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Red Internacional
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Gobierno AMLO. ¿Fracking en el Gobierno de López Obrador?

En días recientes se desató la polémica tras las declaraciones de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, con las que abrió la puerta a la posibilidad de que se siga permitiendo la facturación hidráulica en el país.

Axomalli Villanueva

Axomalli Villanueva @1quiahuitl

Viernes 1ro de febrero de 2019

La Secretaria de Energía, Rocío Nahle durante el foro Energy México 2019, aseveró que la dependencia está analizando usar una nueva tecnología de la fracturación hidráulica. Sobre esto recalcó: "El gas es el tema más importante o más crítico que tenemos o con lo que estamos recibiendo el país". Esto significaría que la administración de AMLO sí utilizará la técnica fracking para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo.

Nahle aseguró que existe una tecnología totalmente nueva que permite realizar la técnica del fracking sin dañar al medio ambiente:

"Vamos a caminar con él, pero estamos también analizando desde la Secretaría de Energía la nueva tecnología. Todavía es muy cara (la) tecnología nueva que vimos, que no tiene gran impacto ambiental"

esto dijo durante su participación en el foro el pasado martes.

En repetidas ocasiones el presidente Andrés Manuel López Obrador ha prometido que se dejaría de usar esta técnica por ser altamente agresiva con el medio ambiente y las comunidades originarias, sin embargo sorprenden las declaraciones de la funcionaria.

Ante esto numerosas organizaciones en defensa del medio ambiente exigieron al nuevo gobierno que cumpla su promesa y prohíba el uso del fracking en México de manera definitiva.

La «Alianza Mexicana contra el Fracking», integrada por más de 40 organizaciones de diversos estados del país, rechazaron la ambigüedad con que la secretaria Rocío Nahle se refirió a este tema con los empresarios del ramo energético.

Existe una vasta documentación que demuestra que el fracking es inherentemente perjudicial para el agua, el aire, los suelos y las comunidades que habitan las regiones donde se realiza.

Además, la evidencia del impacto que tiene la extracción del gas en general, y en particular por medio de fracking, como una de las causas que originan el cambio climático hace que cualquier referencia al gas como “más limpio”, como también dijo la Secretaria, sea incorrecta y peligrosa.

México paraíso para el fracking

Los yacimientos no convencionales, entre otros, se refieren a la explotación vía el fracturamiento hidráulico (conocido en inglés como fracking) de aquellos, diferentes a la exploración y explotación de petróleo y gas que se ha realizado hasta ahora en nuestro país.

México ocupa el sexto lugar mundial en volumen de recursos provenientes de gas y petróleo que pueden ser explotados mediante esta técnica, por lo que lo hace un tesoro para las empresas que quieran explotar yacimientos no convencionales.

Actualmente la perforación de pozos no convencionales se usa en varios estados de la república desde hace varios años, entre ellos Veracruz, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Hidalgo y Coahuila, Tabasco y Nuevo León, teniendo un mayor incremento del uso de esta técnica desde la aprobación de la Reforma Energética.

Los estudios financiados por especialistas independientes indican que en la ingeniería del fracking hay problemas intrínsecos que no pueden evitarse con los materiales y tecnologías actuales; entre ellos: fracturación del subsuelo no controlada e impredecible, sismicidad inducida, filtraciones considerables de metano hacia mantos acuíferos, así como deterioro del revestimiento de los pozos y la inevitable contaminación de las fuentes de agua, además del potencial para el aumento de los efectos del cambio climático.

En países como Argentina y Estados Unidos, el fracking se ha convertido en las últimas décadas en una de las técnicas de extracción de hidrocarburos más peligrosas, tanto para la salud humana, como para el medio ambiente. Sin embargo, este mecanismo de producción han tenido un crecimiento exponencial para paliar el agotamiento de sus reservas de petroleo y gas convencionales, situación que en México no se da por lo que se hace innecesario utilizarlo.