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Red Internacional
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FEMINISMO Y SOCIALISMO. A 140 años del natalicio de Luis Emilio Recabarren

Este 6 de julio se cumplen 140 años del natalicio de Luis Emilio Recabarren, quien es considerado padre del movimiento obrero chileno. En homenaje, reproducimos extractos de su pensamiento por la emancipación de la mujer.

Martes 5 de julio de 2016

En años marcados por la primera guerra mundial, los obreros en Chile recorren el principio de siglo XX con luchas, matanzas y organización. Logran impulsar la constitución de un partido de obreros socialistas en el país, y los temas de la mujer no son ajenos para ellos.

El obrero tipógrafo Luis Emilio Recabarren fue tejedor fundamental de este período. Fundó el Partido Obrero y Socialista (1912), que en 1922, inspirado en la gran Revolución Rusa de octubre de 1917, se transformó en el Partido Comunista en Chile. Recabarren también fue refundador de la Federación Obrera de Chile (FOCH) con principios clasistas y revolucionaria (1919); fue elegido diputado de la clase obrera por Antofagasta (1921); y también denunció activamente a la Iglesia como responsable de la opresión a la mujer.

Si en la actualidad, la brutalidad del inmemorial sistema patriarcal, sigue generando humillación y muertes a las mujeres, en los albores del siglo XX era completamente indiscutido que el pecado de la humanidad era responsabilidad de la mujer, absurdo fundamentado en el mito de Adán y Eva. La alfabetización reinaba en los hogares obreros y la Iglesia llenaba el vacío de conocimiento, en esta adversidad hombres y mujeres se sublevaron al atraso cultural y científico, y levantaron las banderas por la emancipación femenina.

Recabarren pudo alcanzar un alto pensamiento liberador del género femenino en su tiempo. Mujeres inspiradoras, seguro, le señalaron el camino, como la agitadora anticlerical Belén de Sarraga, así también su compañera Teresa Flores, osada revolucionaria que organizaba a las mujeres para volcar las ollas, apagar las cocinas y negarse a cocinar, obligando a los hombres a ir al paro y luchar contra las paupérrimas condiciones de vida de la clase obrera.

Recabarren planteaba abiertamente a los trabajadores, en su conferencia "La Mujer y su educación" (1), la opresión que vive la mujer por el sometimiento a la moral de la Iglesia: "La Iglesia Católica instituyó el más horrible de los adulterios: el adulterio espiritual, por el cual la mujer confía al fraile todos sus sentimientos, sus pesares, sus debilidades; en una palabra toda la mujer intima, que no se entrega ni al marido, ni al padre, ni a la familia, se entrega al fraile", manifestó.

Recabarren pensaba necesario que la mujer se sublevara contra la Iglesia, por la inmerecida ofensa que la institución promulgaba "Así ha vivido la mujer en la historia: cortesana de la iglesia, aliada en todos sus crímenes contra la humanidad, contra sus mismos hijos. Mantenida en la ignorancia después del salvajismo y la barbarie, durante veinte siglos, ha sido la mujer madre de la humanidad, la propia asesina de sus hijos, debido a la ignorancia y al error a que la iglesia la sometió". Asimismo, denuncia a los legisladores, quienes justificaban ese proceder, sosteniendo la supuesta inferioridad de la mujer.

Recabarren afirmaba que "la mujer no es inferior al hombre, es solamente diferente. Si la mujer no tuviera en su sangre los gérmenes del talento, ¿de dónde los obtendría el hombre?".

Esta oscuridad debía cambiar. Esperanzado, Recabarren, planteaba que se iniciaba la redención de la mujer: "Las industrias y la propiedades arrojan a la mujer del hogar y la esclavizan al trabajo; la guerra que le mata a sus hijo, sus maridos, padres y sus hermanos; las leyes que la convierten en un ente sin razón, han motivado dos movimientos emancipadores de la mujer. llamado feminismo y socialismo", argumentaba.

Para Recabarren, la educación femenina era fundamental, para dar muerte a la ignorancia que la Iglesia había promocionado, y planteaba que "para los socialistas la mujer debe ser el Ser más libre". Si bien, aún no independizaba a la mujer del rol de madre, su aguda denuncia contra la Iglesia es un antecedente en la historia del movimiento obrero chileno para reafirmar la consigna actual que "si una mujer avanza, ningún hombre deber retroceder" en la lucha por "una sociedad donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres", como planteó la revolucionaria Rosa Luxemburgo.

(1) "La Mujer y su educación" fue una conferencia que Luis Emilio Recabarren realizó el 8 de junio de 1916 en la Federación Obrera de Magallanes.