El máximo tribunal se amparó en “cuestiones técnicas”. El fallo unánime deja en pie un decreto que, entre otras cosas, permite el ataque contra Télam y las subas siderales en las prepagas. Hay que enfrentar el DNU 70/23 con la más amplia movilización en las calles.
Martes 16 de abril 15:48
Este martes la Corte Suprema de Justicia rechazó dos presentaciones judiciales realizadas contra el megaDNU 70/23. Lo hizo por unanimidad, amparándose en “cuestiones técnicas”. La decisión puede leerse como un mensaje político del máximo tribunal, que llega en el momento en que el oficialismo anuncia oficialmente sus postulantes a integrar al organismo.
Las demandas rechazadas fueron presentadas por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y por el expresidente del Colegio de la Abogacía, Jorge Rizzo. En ambos casos, la Corte señaló que no existía “caso concreto”, “causa” o “controversia” sobre la cuál fallar. En la resolución afirmó que "la existencia de un caso judicial es una precondición para la intervención de los tribunales nacionales y constituye un requisito sine qua non de su accionar”.
Es decir, el máximo tribunal consideró que no había intereses afectados de los demandantes que configuraran un caso. En el texto de la resolución afirmaron que para que eso ocurra "es imprescindible que quien reclama tenga un interés suficientemente directo, concreto y personal —diferenciado del que tienen el resto de los ciudadanos— en el resultado del pleito que propone, de manera que los agravios que se invocan lo afecten de forma ‘suficientemente directa’ o ‘substancial’”.
Este rechazo no implica decidir sobre la constitucionalidad o no del DNU 70/23, que está en cuestión en otras demandas presentadas ante el Poder Judicial. Sin embargo, constituye un mensaje político de aval hacia una herramienta central del ajuste en curso.
La norma permite, entre otras cuestiones, la desregulación de las tarifas que se abonan en la medicina prepaga. Esto constituye la base de la fenomenal suba de precios en ese rubro, que superó el 160% desde que inició 2024.
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El megaDNU también habilita ataques como el intento de cierre de la Agencia Télam, que está poniendo en grave riesgo más de 700 puestos de trabajo. En su artículo 40, la norma establece la derogación de la Ley N° 20.705, que impedía la liquidación de Sociedades del Estado sin autorización legislativa.
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Precisamente por eso es necesario tirar abajo el megaDNU de Milei. El Gobierno ya recibió un golpe con el rechazo que tuvo en el Senado. Sin embargo, el peronismo y los bloques colaboracionistas se negaron a avanzar en Diputados para terminar de hacerlo caer. Por el contrario, garantizaron que el oficialismo tuviera esa herramienta a pesar de su escaso peso legislativo.
Por su parte la CGT llamó a confiar en el Congreso y en el Poder Judicial para tirar abajo el DNU. Parece evidente que ese camino no conduce a ningún lado. Es necesaria una gran pelea en las calles y con medidas de lucha de clase trabajadora para imponer la derrota completa de la norma.
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