El actor y cantante jamaiquino fue íntimo amigo del líder de Queen. A 30 años de su muerte, lo recuerda en esta entrevista exclusiva.
Lionel Pasteloff @LionelPasteloff
Miércoles 24 de noviembre de 2021 00:00
Peter Straker junto a Freddie Mercury en el estudio de grabación. En 1977 hicieron juntos el álbum This One’s on Me.
Puede que a muchos no les resulte familiar su nombre, más aún si no están relacionados con el mundo del espectáculo británico. Sin embargo, hablar de él remite a muchas áreas artísticas de esa región durante las últimas décadas. Peter Straker saltó a la fama con un rol en Hair en 1968 y desde ahí no paró. Musicales en el West End, apariciones en la célebre serie Doctor Who, discos solistas y más. También es conocida su amistad con Freddie Mercury, quien le produjo un álbum en 1977, lo invitó a hacer coros en otro, a travestirse en un video y fundamentalmente, le abrió las puertas de su mundo. En esta charla, nos revela algo de él.
LID - Recientemente relanzaste el álbum que Freddie te produjo en los ‘70 (This One’s on Me). ¿Qué recuerdos te trae aquella grabación?
PS - La alegría del descubrimiento. Redescubrir cómo grabar de nuevo. Cómo hacer las cosas de manera diferente, experimentar en estudio. Aprendí mucho haciendo este álbum con Freddie. Es una de las cosas que más feliz me hizo. Amo cada recuerdo de eso.
Vos hablaste sobre los consejos que Freddie te dio a la hora de grabar tu disco. ¿Recordás algo que él te haya consultado sobre canciones o alguna decisión acerca de su carrera dada tu experiencia como músico?
No, no tengo un recuerdo puntual porque la vida no es tan simple como eso. La gente te pregunta por tu opinión o básicamente qué pensás sobre una canción. Yo nunca opiné directamente, en este sentido no podría tomar una decisión respecto a lo que Freddie o Queen grabaron porque no estuve ahí. Recuerdo a Freddie escribiendo cosas mientras estaba sentado en el piano y algunas veces me decía: “¿Qué pensás?”. La mayoría de las veces me gustaba. Él me aconsejaba que aprenda a escribir canciones porque si eran buenas y a la gente le gustaban iban a querer grabarme y así es como vos mantenés tu plata. Por eso creo que él se volvió rico (ríe).
¿Te hubiera gustado trabajar más con él o considerás que fue suficiente y no era necesario mezclar aún más la amistad con lo laboral?
Obvio, hubiera amado trabajar más con él. Me dio mucho, aprendí un montón. Trabajar con él fue una experiencia muy placentera. Es bueno en una amistad cuando además de gustarte la persona, te gusta lo que hace. Disfrutás trabajar con esas personas. Amé trabajar con él en Barcelona (el disco a dúo de Mercury con Montserrat Caballé). Estuve muy feliz de ser uno de los coristas (participó en “The Golden Boy”). Fue genial, trabajamos siempre como iguales. Otra cosa que disfruté mucho fue el video de “The Great Pretender”. Cuando él sugirió que íbamos a cantar disfrazados como drag queens junto a Roger (Taylor, baterista de Queen) fue un gran experimento. Bueno, respondiendo a tu pregunta, me hubiera encantado hacer más cosas con él porque pese al poco tiempo juntos en el estudio me enseñó mucho. Son cosas impagables, nos entendíamos mutuamente y era fantástico. Descubrimos mucho el uno del otro, solíamos cantar alrededor del piano cuando Mike (Moran, pianista) tocaba. Tratábamos de no chillar mucho (Risas).
¿Recordás algún aspecto creativo suyo que no hayas vuelto a ver en ningún otro artista de los que trabajaste?
Lo primero que me di cuenta fue su musicalidad, el uso de capas vocales. Él lo amaba, por eso hizo “Bohemian Rhapsody” que fue tan única. Esa canción estaba destinada a hacerse y la hizo él. Otras bandas trataban de hacer cosas así, pero el grado de intensidad que tenían era extraordinario. Yo vengo de una familia con nociones de ópera, mi madre fue cantante solista. Solíamos cantar alrededor de la casa. Todo este trabajo que hizo, el tiempo que le llevó, la complejidad… ¿Qué puedo decir? Fue fantástico. Soy un fan. La famosa pista multivoces, eso hacía único a Queen.
Desde joven mostraste talento como cantante y capacidad escénica. ¿Fuiste capaz de notar la capacidad de Freddie apenas lo conociste o es algo que fue apareciendo progresivamente?
Freddie era talentoso desde antes que yo lo conociera, obviamente. Lo sé porque vi a Queen en televisión. Recuerdo una de las primeras cosas que vi de ellos fue cuando cantaron “Seven Seas of Rhye” y “Killer Queen” (en el programa Top of the Pops, de la BBC). Ahí lo conocí. Sabía quién era él para cuando lo conocí en persona y quien era Queen, fue cuando “Bohemian Rhapsody” salió. Siempre fue, es y será talentoso, hablo de él como si estuviera vivo porque él está vivo cuando escuchamos su música todo el tiempo.
Para cerrar... ¿Cuál es el recuerdo más recurrente que se te viene a la mente cuando hablás de él? ¿Creés que haberlo conocido te influenció en algún aspecto de la persona que sos actualmente?
Es difícil responder qué recuerdo de él, porque tenía muchas facetas. Cada cosa que me gusta de él se vuelve un recuerdo. La alegría de conocerlo, las primeras influencias que tuvimos fueron las que hicieron que nos respetáramos mutuamente. Me gusta la ópera, me gusta el ballet, fui actor, estuve en TV. Era mutuo el respeto. Algunas de las cosas que más me gustan vienen de lo clásico, de la ópera, lo glamoroso. De repente vi una banda con ese dinamismo extraordinario, con todo aquello con lo que crecí y me atrajo mucho. Viéndolos en el escenario con bombas de fuego, luces, era tan teatral que yo pensé “esta es mi banda”. Freddie fue fundamental y aún hoy es considerado uno de los mejores artistas del mundo. Estoy emocionado, orgulloso y honrado de haberlo conocido, ¡cómo nos divertimos! Él tenía un gran sentido del humor, se reía de sí mismo y siempre llevaba a sus amigos con él. Tenía un gran amor por la vida.