaculice e impida su acceso. Junto con esto, también se presentó un proyecto para la urgente creación de más de dos mil cargos para amplificar el Equipo de Orientación Escolar (EOE) y el Departamento de Orientación Educativa (DOE) con más psicólogas, trabajadoras sociales, de la salud y otras profesionales que puedan atender a todos y todas las niñas, niños y adolescentes que lo necesitan. Todo esto se puede conseguir sólo con la movilización.
¿Se puede terminar con la pobreza en Argentina?
Desde el PTS en el Frente de Izquierda estamos impulsando asambleas en cada local con todos los compañeros y compañeras que comparten esta perspectiva, con los cuales hemos hecho diferentes experiencias de lucha, organización, de debate de ideas y que creen que hay que cambiar las cosas que así las cosas no van más, en todos los centros culturales obreros y socialistas donde los docentes junto a otros trabajadores y estudiantes nos estamos organizando y discutiendo una perspectiva de lucha por el socialismo.
Todas esas luchas que damos las damos por las demandas urgentes del presente pero también desde una perspectiva socialista revolucionaria desde abajo, porque de lo que se trata es de darlo vuelta todo en este sistema que nada bueno tiene para ofrecer. Qué significa esto, por ejemplo, respecto al hambre y la alimentación.
Se dice popularmente que nuestro país tiene todos los recursos, en especial los alimentos. Pero cada vez hay más hambre. Lo que cada vez queda más claro es que es una completa utopía pensar que se puede reformar este sistema que a nivel mundial está causando hambrunas. Es sabido que la producción de alimentos, megaconcentrada en pocas compañías, podría garantizar las necesidades sociales. Como también que, dado que la producción está regida por la ley de mercado, se desperdicia alrededor del 30 % de los alimentos mientras que millones de personas padecen hambre.
Como socialistas creemos que desde ya el primer paso sería socializar la tierra y los medios de producción y que sean los propios trabajadores los que tomen el control. Pero luego también quedaría un desafío de definir qué y cómo producir. En manos de sus trabajadores, una planificación de la alimentación, en primer lugar, debería estimar la cantidad y tipo de alimentos necesarios para satisfacer demandas sociales.
Estas medidas junto a otras como nacionalizar el comercio exterior y las grandes empresas del agronegocio bajo administración de los trabajadores, ya que el comercio exterior está dominado por algunos grandes monopolios que regulan precios y ventas de acuerdo a sus ganancias. Usan los puertos privados para todo tipo de maniobras ilegales y se quedan con millones de dólares. También son unos pocos monopolios los que se quedan con la mayor parte de la producción y las ventas de alimentos. Esos sectores presionan por la devaluación y son responsables de la remarcación permanente de precios constantemente.
Es que nuestra agrupación es una comunidad de docentes, maestros y maestras que luchamos por una sociedad sin explotación y opresión, luchamos por el socialismo que significará, como dijo Karl Marx, "un salto del reino de la necesidad al reino de la libertad".
Federico Puy
Docente | Secretario de Prensa Ademys