En el aniversario número 25 de su muerte, le dedicamos el siguiente homenaje a una de las mejores voces de la historia del rock.
Jueves 24 de noviembre de 2016 15:23
Freddie Mercury recibió muchos apodos en su vida pero nace en la isla de Zanibar en el este de África el 5 de septiembre de 1946 como Farrokh Bomi Bulsara. Sus padres fueron Bomi y Jer Bulsara, esta última fallecida hace pocos días de este mes, y su hermana Kashmira.
El cantante siempre se encargó de mantener su vida en privado y es poco de lo que se sabe sobre su intimidad familiar. Su familia era parsi, y practicaba la religión zoroástrica de la que el hoy homenajeado se apartó en temprana edad. A los 8 años se mudan con su abuela y su tío a la India, a un internado de estilo británico cerca de Bombay, donde sus compañeros lo empezaron apodar como Freddie y su talento musical fue desarrollado con más intensidad. Su madre siempre fue muy compañera en la trayectoria musical de Freddie desde sus inicios cuando se mudan a Middlesex, Reino Unido, en 1964 y el joven se une a una banda de Blues llamada Wreckage. Sin embargo, pensaba que se trataba de una etapa que el chico, que desde los 7 tocaba el piano, iba a dejar para estudiar algo más serio como “la mayoría de nuestra familia [que] eran abogados o contables. Pero Freddie insistía en que él no era lo bastante listo y que lo que quería era bailar y cantar”, afirmaba Bomi Bulsara en una entrevista que le hacen en 2012 que revela gran parte de la vida personal del cantante, una oportunidad que, como ya se dijo, se daba en pocas ocasiones.
Mientras Freddie cantaba en Wreckage, se dedicó a estudiar diseño gráfico en el Ealing College of Art donde desarrolló sus habilidades plásticas que más adelante demostraría en el logo de Queen. En esos días de academia un estudiante amigo le presenta a Roger Taylor y Brian May que tocaban en una banda llamada Smile (“Sonríe” en inglés) de la que empieza a ser parte como vocalista principal.
Queen
Freddie insistió con cambiarle el nombre a la banda Smile y a pesar de que al principio May se mostró reacio a la idea, finalmente lo cambiaron por Queen, que había sido idea del cantante. El logo de la banda también fue idea del vocalista, donde dejó en claro sus dotes como imaginativo diseñador. La imagen presentaba los cuatro signos del zodíaco de los miembros de la banda (dos leones por Roger y John, los dos leos del grupo, el cangrejo por el signo cáncer de Brian May y las ninfas que identificaban el signo virgo de Freddie) alrededor de una gigantesca Q y, sobre todo ello, el ave fénix, que saludaba el nacimiento del grupo de las cenizas de otras formaciones. También desde el primer momento fue Freddie el impulsor de la imagen visual de la formación, con su personalísima puesta en escena y su inconfundible vestuario.
“Yo pensé el nombre Queen. Es sólo un nombre, pero obviamente es muy real y suena espléndido. Es un nombre fuerte, muy universal e inmediato. Visualmente tenía mucho potencial y estaba abierto a toda clase de interpretaciones. Yo era consciente de las connotaciones gay, pero era tan solo una de sus facetas”. Freddie sobre el origen de la banda.
Queen realizó su primer concierto en el City Hall de Truro el 27 de junio de 1970, y poco después, el 18 de julio, actuaron en el Imperial College. Sobre esta época, Freddie cambió su apellido artístico de Bulsara a Mercury. Durante una actuación de Queen en la escuela de mujeres de St. Helen, parte del soporte del micrófono de Freddie Mercury se soltó y cayó al suelo, quedándose con el micrófono enganchado a la primera parte del soporte. Sin embargo, Mercury siguió con la actuación. De ahí surgió el característico bastón con micrófono que usó durante todos los conciertos desde entonces.
Un hecho importante en la vida privada de Mercury tuvo lugar en 1970; fue entonces cuando conoció a Mary Austin, con quien convivió durante siete años y con quien conservaría una buena amistad hasta el momento de su muerte. Curiosamente, antes de que Queen editara su primer disco, Freddie lanzó en solitario un tema llamado I can hear music, bajo el nombre de Larry Lurex.
La vida de excesos derivada de la fama y el éxito fue una leyenda que acompañó inevitablemente a Freddie Mercury y sus fiestas fueron siempre sonadas, pero también se reconoció al músico por ser un gran amigo de sus amigos. Hacia finales de los setenta rompió su relación sentimental con Mary Austin, sin embargo continuaron teniendo una relación de amistad, en la que Freddie la consideraría su mejor y única amiga, con canciones dedicadas como lo fue Love of My Life.
Entre 1973 y 1991 Queen lanza junto a Freddie 14 discos de estudio donde sobresalen News of the world y The game con descubrimientos entre medio como la inserción de sobregrabaciones vocales que causaban el efecto de un coro de ópera o el uso de sintetizadores al principio no muy apreciados por Freddie.
Sin embargo, el sencillo que introdujo definitivamente a Queen en la fama mundial es Bohemian Rhapsody, salido a la venta el 21 de noviembre en 1975. Grabada en tres semanas, sin estribillo y con seis secciones: una introducción a capela, una balada, un solo de guitarra, un segmento operístico, una sección de rock y una coda que retorna el tiempo. Es con ella donde el talento único que poseía Freddie se hizo cada vez más evidente, con su peculiar voz y una presencia escénica que le dio a Queen su personalidad colorida, impredecible y extravagante. El tema fue introducido al siguiente álbum, A Night at the Opera, que vio la luz el 21 de noviembre de 1975.
El 7 de diciembre del 77, aparecen los mundialmente conocidos sencillos We will rock you y We Are the Champions; el primero por su ritmo cautivador y el segundo por su utilización en cualquier situación de triunfo. Estas dos canciones se merecen un reconocimiento especial. Es impresionante, el efecto que producen (ya sean en su momento con Queen, o actualmente con aquellos que las interpretan) en los espectadores. El ritmo de los dos pisotones continuado con un aplauso en We will rock you ha hecho vibrar a los estadios más grandes del mundo en reiteradas ocasiones por el público o la euforia con la que sea corea a We Are the Champions en cada uno de los recitales, es algo que quedará marcado para la eternidad de la historia del rock, y son, sin dudas, parte de las canciones que le seguirán dando vida a Queen en las futuras generaciones. Estos sencillos fueron parte del álbum que salió a la venta el 28 de febrero, News of the Word.
En 1980 llega The Game, album que cambia el rumbo de la banda incorporando un estilo musical y de puesta en escena icónico. No fue producto de un trabajo color de rosa, era noticia las discrepancias entre los integrantes de Queen sobre a dónde dirigirse artísticamente. Sin embargo, el disco vio la luz con mucho éxito, trayendo la novedad de los sintetizadores en los oídos de los fans y alcanzando el número 1 en Estados Unidos, donde también ganó un disco de oro. Fue un disco con varios hits; todos bailaban al son de Crazy little thing called love, mientras otros temas también recorrían el mundo como Another one bites the dust (compuesta por John Deacon con una gran presencia del bajo), Save me y Play the Game, esta última canción también interpretada en un videoclip donde Freddie aparece por primera vez con su característico bigote.
Este disco fue la puerta para lanzar The Game Tour con el cual la banda pisa Argentina por primera y única vez en febrero de 1981, con mucho calor no sólo por el clima veraniego sino también por los eufóricos fans locales que caldearon el ambiente para que su paso en el país se instalara como tema de varios días, donde dieron shows con una puesta en escena nunca antes vista, que permitió una conexión con el público de masas mucho más estrecha.
En estos años también la banda compone la banda sonora para la bizarra película Flash Gordon, que no tuvo éxito comercial pero es apreciada por los fans como un ícono de la cultura de la ciencia ficción de los ‘80.
En Hot Space uno de sus discos más criticados por ser muy “popero”, nace una de las canciones más conocidas de Queen Under Pressure, canción que componen con el genial David Bowie que casualmente andaba por Suiza en el momento que fueron a grabar. Con una fuerte crítica a la sociedad, crean una canción que hace un llamado al amor y que posee un contenido atemporal sobre las vejaciones de la humanidad.
Últimas producciones
En 1987 Freddie lanza el sencillo The great pretender y realiza, con la dirección de David Mallet, el videoclip donde utiliza el variado vestuario de sus shows y videoclips pasados y baja por unas grandes escaleras donde al final aparecen varias réplicas de él mismo. En esos tiempos se aboca a su producción solista, más allá de que en 1989 sale The Miracle, y también graba Barcelona con Montserrat Caballé que se trata de un disco puramente de encuentro de dos voces excepcionales en su caracter operístico. De ahí sale la canción de las olimpíadas del ‘92 llamada Barcelona y que Freddie iba a interpretar en la ceremonia de apertura con Monstserrat.
Innuendo es el último trabajo de estudio que lanza Queen con Freddie y con su significado literal de ser “una insinuación de conducta inapropiada o inmoral”, Queen dio a luz a un álbum que en su primera canción de igual nombre, con la fantástica participación de la guitarra española de Steve Howe, nos invita a “ser como queramos” y “ser libres”. Una invitación a seguir intentando y eso deja claro Freddie con The show must go on al final de la track list como vuelco de toda la convicción de seguir dándole vida a su música, a pesar de estar cercano a la muerte.
Freddie muere
Según su pareja, Jim Hutton, a Mercury le diagnosticaron sida en 1987, sin embargo ese año, en una entrevista, Freddie negó padecer la enfermedad. Pero los medios británicos siguieron alimentando el rumor basados en la apariencia del cantante y en la inactividad de la banda. Finalmente Freddie el 23 de noviembre de 1991 declaraba lo siguiente: “Siguiendo la enorme conjetura de la prensa de las últimas dos semanas, es mi deseo confirmar que padezco sida. Sentí que era correcto mantener esta información en privado hasta el día de la fecha para proteger la privacidad de los que me rodean. Sin embargo, ha llegado la hora de que mis amigos y seguidores conozcan la verdad y espero que todos se unan a mí y a mis médicos para combatir esta terrible enfermedad. Mi privacidad ha sido siempre muy importante para mí y soy famoso porque prácticamente no doy entrevistas. Esta política continuará”.
El 24 de noviembre del mismo año, Mercury falleció con 45 años, debido a una bronconeumonía provocada por el VIH/SIDA.
Su partida, principalmente, fue un duro golpe para sus fans. Freddie Mercury, que se especializó en el estrellato mientras que da un nuevo significado a la palabra talento para el espectáculo, dejó un legado de canciones, que nunca perderán su estatura como clásicos a vivir para siempre.
Al morir, se formó un nudo en las gargantas, un sentimiento de vacío, lágrimas en los ojos, una mezcla de tristeza y bronca por la noticia, en fin, se produjo un shock en todas aquellas personas que tuvieron la suerte de poder verlo en vivo, de vibrar con sus recitales, de sentir cosas que jamás habían sentido gracias a su voz magnífica, atrapante, emocionante, poderosa, etc., no me alcanzan los adjetivos para dar una idea de lo produce escucharlo cantar a Freddie.
“Jamas habrá otro igual”; “Él era único”; “Daria cualquier cosa por volver a escucharlo”; “No hay una sola canción que haya hecho que no me guste”; “Se perdió la mejor voz de la historia”, y muchas frases más del mismo estilo son las que dijeron y siguen diciendo los oyentes de Queen.
Con tan solo ver que las generaciones posteriores a la muerte de Freddie siguen escuchando su maravillosa música, y que se sigue transmitiendo su legado con canciones como We will rock you, We are the champions, Bohemian Rhapsody, I Want To Break Free, etcétera, se puede comprobar que a pesar de su fallecimiento, Freddie Mercury vivirá por siempre, por ser una de los mejores músicos de la historia del Rock, por no decir El mejor.
Tributo
La muerte de Mercury conmocionó el panorama mundial de la música y los homenajes se sucedieron uno tras otro. El 20 de abril de 1992 se celebró uno de los más emotivos en el Wembley Arena de Londres. Estrellas del firmamento pop y rock, como Elton John, Guns N’ Roses, Seal, Metallica, David Bowie, Robert Plant, Roger Daltrey, George Michael y Liza Minnelli, se reunieron para rendir un cálido tributo al cantante fallecido.Este concierto se transmitió en directo a 76 países, y se estima que mil millones de personas vieron dicho espectáculo.
No obstante, sus seguidores recibieron el mejor regalo póstumo con la edición del Made in heaven de Queen, trabajo en el que pudieron escuchar las últimas canciones que Freddie compuso antes de morir.
Freddie y el VIH SIDA en los ’90
La muerte de Freddie Mercury representó un momento importante en la historia de la lucha contra el sida. En el momento que él muere aún la enfermedad era mucho más estigmatizante que hoy, dado que se la vinculaba directamente con la sexualidad del portador, y generaba malas críticas en prensa, sobre todo homofóbicas;era un doble combo de discriminación, por padecer la enfermedad mortal y por pertenecer a la comunidad LGTB. En los ‘90 fueron varias las personalidades que salieron a decir que tenían el virus, tanto en el deporte (la estrella de la NBA Magic Johnson, por ejemplo) como en el ámbito artístico como Freddie, que lo hace 24hs antes de perecer. En esos años se empezaron a convulsionar los debates sobre la lucha contra el SIDA y, en especial, contra la discriminación de las personas que lo padecen; en 1991, meses antes de que falleciera Freddie, se crea y empieza a viralizar el uso del “lazo rojo”, símbolo de la lucha contra el SIDA. Así es como la muerte del cantante, entre muchísimas otras, marca una de las alarmas en la sociedad de la magnitud de la epidemia y la necesidad de la erradicación a través de la prevención.
El Tributo a Freddie Mercury en el estadio Wembley, dio origen a la Mercury Phoenix Trust, la organización contra el sida creada en memoria de Freddie por los miembros restantes de Queen y de Freddie Ejecutor, Jim Beach.
Apreciaciones personales
La primera vez que escuché y me maravillé por la voz de Freddie fue cuando mis padres encuentran en una visita a unos viejos amigos el disco que contenía la canción “Barcelona” que él canta con Montserrat Caballé. Emoción e intriga por saber quién era en mi temprana edad (difícil de recordar), entre ellos contaban que se acordaban bien de aquella canción por los juegos olímpicos del ’92 en Barcelona, donde la muerte de Mercury estaba a flor de piel y se desplegó una gran parafernalia en esa sede. “El momento en que entraste en la habitación me quitaste el aliento”. Y así fue: en el living de ese apartamento el aire se llenó de las operísticas voces de Freddie Mercury y Monsterrat Caballé que sonreían abrazados en la contratapa del disco que miraba con detenimiento; y mis padres estaban emocionados, y sus viejos amigos también. Y sí, son parte de esa generación que tuvo a Queen respirando el mismo aire (mi madre tuvo la suerte de verlos en el ’81 en Vélez) y diciéndoles que “es terrible (o un terror) saber de qué se trata el mundo” pero que “este es nuestro último baile” y que de eso se trata, de bailar, de vivir, de pelear por lo que se quiere sin bajar la cabeza.
Uno de los temas que logra impactar de forma especial a quien lo oiga es sin dudas I Want It All. Los coros, los solos de guitarra, la batería y el bajo, junto a la potente voz de Freddie, hacen que cualquier persona que escuche esta canción sienta correr en su sangre, adrenalina, euforia y fuerza para luchar contra todo aquello que se interponga frente a su objetivo final. I Want It All produce un efecto en todas las comunidades que son discriminadas, como por ejemplo los negros, gays, lesbianas, etc., de optimismo hacia el futuro. Creo que eso es lo que busco Mercury, ya que en el año en que salió esta canción (1989), él peleaba, en secreto, contra el SIDA y contra los ataques de la prensa homofóbica, y de ser así, logró su cometido. Desde el ´89 hasta la actualidad, la comunidad LGTB, los negros, las mujeres y muchos otros sectores sociales oprimidos por el sistema capitalista y patriarcal han logrado grandes conquistas, sin embargo, todavía falta una larga pelea por la igualdad.
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Conocimos la gloriosa voz de Freddie a través de anécdotas que nos contaron y canciones que nos mostraron. Con el avance de la tecnología, principalmente con internet, pudimos conocerlo aún más, hemos asistido a recitales de bandas que interpretan sus shows. Sin embargo, todo esto es incomparable con la experiencia de aquellas personas que sí pudieron vivir la adrenalina de un recital de Queen, de ver bailar, cantar y tocar el piano a Mercury de manera inigualable. Nos hubiera encantado poder escucharlo cantar Breakthru, Barcelona, Friends Will be Friends, The Miracle, Bohemian Rhapsody, We will rock you, One Vision, y cada una de sus canciones, porque todas son bellísimas, cautivadoras y atractivas al oído, algunas más que otras claramente, pero a ninguna se la puede considerar mala.
Escribimos esta nota para homenajear a uno de los mejores músicos de la historia, mostrando cómo a pesar de nuestra corta edad y de no haberlo conocido, podemos apreciar su gran obra.