El conglomerado ciudadanista, realizará distintas iniciativas enmarcadas en el 5 de Octubre, día del triunfo del "NO", y que significó la transición "democrática" pactada con las Fuerzas Armadas. Sin embargo las diferencias se hacen sentir entre los distintos partidos.
Martes 18 de septiembre de 2018
Este 5 de Octubre se cumplen 30 años de que el “NO” se impusiera en el plebiscito que discursivamente planteó remover del poder a la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, pero que en los hechos significó pactar una transición “democrática” que profundizó el modelo neoliberal en Chile, y perpetuó las condiciones de miseria para el pueblo trabajador.
Es así como desde la centroizquierda proempresarial ex Nueva Mayoría, hasta sectores del Frente Amplio se alistan para conmemorar aquella fecha que marcó un punto de inflexión en la situación política del país, donde hasta el día de hoy los pactos de silencio y la constitución de 1980 se mantienen con los pilares que sostienen la aún latente herencia de la dictadura.
Te puede interesar: Cuando Aylwin asumió la presidencia de Chile de manos de Pinochet
Sin embargo, no habría un acuerdo de realizar un acto conjunto entre la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio, generándose un acto paralelo por parte del frente ciudadanista, el cual también buscará realizar un seminario colocando al centro el triunfo del “NO”.
En el caso del acto que será realizado por la ex Nueva Mayoría, estaría compuesto por partidos desde la Democracia Cristiana (DC), hasta el Partido Comunista (PC), según señala el medio el Mercurio, pero al parecer ya se visualizarían roces al interior, dado que la DC busca que en el acto se hagan presentes solo los partidos conformantes de la Concertación.
Pero una mayor confusión e incertidumbre se encuentra al interior del FA, donde diferentes posiciones comienzan a emerger producto de su participación en el acto de la ex NM, donde el Partido Liberal (PL) y el Partido Humanista (PH), fueron incluidos como organizadores. Respuesta aún no zanjada por parte de Revolución Democrática (RD) e Izquierda Libertaria (IL), quienes aún no deciden si participarán o no del acto. Y en el caso de la posición más crítica vendría por parte del Movimiento Autonomista (MA), sin embargo, de acuerdo al medio Cooperativa, el PH ya habría señalado reunirse con estas organizaciones pasa la próxima semana, con tal de resolver la situación.
Definiciones históricas y estratégicas en medio de rencillas internas
Sin dudas el Frente Amplio vivió una de sus semanas más agitadas entorno al proyecto de confluencia entre los distintos partidos y organizaciones que le componen, donde su repuesta programática hacia los Derechos Humanos, y la situación política internacional sobre países como Nicaragua o Venezuela, evidenciaron diferencias profundas. Todo eso acrecentado por las renuncias del diputado Vlado Mirosevic (PL) a la Comisión de Relaciones Exteriores, y de la diputada Pamela Jiles (PH), a la Comisión de Familia, como respuesta a la sanción proveniente incluso de sus compañeros de coalición, por enfrentarse al ultraderechista de la UDI, Ignacio Urrutia, quien trató de “terroristas con aguinaldo” a exiliados políticos.
Por otra parte la subordinación permanente de sectores del FA hacia la iniciativas parlamentarias y legislativas de la ex NM, han mostrado una clara debilidad por parte de la coalición neorreformista de mostrarse como una alternativa independiente de los que ellos denominaron por mucho tiempo como los “poderosos” o los “mismos de siempre”, y donde por el contrario han demostrado ser proclives a una alianza conjunta con aquellos partidos administradores de la herencia de la dictadura, incluso en perspectivas de las próximas elecciones del 2020.
Esta iniciativa que conmemora los 30 años del triunfo del “NO” es otro elemento que se suma a la seguidilla de acciones por parte de la coalición ciudadanista que muestra sobre todo la falta de un proyecto estratégico claro, donde “lo democrático” como elemento aglutinador parece ser insuficiente frente a las definiciones claras que exige la situación política actual, donde por una parte se ha mostrado un gobierno de hegemonía frágil y trastocada, y por otra parte una oposición burguesa que utiliza al FA como base de maniobra, para legitimarse e imponer una agenda legislativa al gobierno a su favor, como fue la acusación constitucional a los jueces de la Corte Suprema, que terminó en un rotundo fracaso.
El curso de estas semanas será determinante para el encausamiento del Frente Amplio, en contexto tendiente a la fragmentación, proveniente de un proyecto estratégico aún bastante difuso, y de un contexto que pone a prueba su rol desmovilizador que privilegia la parlamentarización de las luchas sociales.