El documental de animación del director danés Jonas Poher Rasmussen está nominado al Oscar como mejor película internacional, mejor documental y mejor película de animación
Violeta Bruck @Violeta_Bk
Sábado 5 de marzo de 2022 19:56
La película se basa en una historia real que sigue los múltiples obstáculos y dificultades de un refugiado afgano obligado a huir tras la llegada al poder de los talibanes. El protagonista vive actualmente en Dinamarca y su amigo del secundario, el director Jonas Poher Rasmussen le propone contar su historia.
Para proteger la identidad real eligen un nombre de ficción, Amin Nawabi, y la realización en animación, una forma que además permite un acercamiento muy emotivo y potencia múltiples aspectos de la historia.
Así el relato se desarrolla a través de una entrevista en profundidad, un espacio de confianza que emula también algo así como una sesión de terapia, en donde a través de diferentes disparadores se reconstruye el pasado mediante flashbacks.
Desde una infancia tranquila en Afganistán a mediados de los 70, pasando por la intervención soviética y hasta la llegada al poder de los talibanes, el relato cuenta la historia de Amin y su familia, el aumento de las persecuciones, el miedo, el encarcelamiento de su padre y la necesidad de huir. El primer punto de llegada será Rusia, luego de la caída del muro, en plena invasión de las fuerzas del mercado y con un férreo control represivo hacia los migrantes que lleva al grupo familiar a permanecer años encerrados en un pequeño departamento de un clásico monoblock. Desde allí se planearán las distintas estrategias de huída a Europa, que nunca serán sencillas y mucho menos amables. Hasta lograr su llegada a Dinamarca, solo y sin su familia, donde logra radicarse como refugiado, se recorre un verdadero periplo, de intentos frustrados, estafas y separaciones.
Los dibujos acompañan cada una de estas situaciones, en un tono más realista y a color se desarrollan la escenas de la entrevista y las reconstrucciones de los momentos más calmos, mientras que las situaciones más traumáticas, con naufragios, persecuciones y desolación se trasmiten con trazos más abstractos y en blanco y negro. A su vez el documental incorpora material de archivo para dar cuenta de distintos momentos históricos y políticos.
La película se combina también con la historia de Amín desde el punto de vista del descubrimiento de su sexualidad. Desde niño sintió atracción por los hombres, pero las propias condiciones adversas y de huídas permanentes dificultaron la expresión libre de su identidad. Desde su presente cuenta esta historia personal en momentos en donde planea mudarse a una nueva casa con su novio Kasper.
Las escenas que relatan las vivencias con los traficantes de personas que buscan hacer negocios para pasar fronteras, asi como las persecuciones por parte de los estados, con sus fuerzas armadas y sus burocracias, dan cuenta de una historia particular que tiene su eco en millones de personas y múltiples geografías.
La historia de Amín, desde Afganistán hasta Dinamarca, se puede ver también al espejo de los cientos de miles de migrantes de México y Centroamérica que se chocan con el extenso muro que construyó Estados Unidos, con los miles de ahogados en el Mediterráneo mientras los países europeos cierran sus puertas, o en el trato racista y represión contra los actuales refugiados ucranianos provenientes de África e India.
El guión de Flee fue escrito en común por el director y el protagonista, y en los últimos meses ha tenido una amplia repercusión en festivales internacionales. El 27 de marzo participará de los premios Oscar en las categorías mejor película internacional, mejor documental y mejor película de animación.
Violeta Bruck
Nació en La Plata en abril de 1975. Prof en Comunicación Audiovisual (egresada UNLP). Miembro de Contraimagen, realizadora de los documentales Memoria para reincidentes y La internacional del fin del mundo